El aumento de los ataques del grupo Hezbolá “arrastra a Líbano a una guerra”, advirtió el ejército israelí el domingo después de nuevos cruces de disparos en su frontera norte. “Hezbolá agrede y arrastra a Líbano a una guerra de la que no sacará ningún beneficio, pero en la que se arriesga a perder mucho”, dijo el portavoz de la Fuerzas de Defensa de Israel, Jonathan Conricus.
El grupo libanés es aliado del movimiento palestino Hamás, que lanzó el 7 de octubre un ataque contra Israel y mató al menos a 1.400 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
Israel respondió con bombardeos incesantes contra Gaza que han matado a más de 4.600 gazatíes, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del movimiento palestino que controla la Franja.
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“Hezbolá está jugando un juego muy, muy peligroso. Está escalando la situación. Vemos más y más ataques cada día”, dijo Conricus. “¿El Estado libanés está dispuesto a arriesgar lo poco que queda de prosperidad libanesa y soberanía libanesa por los terroristas en Gaza?”, preguntó.
Los últimos intercambios de disparos mataron a seis combatientes de Hezbolá y a un miembro del movimiento palestino Yihad Islámica en Líbano. Del otro lado, tres soldados israelíes resultaron heridos por fuego antitanque de Hezbolá, uno de ellos gravemente, además de dos trabajadores agrícolas tailandeses.
Desde el 7 de octubre, 29 personas murieron del lado libanés, en su mayoría combatientes, pero también civiles, incluyendo un periodista de la agencia Reuters. Israel dio por su parte un balance de cuatro muertos, entre ellos tres soldados.
Líbano informó el domingo de “contactos diplomáticos a nivel internacional y en el mundo árabe (...) para poner fin a los ataques israelíes contra Líbano” y evitar que el conflicto de Gaza se desborde.
Israel ordenó la evacuación de decenas de comunidades en el norte de su territorio. En Líbano, miles de personas también huyeron de las zonas fronterizas.
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El número dos de Hezbolá, Naim Qassem, alertó que podían aumentar su implicación en el conflicto. El grupo respaldado por Irán combatió en 2006 una guerra que dejó más de 1.200 muertos en Líbano, en su mayoría civiles, y 160 en Israel, principalmente soldados.
El domingo el ejército israelí dijo que había localizado “una célula terrorista que intentaba lanzar misiles antitanque” hacia Avivim, un pueblo agrícola.
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Sudán: al menos 40 muertos por el peor brote de cólera
Al menos 40 muertes vinculadas con el cólera se registraron en una semana en la región sudanesa de Darfur, en el peor brote de esa enfermedad que ha sufrido el país africano devastado por la guerra, alertó el jueves Médicos Sin Fronteras (MSF). “Además de una guerra total, la población de Sudán está sufriendo ahora el peor brote de cólera que ha vivido el país en años”, afirmó la organización médica en un comunicado.
“Solo en la región de Darfur, los equipos de MSF atendieron a más de 2.300 pacientes y registraron 40 muertes en la última semana“. Desde julio de 2024, se han registrado alrededor de 100.000 casos de cólera en todo Sudán, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertó que la dolencia se está propagando “por todos los estados sudaneses”.
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La temporada de lluvias, que se intensifica en agosto, podría agravar la crisis sanitaria. El cólera es una infección intestinal aguda que se propaga a través de alimentos y agua contaminados con bacterias, a menudo provenientes de materia fecal. Provoca diarrea grave, vómitos y calambres musculares.
Esta enfermedad puede ser mortal en pocas horas si no se trata, pero puede curarse con una simple rehidratación oral y con el uso de antibióticos en casos más graves. Al entrar en su tercer año, la guerra sudanesa, que ha matado a decenas de miles de personas y desplazado a millones, ha provocado lo que Naciones Unidas describe como “la peor crisis humanitaria del mundo”.
Fuente: AFP.
