Usuarios perjudicados por prolongados cortes de energía eléctrica en Buenos Aires y su periferia, en medio de la inédita ola de calor que azota a Argentina, manifestaron este miércoles frente a una sede de la empresa Edesur. Luego de protestar durante varios días en distintos puntos de la capital, vecinos del sur -la parte más afectada por los cortes- marcharon hacia una de las oficinas de la empresa de energía en el barrio Parque Avellaneda, donde algunos patearon y golpearon la puerta y reja de ingreso, protegidas por la policía metropolitana.

Con bombos y golpeando cacerolas, algunos manifestantes prendieron fuego a neumáticos para reclamar respuestas y expresar su desesperación por la falta de luz en sus viviendas y comercios, cuando se atraviesa la novena ola de calor de este verano austral. Según datos del Ente Nacional Regulador de Electricidad (ENRE), más de 115.000 hogares permanecieron la tarde del miércoles sin suministro eléctrico en diferentes zonas de Buenos Aires y su superpoblada periferia, donde viven unos 15 millones de personas.

Del total de usuarios sin luz, unos 113.000 son clientes de la empresa Edesur, controlada por la italiana Enel, y otros 2.700 de la firma Edenor, actualmente en manos del grupo argentino Vila-Manzano. Desde la privatización del servicio en 1992, que otorgó la concesión por 95 años, las dos empresas se dividen el servicio de suministro de electricidad al norte y al sur de la capital y su periferia.

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En la tarde del miércoles, una muy corta llovizna alivió apenas el clima tórrido que se prolonga desde hace dos semanas, haciendo bajar la temperatura a 28 grados, diez menos que en la víspera, pero muy lejos de dar un verdadero respiro al sistema de distribución eléctrica.

“Hay un problema crónico de inversiones, no hay explicación para que una persona esté cuatro días sin luz”, declaró a radio 10 el titular del ENRE, Walter Martello. “La temperatura no es la excusa, sino la falta de inversiones, aun cuando tuvieron, no hace tanto, casi un 3.000% de aumento en la tarifa”, agregó en referencia a los incrementos otorgados durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).

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Para Martello, quien anticipó que la empresa deberá pagar una multa por las fallas del servicio, “es necesario que la política evalúe qué tiene que hacer con una empresa (a la) que le quedan 60 años de concesión”.

El ENRE informó en un comunicado que en los próximos 90 días presentará al Congreso nacional un informe técnico de una auditoría sobre “el desempeño de Edesur y el grado de cumplimiento de sus obligaciones contenidas en el contrato de concesión” que vence en el 2087. Además de denunciar “la falta de atención en tiempo y forma de los reclamos de los usuarios”, el ENRE advirtió que hay cuestiones “que pueden afectar la continuidad de la concesión”.

Fuente: AFP.

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