El presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin se dieron un apretón de manos en la Base Aérea Elmendorf-Richardson de Alaska, antes de su cumbre sobre la guerra en Ucrania. El presidente ruso caminó hacia Trump por una alfombra roja y ambos dirigentes se dieron un apretón de manos. Vladimir Putin dijo unas palabras a su anfitrión. Acto seguido se dieron un segundo apretón de manos antes de subir juntos a un coche.
Putin estará acompañado este viernes por su ministro de Relaciones Exteriores y un asesor durante su reunión en Alaska con su homólogo estadounidense Donald Trump, informó el Kremlin a CNN. Inicialmente, la reunión estaba programada para que fuera a solas entre ambos dirigentes. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, informó al canal de televisión estadounidense que el canciller Serguéi Lavrov y el consejero Yuri Ushakov estarán presentes en el encuentro.
Ucrania recuperó pueblos
Ucrania recuperó seis pueblos de una zona estratégica del este que las fuerzas rusas habían tomado en los últimos días, anunció el viernes un cuerpo del ejército ucraniano, antes de la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska. El primer cuerpo de la Guardia Nacional Azov declaró que las tropas ucranianas habían logrado “detener el avance del enemigo” en la zona de Pokrovsk, ciudad minera epicentro de los combates, y que habían recuperado seis pueblos.
Este anuncio se produce poco antes de la cumbre entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, a la que el dirigente ucraniano Volodimir Zelenski no fue invitado. Será la primera vez que Putin pise suelo occidental desde que ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, una guerra que ha causado la muerte de decenas de miles de personas y en la que Rusia gana terreno. Actualmente controla aproximadamente una quinta parte del territorio.
Fuente: AFP.
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Cumbre Trump y Putin terminó sin revelar un plan para Ucrania
El presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin se fueron de Alaska sin revelar un plan para acabar con la guerra o alcanzar un alto al fuego en Ucrania, tras una cumbre amistosa y, según ellos, “productiva”. El mandatario ucraniano Volodimir Zelenski, quien no fue invitado al encuentro, anunció este sábado que iría el lunes a Washington para hablar con Trump, con quien mantuvo una conversación telefónica en la que le informó de los “principales puntos” de la reunión con Putin.
En su vuelo de regreso de Alaska, Trump mantuvo una “larga llamada” con Zelenski, indicó, por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. El magnate republicano también habló con los líderes de la UE, Francia, Alemania, Reino Unido y la OTAN, según una vocera de la Comisión Europea. Antes de dejar Anchorage, Trump calificó la cumbre de “muy productiva”, mientras que Putin la tildó de “constructiva”, pero nada se sabe de sus tres horas de conversación en una base militar de Alaska.
Trump, quien se jacta de ser un negociador decisivo, aseguró en declaraciones conjuntas a la prensa que quedan “muy pocos” asuntos por resolver para encontrar una solución a la guerra desencadenada hace más de tres años por la invasión rusa de Ucrania. “Uno de ellos es probablemente el más importante”, añadió sin especificar cuál.
“No lo hemos logrado, pero tenemos muchas posibilidades de conseguirlo”, dijo Trump, que partió rumbo a Washington tras haber pasado seis horas en Alaska, las mismas que Putin. El multimillonario de 79 años se había fijado el objetivo de organizar rápidamente una cumbre tripartita con Putin y Zelenski, y garantizar un alto al fuego.
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“Depende” de Zelenski
No mencionó lo uno ni lo otro al final del encuentro con Putin, pero en una entrevista en Fox News grabada justo después, Trump declaró que alcanzar un acuerdo “depende realmente del presidente Zelenski”. El tono del presidente estadounidense con Putin distó mucho del previo a la reunión, cuando amenazó con irse en pocos minutos si no veía avances o aseguró que el jefe del Kremlin no iba a “jugar” con él.
De hecho, descartó penalizar a Rusia con “consecuencias muy graves”, tal como había considerado si veía que el país no aceptaba poner fin a la guerra. “Visto cómo han ido las cosas hoy, no creo que deba pensar en eso ahora”, respondió a Fox News. Putin, por su parte, dijo también en un tono comprometido y cordial que espera que “el entendimiento alcanzado allane el camino hacia la paz en Ucrania”.