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El ejército israelí aprobó el plan para una nueva ofensiva en Gaza
El ejército israelí anunció ayer miércoles que aprobó el marco para una nueva ofensiva en la Franja de Gaza, donde el movimiento islamista Hamás condenó sus “agresivas” incursiones terrestres en Ciudad de Gaza, la mayor aglomeración urbana en el territorio palestino. Testigos informaron de intensos ataques aéreos sobre la ciudad, así como de la presencia de tanques israelíes y fuertes explosiones en los barrios de Tal al Hawa y Zeitun, donde el ejército estaba demoliendo casas.
Tras 22 meses de guerra, Israel quiere tomar el control de Ciudad de Gaza, en el norte del territorio y de los campos de refugiados cercanos, una de las zonas más densamente pobladas de la Franja de Gaza. Con esta ofensiva busca desmantelar los últimos bastiones de Hamás. Por orden del gabinete militar del primer ministro Benjamin Netanyahu, el ejército, que actualmente controla tres cuartas partes del territorio, se prepara para lanzar esta nueva fase de operaciones con el fin de liberar a todos los rehenes israelíes retenidos en Gaza y “derrotar” a Hamás.
El jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, “aprobó el marco principal del plan operativo del ejército en la Franja de Gaza”, según un comunicado militar, que no precisó ninguna fecha. El movimiento islamista palestino denunció “incursiones agresivas en Ciudad de Gaza” y una “escalada peligrosa por parte de Israel”. En las calles de la ciudad, familias palestinas volvían a huir, con sus equipajes y colchones apilados en bicicletas y carretas.
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“Los tanques avanzan”
“Desde hace varios días, los tanques avanzan (...) en la parte sureste del barrio de Zeitun, destruyendo casas. Los tanques también avanzan en la parte sur de Tal al Hawa”, contó a AFP Abu Ahmed Abbas, un hombre de 46 años cuya casa fue destruida en este barrio. “Las explosiones son masivas, hay muchos bombardeos (...) los tanques siguen allí y he visto a decenas de civiles huir” hacia el oeste de la ciudad, dijo Fatum, una mujer de 51 años que vive con su marido y su hija en una tienda de campaña en Tal al Hawa.
El jefe del Estado Mayor señaló el miércoles “la importancia de aumentar la disponibilidad y la preparación de las tropas para el reclutamiento de reservistas”, una cuestión política espinosa, ya que los ultraortodoxos, que representan potencialmente a decenas de miles de hombres, se niegan a efectuar el servicio militar obligatorio.
La aprobación del plan coincide con el anuncio de Hamás de que una delegación del movimiento llegó a El Cairo para mantener “conversaciones preliminares” con responsables egipcios sobre una nueva tregua. Egipto indicó el martes que trabaja con Catar y Estados Unidos para lograr un alto el fuego de 60 días en la Franja de Gaza, donde la guerra estalló el 7 de octubre de 2023 tras el ataque sin precedentes de Hamás en territorio israelí. Netanyahu afirmó el domingo que el plan israelí “no tenía como objetivo ocupar Gaza, sino desmilitarizarla”.
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Significado de “victoria”
El dirigente se enfrenta a una fuerte presión por parte de la opinión pública de su país, conmocionada por la suerte de los 49 rehenes que siguen retenidos en Gaza, 27 de los cuales han muerto según el ejército. En el extranjero se multiplican los llamamientos para poner fin al sufrimiento de los más de dos millones de habitantes del territorio, amenazados por una “hambruna generalizada”, según la ONU.
El miércoles por la noche, Netanyahu comentó los recurrentes llamados para poner fin a la guerra por parte de antiguos responsables del aparato de seguridad israelí: “Les tengo mucho respeto, pero han olvidado el significado de la palabra victoria”.
Por su parte, Hamás pidió “continuar la movilización masiva contra la agresión, el genocidio y el hambre” en Gaza, con “jornadas de marcha y de ira contra la ocupación y sus apoyos” el viernes, sábado y domingo frente a “las embajadas sionistas y estadounidenses” de todo el mundo. El ataque de Hamás de octubre de 2023 que desató la guerra causó la muerte de 1.219 personas, según un balance de AFP basado en cifras oficiales.
