Unos 30 jinetes y 42 caballos están viajando desde Uruguay hasta Paraguay. Específicamente, hasta la Escuela Artigas, que cumple 100 años. La institución educativa está ubicada en el predio del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción. Allí vivió el general José Gervasio Artigas, conocido como “el jefe de los orientales”, antes de su muerte.

Así lo da a conocer El País, de Uruguay, que narra que se trata de “el chasque y la movida ecuestre más grande que hayan visto: más de 50 escuelas entregaron presentes que estos hombres llevarán a los niños paraguayos que estudian en la única escuela pública uruguaya en el exterior”. La comitiva prevé llegar a la Escuela Artigas entre el 25 y el 26 de abril, pocos días antes del acto protocolar por los 100 años.

“Cada marcha avanza entre 30 y 35 kilómetros por día en dos tiempos: entre dos y tres horas en la mañana y lo mismo en la tarde. Se paran en lugares con buen pasto y preferentemente donde haya agua, así los caballos (y los jinetes) pueden descansar”, refiere la publicación de El País.

Un hecho llamativo es que con la comitiva “cabalgan dos caballos moros del Regimiento Blandengues de Artigas, la raza equina considerada autóctona y que era la que elegía el prócer para montar por su resistencia. Uno de los caballos va ensillado pero sin jinete en señal de que está listo si lo llama su general”.

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María José Volpe, directora de la escuela que es territorio uruguayo en Asunción, expresó a El País que “esta marcha habla de un gran amor por la figura de Artigas y por la escuela. (Estos jinetes y los niños que mandaron sus mensajes) son hijos de la escuela pública uruguaya que están devolviendo el cariño que la escuela les ofrece”.

Volpe está al frente de los festejos, pero aclara que hay una “familia” muy grande ocupándose de que todo esté listo para tirar la casa por la ventana el próximo 28 de abril. Ese día se hará el acto protocolar al que asistirán autoridades de Uruguay y de Paraguay, exalumnos y amigos que, según cree, va a superar la asistencia de cualquier evento de fin de cursos.

Los festejos empezarán dos días antes con la llegada de las dos marchas de los jinetes y la entrega de lo recogido por el chasque. “Vamos a estar haciéndole una devolución y mandándoles saludos a cada uno de los niños”, promete y agrega que “se generó una movida que no se había vivido nunca. Hasta la escuela del último rinconcito del país se movilizó para saludar a esta escuela que nos representa a todos. Es la escuela de todos los uruguayos”, se lee en el artículo de El País de Uruguay.

La directora reconoce que ha aprendido más sobre Artigas desde que está en Asunción que en Uruguay y aclara que aprecia las costumbres paraguayas que le han enseñado sus alumnos y sus familias. “Todos los maestros deberían vivir la experiencia. Tenemos lazos con este país que no los sabemos”, señala a la publicación del medio uruguayo.

Un ejemplo de cercanía es que Francisco Acuña de Figueroa fue el autor de la letra del himno paraguayo, al igual que del himno uruguayo. Los dos se cantan en la Escuela Artigas. “Estar acá es una oportunidad. No lo veo de otra manera”, cierra Volpe.

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La publicación hace referencia al yvyrá pyta a cuyos pies Artigas se sentaba a descansar. Se trata de un símbolo nacional uruguayo desde setiembre de 1950, que continúa en pie, pero solamente su tronco. El mismo tiene al menos 240 años y desde el 2021 es inspeccionado por técnicos de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Asunción y de la municipalidad capitalina.

Afortunadamente, el mítico árbol “tiene hijos y nietos”, como le gusta decir a Volpe y fueron plantados y que hoy pueden ayudar a que no desaparezca por completo del predio histórico.