Al mismo tiempo, expresó su deseo de que “Kiev y las capitales europeas perciban todo esto de forma constructiva y no creen obstáculos ni intenten interrumpir el progreso emergente mediante provocaciones o intrigas entre bastidores”.
Ambos habían prometido una rueda de prensa tras la cumbre, pero solo se dieron un apretón de manos al terminar sus discursos y se marcharon sin responder a los periodistas que los bombardeaban con preguntas. Ucrania y los europeos temían que Putin pudiera manipular a Trump en la cumbre, luego que este mencionara anteriormente la posibilidad de realizar concesiones a nivel territorial.
“En última instancia, depende de ellos”, dijo Trump sobre los ucranianos. También afirmó que podría volver a ver al presidente ruso “muy pronto”, a lo que Putin respondió, en inglés, “la próxima vez en Moscú”. “Imagino que eso podría suceder”, le contestó Trump, con un telón de fondo azul en el que se leía “En busca de la paz”. Este encuentro marca un espectacular regreso de Putin a la escena internacional, mientras continúa el conflicto más sangriento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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“Siguen matando”
El gran protagonista ausente, el presidente ucraniano, declaró que “contaba” con Trump para poner fin al conflicto. Los soldados rusos “siguen matando el día de las negociaciones”, lamentó Zelenski, aunque su ejército anunció haber recuperado seis pueblos conquistados por Rusia en los últimos días. Antes de la reunión en Alaska, las posturas de ambos beligerantes eran irreconciliables.
Rusia exige que Ucrania ceda cuatro regiones parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), además de Crimea, anexionada en 2014, y que renuncie al suministro de armas occidentales y a adherirse a la OTAN. Para Kiev esto es inaceptable. Exige un alto el fuego incondicional e inmediato, así como garantías de seguridad futuras. Trump, quien desde la invasión rusa de Ucrania ha generado antagonismo entre ambos beligerantes, lleva tiempo hablando de “concesiones mutuas” a nivel territorial.
Fuente: AFP.
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Trump se dirige a Alaska para un cara a cara con Putin
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reúnen este viernes en Alaska en una cumbre que podría ser decisiva para el futuro de Ucrania y tiene en vilo al mundo. Trump partió de Washington rumbo a Alaska el viernes por la mañana. “MUCHO EN JUEGO”, publicó Trump en su plataforma Truth Social poco antes de abordar el Air Force One y despegar para el vuelo de casi siete horas hacia Anchorage.
Putin en tanto, pisará suelo occidental por primera vez desde que ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, una guerra que ha causado la muerte de decenas de miles de personas y en la que Rusia gana terreno. Actualmente controla aproximadamente una quinta parte del territorio. Trump hizo la invitación por sugerencia del propio líder ruso, pero el presidente estadounidense se ha mostrado a la defensiva y ha advertido que la reunión podría terminar en cuestión de minutos si Putin no cede.
Los dirigentes europeos estarán pendientes de cada palabra y gesto. Para el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, será otro día de alto voltaje. Hasta ahora ha rechazado públicamente la presión de Trump para que ceda el territorio ocupado por Rusia. Trump alardea de talante negociador, pero ha rebajado las expectativas diciendo que es una “reunión de tanteo” para ver si Putin habla en serio.
“Soy presidente, y él no va a jugar conmigo”, declaró a periodistas en la Casa Blanca el jueves. “Si es una reunión mala, terminará muy rápido, y si es una buena, vamos a terminar logrando la paz en un futuro bastante cercano”, aseguró el mandatario, quien calcula que la cumbre tiene un “25 %” de probabilidades de fracasar. A su llegada a Alaska, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, rechazó hacer pronósticos.
“Nunca hacemos suposiciones anticipadas”, declaró el canciller, luciendo lo que parecía ser una camiseta con la palabra “URSS” en ruso escrita en ella. “Sabemos que tenemos nuestros argumentos y nuestra postura es clara y sin ambigüedad. La presentaremos”, añadió. Trump ha prometido consultar rápidamente con los líderes europeos y con Zelenski. Según él, para alcanzar un acuerdo final hace falta una reunión tripartita con Zelenski y repartirse el territorio.
