Este miércoles 18 de enero, en que se cumplen tres años del asesinato del joven Fernando Báez Sosa (18), se desarrolló la decimotercera jornada del proceso contra los ocho rugbiers acusados del criminal ataque. En la oportunidad y en la última ronda de testificales, pidieron declarar dos de los acusados: Blas Cinalli y Lucas Pertossi.

Según medios argentinos, desde que estos jóvenes pidieron declarar se escucharon desde el fondo gritos como “Perpetua, perpetua, perpetua” y “asesinos”. Tanto Cinalli como Pertossi en sus declaraciones se desligaron de la golpiza a la víctima y negaron un plan para matar a Fernando.

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Cinalli en su declaración ante los fiscales manifestó que está dolido y calificó la muerte de Fernando como una “tragedia” y no como una emboscada o un brutal ataque como se vino demostrando a través de pruebas como vídeos, mensajes de texto, declaraciones de testigos, entre otros. “Falleció un chico de mi misma edad. Me duele mucho al día de hoy, no lo puedo creer”, dijo.

Aseguró que no hubo planes de matar a nadie, que la agresión, que él calificó como “pelea”, se inició dentro de la discoteca, donde él se encontraba bailando con amigos cuando vio que otros amigos suyos estaban siendo atacados por otras personas, entre ellas Fernando.

“Veo a uno de mis amigos agachado, agarrándose la mano y a otro chico que le estaba por pegar. Me acerqué y lo agarré al chico. Quedamos los dos trenzados y empezamos a forcejear. Caemos los dos para atrás mío y cuando nos pudimos parar, veo que un patovica lo empieza a sacar. Veo que estaban sacando del cuello al amigo con el que estaba en la barra. Lo empecé a seguir entre la gente, lo lleva para el lado de la cocina y salimos por la cocina”, relató.

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Recordó que fueron echados por los guardias de la discoteca a la que concurrieron en Villa Gessel, Buenos Aires, y que uno de sus amigos se desmayó al salir cuando supuestamente empezó una pelea a lado de ellos. “Quedamos discutiendo afuera y al lado mío empieza una pelea. Uno de mis amigos con otro chico”.

En otro momento de la declaració refirió que estaba borracho y cansado, pero recordó que estaba jugando con su celular cuando escuchó los gritos de mucha gente y ve cuando “taclean” a alguien (término dentro del deporte rugby que significa tira hacia arriba y hacia dentro con los brazos para interrumpir el movimiento de los pies del portador de la pelota).

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“Cuando veo eso, lo sigo y cuando llego a su lado el chico lo había agarrado del pie. Le digo ‘soltalo’ y me agarra a mí del pie. Pensé que me iba a caer cuando logro zafar, le pego una patada y no pasó más nada”, señaló, corroborando que sí dio una patada a Fernando, aunque posteriormente aseguró: “En ningún momento le pegué, ni loco, a Fernando”.

Dije “caducó” en un chat

Declaró también el tercer acusado, autor de la palabra “caducó”. Se trata de Lucas Pertossi, primo de Ciro y Luciano, también imputados por el mismo caso. “Yo a Fernando Báez no le pegué, no lo toqué. Dije ‘caducó’ en un chat porque un muchacho usó ese término sobre lo que había pasado”, declaró.

Asimismo, planteó todo lo que pasó supuestamente previo a la noche y madrugada del ataque. Aseguró que el grupo de rugbiers, el día previo del ataque, recordó que fue “una noche larga” que ingirieron mucho alcohol en una playa y que luego cerca de las 3:30 de la madrugada del 18 de enero fueron a la discoteca Le Brique, donde habían comprado entradas anticipadas.

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