Roma, Italia. AFP.
Cristianos de todo el mundo celebraban este fin de semana de Pascua otra vez bajo las restricciones contra el coronavirus, que sigue propagándose con fuerza, especialmente en América Latina, donde hubo más 25 millones de contagios.
Ante el aumento de infecciones, y a pesar de que la vacunación va avanzando, muchos gobiernos tuvieron que volver a imponer medidas.
Italia, uno de los países europeos más golpeados por el virus, inició el sábado un estricto confinamiento durante la Semana Santa, con todo su territorio considerado “zona roja” de riesgo elevado, lo que privó a las familias de reunirse en estas fechas tradicionales.
En Roma, en la normalmente bulliciosa Piazza Navona, se veían algunas personas paseando su perro, en un día primaveral.
En los alrededores, las tiendas consideradas esenciales estaban abiertas, pero sin las multitudes habituales.
En Francia, nuevas restricciones en todo el territorio entraron en vigor este sábado, para intentar frenar la explosión de contagios que están poniendo al borde del colapso los hospitales de la capital.
Y en la vecina Alemania, donde el gobierno tuvo que dar marcha atrás a unas severas restricciones para el fin de semana pascual, la canciller Angela Merkel pidió a la población que limitara al máximo sus encuentros.
25 MILLONES DE CASOS
La región de América Latina y el Caribe superó el viernes la barrera de los 25 millones de infecciones y ya acumula más de 792.000 muertes, según un recuento de la AFP.
En Chile, que ya vacunó al 24% de la población con dos dosis y avanza más rápido que ninguno en la región. En Argentina, el presidente Alberto Fernández anunció el viernes que dio positivo al covid-19 en una prueba de antígenos. Brasil, el segundo país del mundo más enlutado por el virus con 328.000 decesos, vivió en marzo el peor mes de la pandemia con más de 66.000 muertos.