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Golpe de timón
Trump ha expresado su admiración por Putin en el pasado. Una reunión con él en 2018 durante su primer mandato (2017-2021) le valió una lluvia de reproches por, según sus críticos, haberse mostrado intimidado. Antes de regresar a la Casa Blanca en enero, Trump presumió de buena relación con Putin, culpó a su predecesor demócrata Joe Biden de la guerra en Ucrania y prometió lograr la paz en 24 horas.
Pero a pesar de las llamadas telefónicas a Putin y de una bronca pública con Zelenski en febrero en la Casa Blanca, el jefe del Kremlin se obstina. Trump ha reconocido sentirse frustrado con Putin y ha advertido de “consecuencias muy graves” si no acepta un alto el fuego. Las conversaciones están programadas para las 11:30 (19:30 GMT) del viernes en la Base Aérea Elmendorf. La elección de Alaska no es casual.
Para llegar a Alaska, Putin, objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional, de la que Estados Unidos no es miembro, solo tiene que cruzar el estrecho de Bering. Además, Alaska es un territorio con pasado ruso ya que fue cedido por Rusia a Estados Unidos en el siglo XIX. Moscú ha citado este acuerdo para demostrar la legitimidad de los intercambios de territorios.
Altos cargos rusos también están sometidos a sanciones, pero el Departamento del Tesoro estadounidense las flexibilizó temporalmente para permitirles viajar y usar tarjetas bancarias en Alaska. El Kremlin afirmó que espera que Putin y Trump se reúnan a solas con intérpretes antes de un almuerzo de trabajo con sus asesores. No está previsto que los presidentes salgan de la base. En Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, los manifestantes han colocado carteles de solidaridad con Ucrania.
¿Victoria para Putin?
La cumbre contrasta con el enfoque de los líderes europeos y de Biden, quienes prometieron no dialogar con Rusia sobre el futuro de Ucrania a menos que Kiev esté presente. Zelenski declaró el martes que la cumbre de Alaska es una “victoria personal” para Putin. Con el viaje, Putin “sale de su aislamiento” y, de alguna manera, aplazó las sanciones que Trump había prometido imponer a Rusia.
Pero el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, ha pedido garantías de seguridad para Ucrania, una idea que Trump minimizó hace meses. Daniel Fried, exdiplomático estadounidense que ahora trabaja en el Atlantic Council, un grupo de reflexión, estima que Trump tiene forma de presionar a Putin con nuevas sanciones y el envío de armas a Ucrania. Pero Putin podría intentar distraerlo con una nueva propuesta. Según Fried, “es un maestro en el nuevo objeto llamativo que resulta ser insignificante”.
Fuente: AFP.
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Cumbre Trump-Putin se celebrará en una base militar en Alaska
La cumbre del viernes entre el presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se celebrará en una gran base militar cerca de Anchorage, la ciudad más grande de Alaska, confirmó este miércoles un funcionario de la Casa Blanca. La base aérea Elmendorf-Richardson, una vasta instalación del ejército de tierra y de la fuerza aérea al norte de la ciudad, albergará la reunión sobre la guerra en Ucrania. El presidente estadounidense y sus ministros suelen usar su larga pista de aterrizaje como parada de reabastecimiento de combustible durante sus viajes oficiales a Asia.
Es una de las dos principales bases aéreas de Alaska, desde donde despegan regularmente aviones de combate para interceptar naves rusas que se acercan demasiado al espacio aéreo estadounidense en la región. Alaska es una zona estratégica desde la Guerra Fría y aún alberga una importante base de misiles de defensa.
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Un estado con pasado ruso
Alaska, que acogerá el viernes una cumbre entre los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin, estuvo bajo control ruso antes de ser vendida a Estados Unidos en el siglo XIX. Pese al paso del tiempo la influencia rusa sigue presente en este estado ártico estadounidense.
Excolonia rusa
Cuando el explorador danés Vitus Bering navegó por primera vez por el estrecho que separa Asia de América en 1728, lo hacía en una expedición para la Rusia zarista. El descubrimiento de lo que hoy se conoce como el estrecho de Bering reveló la existencia de Alaska al oeste. Los pueblos indígenas llevaban viviendo allí miles de años. La expedición de Bering dio inicio a un siglo de caza de focas en Rusia, con la primera colonia establecida en la isla Kodiak, al sur del país.
