“¡Mazzei para el mundo! Hoy realizamos el lanzamiento de una gran carga de galletitas crackers a Australia. Para nosotros es un honor que un producto paraguayo de alta calidad conquiste el mercado internacional y así poder llegar a más personas en el mundo”, difundía la empresa procesadora de alimentos Mazzei desde su cuenta en Facebook.
Casi de inmediato, desde el Twitter, Marca Paraguay – la plataforma que permite mostrar el nuestro país al mundo – complementaba el anuncio de la empresa señalando que “las galletitas Mazzei concretaron la exportación de 25 toneladas de sus productos al mercado australiano, otras 150 toneladas más serán entregadas este año al lejano país.”
Y también desde su cuenta en Twitter, Marco Riquelme, gerente de la mencionada firma, compartía: “Mazzei orgullosamente exportando las primeras galletitas Paraguayas a Australia!! Las Crackers vestidas para seducir a los consumidores del lejano país.”
Según la Agencia de Información Paraguay, Mazzei exporta sus crackers a Bolivia, Brasil, Uruguay, Alemania y también hace envíos ocasionales a España, Turquía, Suiza y Portugal. Y ahora se suma la lejana Australia.
Sus principales productos son galletitas de chía y de sésamo, cuya materias primas son compradas a agricultores de San Pedro, que suman unos 1.500 pequeños productores que proveen a la empresa.
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Viceministro destaca calidad de alfajores paraguayos y resalta la necesidad de financiamiento para crecer
El alfajor paraguayo Tatakua Logró un hito internacional. Fue reconocido entre los 20 mejores del mundo por TasteAtlas. Este logro no solo coloca al producto en un mapa global de calidad, sino que también refleja el potencial del sector industrial alimentario paraguayo.
La empresa, que cuenta con la certificación de Marca País, utiliza insumos 100% nacionales, como dulce de leche, chocolate y harina paraguaya. Sin embargo, enfrenta un límite claro: opera con una fábrica semiartesanal debido a restricciones financieras.
Según dijo a La Nación/Nación Media, Marco Riquelme, viceministro de Industria y Comercio, el caso de esta firma nacional muestra cómo muchas empresas locales tienen un enorme potencial, pero carecen del respaldo financiero necesario para expandirse.
“Si contaran con financiamiento adecuado, podrían convertirse en industrias de mayor escala y exportar sus productos a mercados internacionales. Tatakua ya compite con marcas consolidadas de Argentina y Uruguay, como Havanna, y aun así logró posicionarse entre los mejores alfajores del mundo”, manifestó a LN.
“El coraje y la calidad ya están; lo que falta es un esquema de financiamiento donde bancos e industrias trabajen como aliados”, enfatizó. Riquelme destacó la necesidad de que la banca entienda los flujos de capital que requieren los industriales para crecer.
Señaló que los bancos no deben limitarse a protegerse frente a riesgos, sino acompañar proyectos que puedan generar valor agregado y exportaciones. La visión apunta a construir un sistema donde la industria nacional pueda escalar, generar empleo y proyectar sus productos hacia el exterior.
El viceministro puso el foco en que empresas como esta, tienen la capacidad de posicionar a Paraguay en el mapa internacional de alimentos de calidad. Sin embargo, aclaró que ese crecimiento no es posible sin políticas de financiamiento que permitan invertir en producción, tecnología y logística.
“Es necesario que se reconozca el potencial de estas empresas y se diseñen herramientas financieras que las impulsen, no que solo protejan al banco”, remarcó.
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Riquelme reiteró que Paraguay tiene productos con reconocimiento global, pero aún enfrenta desafíos estructurales. Desde la disponibilidad de crédito hasta el acompañamiento en procesos productivos, los industriales requieren apoyo para convertir sus ideas en plataformas de desarrollo y exportación.
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Sistema financiero rígido limita expansión industrial
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, expuso el modelo de financiamiento vigente en Paraguay, y señaló que la falta de flexibilidad constituye uno de los mayores inhibidores para el crecimiento industrial.
Según explicó, mientras en sectores como el comercio y el agro el retorno de capital puede darse en plazos relativamente cortos, la industria necesita un esquema distinto, capaz de comprender los riesgos y plazos que enfrenta.
“En Paraguay la plata no es paciente, el dinero no espera”, manifestó Riquelme a Unicanal. Dijo que esa lógica puede funcionar en operaciones comerciales o agroexportadoras ligadas a commodities, donde los ciclos de compra y venta permiten al empresario liquidar créditos en cuestión de meses.
Pero en el caso industrial, los flujos de caja son más variables y dependen tanto del tamaño del mercado como del tipo de producto. “Pretender aplicar las mismas reglas al sector fabril es desconocer la naturaleza del negocio”, remarcó.
