El papa Francisco se reunirá este jueves con miembros de la comunidad católica de República Democrática del Congo (RDC), en el tercer día de su visita a este país africano, escenario de violencias endémicas. Francisco, de 86 años, debe reunirse a las 9:30 (8:30 GMT) con un grupo de jóvenes en el estadio de los Mártires de Kinshasa, capital del país de África con mayor número de católicos.

Tras saludar a la multitud a bordo del papamóvil, el pontífice escuchará testimonios y pronunciará un discurso en ese recinto deportivo con capacidad para 80.000 personas. Francisco, que se desplaza en silla de ruedas por dolores de rodilla, se reunirá luego con el primer ministro, Jean-Michel Sama Lukonde, en la nunciatura apostólica, la “embajada” de la Santa Sede en el país.

Acudirá después a la catedral Notre-Dame del Congo, construida en 1947, donde dará otro discurso ante curas y religiosos. Como es habitual en sus viajes, el jesuita argentino concluirá esta tercera jornada de visita con un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús.

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La Iglesia católica sigue desempeñando un papel importante en la educación, la cultura y el desarrollo de RDC y a menudo ha actuado como contrapoder, pese a la creciente influencia de las iglesias evangélicas desde la década de los noventa.

La visita del papa era muy esperada en el país. El miércoles, Francisco clamó contra las “crueles atrocidades” perpetradas en el este del país, desgarrado por violentos enfrentamientos. El pontífice expresó su indignación ante la “explotación ilegal de los bienes de este país y el sacrificio cruento de víctimas inocentes” de la guerra.

La región oriental del país es escenario de violencias entre decenas de grupos armados. Desde finales de 2021, rebeldes del M23 han tomado partes de la provincia de Kivu del Norte. Los enfrentamientos han dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Francisco tenía inicialmente previsto viajar a Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, pero la cita fue anulada por razones de seguridad. El miércoles, escuchó los testimonios de cuatro víctimas del conflicto, que le describieron “sufrimientos atroces”.

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Una de las víctimas, actualmente desaparecida, escribió hace unos meses un testimonio donde se refiere a “gente troceada como pedazos de carne en una carnicería, mujeres destripadas, hombres decapitados”. “Ante la violencia inhumana que han visto con sus ojos y experimentado en su propia carne, nos quedamos impresionados. Y no hay palabras; solo llorar, permaneciendo en silencio”, respondió el papa visiblemente emocionado.

Unas horas antes, el pontífice celebró una multitudinaria misa al aire libre que reunió a más de un millón de fieles en las pistas de aterrizaje del aeropuerto de N’dolo, según las autoridades. Esta gira es el viaje número 40 de Francisco al exterior desde su elección en 2013. El viernes viajará a Juba, capital de Sudán del Sur, donde pedirá la paz para ese conflictivo país.

Fuente: AFP.