Fuente: AFP.
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Tomar el desayuno y correr al búnker en 90 segundos
Cuando empiezan a sonar las sirenas de alerta sobre los cielos de Tel Aviv, la familia Weisman y millones como ellos buscan refugio de los misiles en camino y hoy continúan recogiendo los escombros de sus vidas.
Vera Lucía Papaterra, de origen dominicano, reportera del periódico estudiantil The Independent Florida Alligator (Gainesville, EE. UU.) busca ser una corresponsal internacional y fue invitada a Israel por la agencia de noticias del Medio Oriente para el mundo hispano parlante, Fuente Latina, para adentrarse a lo más profundo de un país que sigue en guerra pero que una vez más, da muestra de resiliencia, tras los ataques sufridos desde Irán, semanas atrás.
Una de sus entrevistadas fue una mujer israelí residente en Tel Aviv, Hadar Weisman, quien le relata como es la vida casi cotidiana bajo el sonar de las sirenas.
El decir por favor y gracias. Cómo usar cubiertos. Respetar a los mayores. A esa lista de lecciones básicas, la israelí Hadar Weisman añadió una que sus hijos repiten sin dudar: qué hacer en los 90 segundos después de que suenan las sirenas que indican que algún o varios misiles vienen en camino.
El 22 de junio de 2025 fue uno de esos días. En la llamada “Guerra de los doce días”, Israel y Estados Unidos habían atacado instalaciones nucleares iraníes e Irán había devuelto el fuego, lanzando decenas de misiles contra Israel. Varias zonas residenciales de Tel Aviv y en otras ciudades resultaron impactadas; 30 personas fallecieron y al menos 23 personas quedaron heridas. En Tel Aviv resultaron con daños severos varios edificios de Ramat Aviv,incluido el de Weisman. Fue una mañana de concreto roto y vidrios pulverizados que dejó a miles de israelíes sin casas, aunque con vida.
Misma sirena, diferente final
Aquella mañana, a las 7:23, tocaron a la puerta de Weisman. Eran los repartidores de un gavetero que había pedido una semana antes. Lo pusieron en el dormitorio. Apenas salieron, sonó la alerta. “Estamos muy acostumbrados a entrar al cuarto seguro”, cuenta Weisman. “Con los niños lo hacemos desde antes del 7 de octubre (del 2023 cuando terroristas de Hamás atacaron Israel)”.
Todos en casa de Weisman estaban ya vestidos y despiertos por el ruido de los obreros, así que caminaron con calma hacia la mamád, la habitación reforzada que muchos israelíes tienen en sus casas para protegerse de los misiles. El impacto llegó minutos después. El misil cayó entre los edificios de la cuadra. Ninguna estructura recibió un golpe directo, pero el golpe de la onda expansiva convirtió la casa en escombros. “Todo el edificio se sacudió y se cortó la luz”, recuerda Weisman, doctora en economía y profesora de microeconomía en la Universidad de Tel Aviv que vivía en ese apartamento desde 2019. “Nos quedamos 45 minutos en la oscuridad, sin saber qué habría cuando abriéramos la puerta”.
Sentados con una bolsa de caramelos
Dentro del cuarto seguro, un detalle dominguero: la tapa plástica del conducto del aire acondicionado salió volando y por ahí entraron polvo y residuos del edificio tras el impacto. Sentados en un colchón, con el teléfono en una mano y una bolsa de caramelos en la otra, los padres usaron el tiempo para hacer llamadas y tranquilizar a los niños. El mayor, de nueve años, lloró pensando en sus juguetes.
El impacto en el más pequeño, su hijo de tres años y medio, se mide más allá de una preocupación por sus cosas. En sí, el niño siempre pregunta la ubicación del cuarto seguro —como quien pregunta por el baño— cuando llega de visita a una casa desconocida. “Es una forma de vida y no debería serlo”, dice visiblemente emocionada Weisman. “No es manera de criar a nuestros hijos”.