En 1799, el zar Pablo I fundó la compañía ruso-estadounidense para organizar el comercio de pieles. Sobreexplotadas, las poblaciones de focas y nutrias marinas colapsaron, y con ellas las economías de los colonos. En 1867, Moscú vendió el territorio a Washington por 7,2 millones de dólares, una compra criticada en aquel momento. Alaska se convirtió en un estado estadounidense de pleno derecho en 1959.
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Lengua e iglesias
La iglesia ortodoxa, establecida en Alaska desde la fundación de la Compañía ruso-estadounidense, sigue siendo uno de los principales legados rusos en el territorio. Más de 35 iglesias históricas, algunas con las cúpulas típicas de la arquitectura ortodoxa, salpican la costa de Alaska, según una asociación que busca protegerlas. La diócesis ortodoxa del estado afirma ser la más antigua de Norteamérica e incluso cuenta con un seminario en la isla Kodiak.
Un dialecto derivado del ruso y mezclado con lenguas indígenas locales sobrevivió durante décadas en diversas comunidades, especialmente cerca de la importante ciudad de Anchorage, hasta que prácticamente desapareció. Pero cerca de los inmensos glaciares de la península de Kenai, aún se enseña ruso. La pequeña escuela rural de una comunidad ortodoxa conocida como “Viejos Creyentes”, nacida de un cisma del siglo XVII y establecida allí en la década de 1960, imparte clases de ruso a un centenar de estudiantes.
Vecinos
Los rusos “son nuestros vecinos de enfrente, incluso se puede ver Rusia desde una isla en Alaska”, declaró Sarah Palin en 2008, entonces gobernadora del estado y candidata a la vicepresidencia junto al republicano John McCain. De hecho, en el estrecho de Bering, dos islas se encuentran enfrentadas. Diómedes Mayor, al oeste, es rusa, y Diómedes Menor, habitada por unas pocas decenas de personas, estadounidense. Las separan menos de 4 kilómetros.
Más al sur, dos rusos desembarcaron en octubre de 2022 en la isla San Lorenzo, a menos de 100 km de la costa rusa, para solicitar asilo en Estados Unidos y escapar de una movilización militar en apoyo a la guerra en Ucrania. Durante años, el ejército estadounidense ha anunciado que intercepta aviones rusos que se acercan demasiado a su espacio aéreo en la región. Pero Rusia no está interesada en apoderarse de Alaska, donde “también hace frío”, ironizó Vladimir Putin en 2014.
Fuente: AFP.
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Tal vez Zelenski sea invitado a Alaska, pero en todos los casos solo después de reunión Trump-Putin
En cuatro días, el 15 de agosto, finalmente Donald Trump y Vladímir Putin se encontrarán en Alaska para conversar sobre el futuro de Ucrania, sin embargo el cuestionado presidente Zelenski trata por todos los medios de ingresar a la reunión, aunque sea por la ventana, es decir, moviendo los hilos de la diplomacia de la Unión Europea a cualquier costo.
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“El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, no fue invitado el próximo 15 de agosto a la reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, ya que lleva tres años y medio sin conseguir ningún resultado", expresó el mandatario norteamericano, según RT.
El inquilino de la Casa Blanca expresó que Zelenski “ya ha ido a muchas reuniones, lleva ahí tres años y medio y no ha pasado nada [...] quiero decir, ¿realmente quieres a alguien que haya estado haciendo eso por tres años y medio?“, declaró este lunes durante una rueda de prensa”, indicaron desde el medio digital.
En cierto momento, cuando le preguntaron qué representaría un buen acuerdo para acabar con el conflicto ucraniano, Trump aseguró que se trata de una situación “muy grande y compleja”, por lo que no sabrá cuál es la definición de buen acuerdo hasta que lo discuta el viernes con su homólogo ruso.
Los dos primeros minutos
Para el mandatario estadounidense, “vamos a tener una reunión con Vladímir Putin y, al final de esa reunión, probablemente en los dos primeros minutos, sepa exactamente si se puede llegar a un acuerdo o no [...] porque eso es lo que hago, hago acuerdos", insistió.
Donald Trump fue tajante. Varios fueron los intentos de participar en la reunión con Zelenski a través de los líderes europeos, sin embargo, un funcionario de la Casa Blanca aseguró que, a pesar de que Washington todavía no descarta incluir a Kiev en algunas reuniones, “cualquier cosa que involucre la participación de Zelenski solo ocurrirá después de que Trump y Putin se hayan reunido".
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