Una delegación de parlamentarios de la Unión Europea (UE) demandó al gobierno de Brasil mayores garantías de sustentabilidad ambiental para destrabar el acuerdo comercial de ese bloque con el Mercosur, durante una visita oficial al país sudamericano que concluye este jueves.
“Europa necesita para la ratificación del acuerdo un fuerte compromiso y mecanismos claros para garantizar la sustentabilidad” ambiental, dijo a la AFP la eurodiputada alemana Anna Cavazzini (Verdes), durante su paso por San Pablo. Esas exigencias están contenidas en un documento adicional al acuerdo presentado recientemente por la UE, que busca alinear el tratado a la legislación europea vigente.
En línea con la preservación de la Amazonía, una ley sancionada en abril, por ejemplo, prohíbe importar productos como cacao, café, madera o soja que procedan de tierras deforestadas. El incumplimiento de normas europeas “extremadamente rígidas” podría incluso implicar represalias, se quejó recientemente el canciller brasileño, Mauro Vieira. La visita de 15 legisladores europeos, que inició el domingo en Brasilia y continuó el miércoles en San Pablo, es parte de un esfuerzo por acercar posiciones entre las partes, para cerrar el acuerdo concluido y estancado desde 2019.
Lea más: Santiago Peña se reunió con el viceministro de RR.EE. de la República de China Taiwán
Representantes del Comité de Comercio Internacional (INTA) del parlamento europeo que integran la delegación continúan su viaje este jueves hacia Uruguay, donde permanecerán hasta el viernes y prevén reunirse con representantes del gobierno de Luis Lacalle Pou. Varios legisladores confían en que el acuerdo finalizado en 2019 tras 20 años de negociaciones se firmará este año, acorde con la ambición de las autoridades europeas y los gobiernos del Mercosur.
El optimismo se debe, en parte, a la “buena predisposición” del nuevo Ejecutivo de Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió en enero, tras cuatro años de tensiones entre Europa y el gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022) que congelaron el diálogo. “Hay una mayoría favorable al acuerdo en el parlamento europeo; tengo esperanzas de que se firme este año”, expresó el eurodiputado portugués José Manuel Fernandes (demócrata cristiano).
Acuerdos y desacuerdos
Los legisladores europeos coinciden en que el compromiso de sustentabilidad de Brasil, potencia latinoamericana en cuyo territorio se extiende la mayor parte de la Amazonía, es clave para lograr el pacto con la alianza sudamericana, también integrada por Argentina, Uruguay y Paraguay. “El cambio de contexto político es muy importante: hay una fuerte voluntad de Brasil de establecer un acuerdo, y una convicción del gobierno en las políticas de combate al cambio climático, que van al encuentro de las demandas europeas”, señaló el legislador Joao Albuquerque (socialista), de Portugal.
Entre otros, los eurodiputados se reunieron en Brasilia con la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, quien destacó las promesas de acabar con la deforestación y disminuir al menos en 50 % las emisiones de carbono hasta 2030. Lula ha dicho que el acuerdo debe ser “justo” para el Mercosur, sin atentar contra una reindustrialización en Brasil. Pero, pese a ese desafío, pretende un cierre pronto.
Lea también: Visiones futuristas y desarrollistas son los ejes de Peña con Lula, contó Lea Giménez
Tanto el líder brasileño como los europeos ven una “ventana de oportunidad” para rubricar el pacto en el segundo semestre de este año, cuando Brasil y España -también impulsor del entendimiento- asuman las presidencias de los respectivos bloques. En Europa “hay predisposición para comprender la posición de Brasil (que precisa tiempo para cumplir sus metas) y aprovechar la oportunidad para firmar el acuerdo este año”, señaló Albuquerque.
El francés Yannik Jadot, en cambio, es partidario de “reabrir la negociación” para lograr un entendimiento adecuado a los nuevos tiempos, y postergar su firma. “El acuerdo estaba en el freezer por Bolsonaro; pero es insuficiente basarse solamente en el compromiso del gobierno de Lula”, enfatizó. En Europa, el poderoso sector de la agricultura teme que entren al mercado más productos agrícolas sudamericanos, con normas de producción menos estrictas, según alegan.
“Duras” exigencias
El presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, se alineó en Brasilia con la posición brasileña al denunciar las “muy duras” exigencias de la Unión Europea al Mercosur, pero expresó su optimismo para que ambos bloques ratifiquen su acuerdo comercial de 2019. “Estamos a favor de ese acuerdo” entre la UE y el Mercosur, integrado también por Argentina, Brasil y Uruguay, dijo Peña, que se impuso en las presidenciales de su país hace 15 días.
Pero “también compartimos la posición de Brasil de que algunas restricciones, principalmente en términos ambientales, son muy duras para una región del mundo que necesita desarrollarse”, dijo a periodistas en el palacio presidencial de Planalto tras reunirse con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Para Peña, que dijo “pensar positivamente” sobre las negociaciones, los países del Mercosur tienen que ser “cuidadosos con el medio ambiente” pero al mismo tiempo deben encarar su desarrollo en función de sus propios intereses.
En sus redes oficiales, Lula destacó una “excelente conversación” con Peña y agradeció la invitación a su toma de posesión, el 15 de agosto. Además, remarcó la intención de los dos países vecinos de fortalecer los lazos bilaterales. Los líderes también conversaron sobre el tratado de la represa binacional de Itaipú, que será revisado este año, y las iniciativas de integración regional.
“Soy una persona que va a apoyar el proceso de integración en todos sus ámbitos, llámese Unasur, Prosur, Celac, por supuesto Mercosur”, afirmó el mandatario electo paraguayo. Lula, que devolvió a su país a la Unasur tras cuatro años de ausencia por decisión del expresidente Jair Bolsonaro, invitó a los mandatarios suramericanos a un “retiro” en Brasilia el 30 de mayo para reactivar la integración.
La Unasur, fundada hace tres lustros bajo influencia de administraciones de izquierda, prácticamente se desintegró entre las discrepancias sobre la crisis venezolana. En 2019, gobiernos de corte conservador crearon el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) buscando reemplazarla.
Diputados europeos
La UE y el Mercosur cerraron un acuerdo comercial en 2019, tras más de 20 años de complejas negociaciones, pero este no fue ratificado debido entre otras cosas a la preocupación en Europa por la política medioambiental de Bolsonaro. El tono ha cambiado favorablemente tras la vuelta al poder en enero del izquierdista Lula, que prometió combatir la deforestación, aunque nuevas condiciones presentadas por la Unión Europea sobre cuestiones ambientales han creado crispaciones.
El canciller brasileño, Mauro Viera, criticó la visión “muy proteccionista” de la UE y sus metas ambientales “extremamente” duras, durante una audiencia en el Senado de su país la semana pasada. Los agricultores europeos temen que entren en el mercado más productos agrícolas sudamericanos, con normas de producción menos estrictas, según alegan. Por ejemplo, a diferencia de la UE, Brasil no ha prohibido los antibióticos promotores del crecimiento en las raciones animales. Los países del Mercosur preparan una contrapropuesta, aunque aún no han definido una fecha para presentarla.
Los desafíos para cerrar el acuerdo UE-Mercosur figuran en la agenda de una delegación de miembros de la comisión de Comercio Internacional del Parlamento europeo que visita Brasilia y San Pablo esta semana. Los legisladores se reunieron este martes con el vicepresidente, Geraldo Alckmin, y la ministra de Medioambiente, Marina Silva. Las reuniones fueron cerradas a la prensa.
Fuente: AFP.