Afuera, el grupo de WhatsApp del edificio se convirtió en un mapa humano. Vecinos reportaban quién estaba adentro y quién estaba en la calle para que los equipos de rescate no perdieran tiempo en búsquedas inútiles. Policías, bomberos y la unidad de rescate de la Fuerza de Defensa israelí subieron piso por piso. Forzaron la puerta acorazada del quinto piso, que quedó doblada, del apartamento de los Weisman. “Menos mal que esperamos”, dice. “Si hubiéramos intentado salir, el corredor estaba cubierto de muebles y cosas caídas. Nos habrían caído encima”.
Hay que mantener la rutina
El edificio de Weisman es uno de los más nuevos en el barrio y sus cimientos resistieron mejor que otros. Otros en la cuadra, no tanto. La familia pasó dos semanas en un hotel y luego consiguió un subarriendo en el mismo barrio para que los niños siguieran asistiendo a su misma escuela y su kínder. “Volveremos, dicen que para Pascua”, explica, con ese optimismo que nace de una rutina resistente. “Creo que será más tarde, quizá en julio”, añade con una sonrisa corta, como quien ya aprendió a negociar con la incertidumbre.
El ataque del 22 de junio fue parte de una escalada de doce días que cruzó fronteras y agendas políticas. Para Weisman, sin embargo, la política se traduce en una caminata sabatina. Ella asiste cada sábado a las manifestaciones por la paz que se llevan a cabo en la avenida Begin de Tel Aviv, donde discurso tras discurso pide el fin de la guerra y el retorno de todos los rehenes. “Voy desde antes de octubre”, cuenta, refiriéndose al 7 de octubre del 2023. “Esto no puede seguir así. Incluso si alguien creyó que al principio había justificación, ya no se ve un final ni resultados positivos. Es la forma equivocada de hacer las cosas”.
Su crítica tiene varios destinatarios. A su gobierno, que a su juicio no ha ofrecido una salida real ni ha priorizado un acuerdo para los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre. A Hamás, “una organización terrible, mala para Israel y aún peor para los gazatíes”. Y a cualquiera que crea que “disparar es mejor que hablar”, o que la vida de alguien vale menos que “un pedazo de tierra”. “Es inexcusable porque es obra humana”, dice Weisman, y la frase le tiembla en la garganta.
La confianza, admite, ya estaba dañada antes de octubre. “Siguen intentando cambiar el Estado de derecho en medio de la guerra”, señala Weisman sobre las modificaciones constitucionales que el gobierno trata de implantar para fortalecer los poderes ejecutivos y legislativos a expensa del judicial, algo que ha creado malestar en sectores de la sociedad israelí. Weisman escucha rumores sobre comicios, sospechas de fraude y un clima que erosiona las instituciones. Aun así, la decisión íntima no es simple. “Si nos paramos y decimos que esto es demasiado y nos vamos, ¿quién se queda? ¿Los que creen que esto está bien? Tampoco quiero que mi hijo cargue con esto”. Lo discuten en casa, una y otra vez.
Como casas de muñecas
Al volver a su apartamento en ruinas para recoger papeles y ropa, Weisman mira por la ventana y ve fachadas abiertas como casas de muñecas. Luego baja la mirada al pasillo, donde antes no se podía caminar sin tropezar, y recuerda la lección que repite a los niños: Hay una alarma. Se hace lo que toca. La vida va primero. “Estamos bien”, les dice. “La casa es solo cosas”.
La normalidad se despega a veces en pequeños gestos. Volver al subarriendo con mochilas y bolsas. Hacer la tarea de matemática. Preparar una cena sencilla. Y sí, repetir las reglas: por favor y gracias, respetar a los mayores, así se agarra un tenedor. Y esa otra, más urgente y aprendida a la fuerza, que suena como un juego pero enseña a sobrevivir: Sirenas en el aire. Un minuto y medio. Respira. Vete al búnker. Cierra su puerta reforzada. Espera. Vuelve a salir. Sigue adelante.