FALTA DE COMPRENSIÓN
La consecuencia de esta falta de comprensión es clara, según el viceministro, ya que proyectos que podrían generar valor agregado y empleos terminan frenados por falta de condiciones financieras. Sostuvo que se necesita con urgencia un sistema más sensible a la dinámica del sector privado, con departamentos especializados en evaluar riesgos y en diseñar productos adaptados a las distintas etapas de inversión.
“Un emprendedor debería poder presentar su flujo de caja y que el banco tenga capacidad de analizarlo en profundidad, de sensibilizar los riesgos que está asumiendo y acompañarlo en el proceso, en vez de exigir un retorno inmediato”, subrayó.
El viceministro advirtió que esta limitación se vuelve aún más evidente en un país que tradicionalmente invierte para abastecer al mercado interno. Esa lógica, dijo, condena a las industrias a operar en pequeña escala, con baja productividad y escasa competitividad regional. Sin financiamiento a mediano y largo plazo, es difícil dar el salto hacia niveles de producción que permitan aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el mercado regional e internacional.
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Sistema financiero rígido limita el desarrollo industrial, advierte viceministro
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, expuso el modelo de financiamiento vigente en Paraguay, y señaló que la falta de flexibilidad constituye uno de los mayores inhibidores para el crecimiento industrial.
Según explicó, mientras en sectores como el comercio y el agro el retorno de capital puede darse en plazos relativamente cortos, la industria necesita un esquema distinto, capaz de comprender los riesgos y plazos que enfrenta.
“En Paraguay la plata no es paciente, el dinero no espera”, manifestó Riquelme a Unicanal. Dijo que esa lógica puede funcionar en operaciones comerciales o agroexportadoras ligadas a commodities, donde los ciclos de compra y venta permiten al empresario liquidar créditos en cuestión de meses.
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Pero en el caso industrial, los flujos de caja son más variables y dependen tanto del tamaño del mercado como del tipo de producto. “Pretender aplicar las mismas reglas al sector fabril es desconocer la naturaleza del negocio”, remarcó.
La consecuencia de esta falta de comprensión es clara, según el viceministro, ya que proyectos que podrían generar valor agregado y empleos terminan frenados por falta de condiciones financieras. Sostuvo que se necesita con urgencia un sistema más sensible a la dinámica del sector privado, con departamentos especializados en evaluar riesgos y en diseñar productos adaptados a las distintas etapas de inversión.
“Un emprendedor debería poder presentar su flujo de caja y que el banco tenga capacidad de analizarlo en profundidad, de sensibilizar los riesgos que está asumiendo y acompañarlo en el proceso, en vez de exigir un retorno inmediato”, subrayó.
El viceministro advirtió que esta limitación se vuelve aún más evidente en un país que tradicionalmente invierte para abastecer al mercado interno. Esa lógica, dijo, condena a las industrias a operar en pequeña escala, con baja productividad y escasa competitividad regional. Sin financiamiento a mediano y largo plazo, es difícil dar el salto hacia niveles de producción que permitan aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el mercado regional e internacional.
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Producir con más responsabilidad, la clave para el futuro
El viceministro de Industria y Comercio, Marco Riquelme, sostuvo que las industrias que liderarán en el futuro no son aquellas que más producen o que mejor producen, sino las que producen con más responsabilidad. Estas declaraciones fueron realizadas en el marco del taller “Visión de un Paraguay Circular”, una iniciativa del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) con apoyo de la Unión Industrial Paraguaya (UIP).
Se trata del primer paso en la construcción de la Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC) y marca el inicio de un proceso histórico para la elaboración de una hoja de ruta que guiará al Paraguay hacia un modelo productivo más eficiente, resiliente y sostenible.
UNIFICAR CRITERIOS
El viceministro Marco Riquelme aseguró que este espacio permitirá unificar criterios y conceptos de economía circular, mapear las barreras y necesidades que dificultan alcanzar un Paraguay más circular. Asimismo, ayudará a identificar las oportunidades en el sentido de que sectores podrían, a partir de la estrategia, aplicar un mayor reaprovechamiento y transformación de materiales para incrementar el número de materiales con circularidad aplicada y amplificar el impacto.
“Entonces ese ingrediente de responsabilidad es lo que estamos queriendo incorporar con métodos de esfuerzos dentro de la mentalidad del empresario, porque hoy estamos convencidos de que la sostenibilidad ya no es una elección, sino es una métrica de competitividad, un indicador de competitividad”, manifestó.
VISIÓN SOCIAL
Por su parte, el viceministro de Mipymes, Gustavo Giménez, habló de la importancia de impulsar el desarrollo de la economía circular con una visión social, pensando, por un lado, en el ámbito de la formalización y la inclusión de los recicladores, que constituye un importante ecosistema de oportunidades para que puedan trabajar en conjunto y aprovechar la sinergia para la recuperación de los materiales y en el tratamiento ambiental.
“Esto nos impulsa para que podamos generar en conjunto un sistema que sea trazable y que nos permita encontrar esos procesos de formalización que queremos brindarle a toda la cadena y que esto obviamente pueda integrarse con la oportunidad de financiamiento”, expresó.