Argentina. AFP.
Agobiados por la enésima crisis inflacionaria, muchos argentinos se ven tentados a ensayar la fórmula extrema e inexplorada del candidato presidencial ultraliberal Javier Milei para resolver sus problemas económicos: abandonar el peso y adoptar el dólar. En un país con más de 100 % de inflación anual que destruye el poder de compra de los salarios, el dólar es un refugio.
Por eso el mensaje de Milei caló hondo. “Terminar con la inflación es posible, solo debemos quitarles a los políticos el arma monetaria”, lanzó el más votado en las primarias de agosto en alusión al mecanismo de emisión de moneda para financiar el déficit del Estado, causa fundamental según él de la devaluación crónica del peso.
Milei propone además eliminar el Banco Central, que emite moneda, pero también monitorea el sistema financiero. Su idea de abrazar el dólar centraliza el debate hacia los comicios generales de octubre, y es rechazada por la mayoría de los economistas locales, incluyendo otros opositores liberales. “Sería bueno dolarizar. Con esta devaluación vendo la mitad y solo ganan los grandes especuladores”, afirma a la AFP Iván Abl, que comercia telas desde hace 30 años en Buenos Aires.