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Europa aboga por Ucrania antes de la cumbre Putin-Trump
Los líderes europeos llamaron el domingo a mantener la presión sobre Rusia y a incluir a Ucrania en las negociaciones de paz, antes de una cumbre bilateral entre Vladimir Putin y Donald Trump. Los presidentes de Rusia y Estados Unidos se reunirán el 15 de agosto en Alaska como parte de los esfuerzos de Trump para intentar encontrar una salida al conflicto que empezó en febrero de 2022 con la invasión rusa a Ucrania.
La reunión se efectuará sin la presencia del líder ucraniano, Volodimir Zelenski, que exige formar parte de las negociaciones. Al anunciar la cumbre el viernes, Trump dijo que “habrá algún intercambio de territorios para el beneficio de ambos”, refiriéndose a Ucrania y Rusia, sin dar más detalles.
“No pueden tomarse decisiones en nuestra contra, no pueden tomarse decisiones sin Ucrania. Sería una decisión contra la paz. No conseguirán nada”, advirtió Zelenski en redes sociales. “Los ucranianos no entregarán su tierra al ocupante”. El mandatario ucraniano dijo haber conversado con su homólogo francés, Emmanuel Macron, que afirmó en la red X que “el futuro de Ucrania no puede decidirse sin los ucranianos”.
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El domingo, los principales líderes europeos firmaron una declaración afirmando que “solo un enfoque que combina diplomacia activa, apoyo a Ucrania y presión sobre la Federación Rusa” podrá poner fin a la guerra. “Aplaudimos el trabajo del presidente Trump por detener la masacre en Ucrania” y “estamos listos para apoyar ese trabajo en el plano diplomático, además de mantener nuestro sustancial apoyo militar y financiero a Ucrania” así como “manteniendo e imponiendo medidas restrictivas contra la Federación Rusa”, indicaron los líderes europeos.
Entre los firmantes de la declaración figuran Macron, la italiana Giorgia Meloni, el alemán Fiedrich Merz, el polaco Donald Tusk y el británico Keir Starmer, además de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Esperamos y suponemos que el gobierno ucraniano, que el presidente Zelenski, formarán parte de este encuentro”, dijo el canciller alemán en una entrevista a la televisión ARD.
Por su parte, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, anunció una reunión de urgencia el lunes de los ministros de Exteriores del bloque. “Cualquier acuerdo entre Estados Unidos y Rusia debe incluir a Ucrania y a la UE, pues se trata de la seguridad de Ucrania y de toda Europa”, dijo en un comunicado el domingo, recordando que “el derecho internacional es claro: todos los territorios ocupados temporalmente pertenecen a Ucrania”. Las tres rondas de negociaciones entre Rusia y Ucrania celebradas este año no dieron frutos, y sigue sin estar claro si una cumbre contribuirá a acercar la paz.
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Cumbre en Alaska
La invasión rusa de Ucrania de febrero de 2022, ha dejado decenas de miles de muertos, millones de desplazados y grandes destrozos. Putin se ha resistido a los múltiples llamamientos de Estados Unidos, Europa y Ucrania para que se declare un alto el fuego. La cumbre en Alaska, un territorio que Rusia vendió a Estados Unidos en 1867, sería la primera entre los presidentes en ejercicio de Estados Unidos y Rusia desde que Joe Biden se reunió con Putin en Ginebra en junio de 2021.
Trump y Putin se reunieron por última vez en 2019 en una cumbre del G20 en Japón durante el primer mandato del estadounidense, aunque han hablado por teléfono en varias ocasiones desde enero. Después de más de tres años de combates, las posiciones ucranianas y rusas siguen siendo irreconciliables.
Para poner fin al conflicto, Moscú exige que Ucrania ceda cuatro regiones parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), además de Crimea, anexionada en 2014, y que renuncie a los suministros de armas occidentales y a cualquier adhesión a la OTAN. Estas exigencias son inaceptables para Ucrania, que exige la retirada de las tropas rusas de su territorio y garantías de seguridad occidentales. Esto incluiría más suministros de armas y el despliegue de un contingente europeo, a lo que Rusia se opone.
Fuente: AFP.