Al menos 20 personas han perdido la vida y otras 100 han resultado heridas como consecuencia del intenso incendio que se ha desatado en un hotel casino ubicado en la ciudad de Poipet, en el noroeste de Camboya. Así lo ha informado el Departamento de Información de Camboya, detallando que el equipo de operaciones de búsqueda y rescate del país continúa la búsqueda de posibles supervivientes así como de más víctimas.
Las autoridades todavía no han dado una versión oficial de cómo se produjo el incendio en el Grand Diamond City Hotel and Casino, aunque podría haber estallado tras la explosión de un bombona de gas. Según testigos, a raíz de la explosión algunas personas se arrojaron al vacío. Como consecuencia muchos de ellas fallecieron o resultaron heridas de gravedad. En tanto, otro grupo de personas subió al tejado del edificio, logrando ser evacuados con ayuda de helicópteros de los servicios de emergencia.
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Por otro lado, un grupo de empleados y clientes también habrían tenido dificultades para ponerse a salvo, ya que el fuego se propagó con rapidez desde las plantas de abajo, bloqueando la salida, informa ‘Kohsant Epheah Daily’. “Se ha empleado un esfuerzo continuado durante muchas horas por parte de nuestros valientes oficiales y sus homólogos tailandeses para controlar este horrendo infierno”, ha destacado el jefe de Policía de Poipet, Prum Piseth, al diario camboyano ‘The Phnom Penh Post’.
“Este ha sido el incendio más grande que jamás haya experimentado la provincia, o incluso todo el reino, hasta donde yo sé, con casi cien víctimas por ahora”, entre muertos y heridos”, ha contado el agente. Hasta el lugar de los hechos se ha trasladado el viceprimer ministro y titular de la cartera de Interior de Camboya, Samdech Krala Hom Sar, así como el viceprimer ministro Ke Kim Yam.
Fuente: Europa Press.
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El policía de la foto del Ycuá Bolaños: “Lo recuerdo como si hubiera sido ayer”
Ciudad del Este. Agencia Regional.
A 21 años de la tragedia del Ycua Bolaños, la imagen de un policía con un niño en brazos, a quien rescataba, trataba de auxiliar, sigue impactando como un eco de aquella dolorosa mañana. El uniformado, uno de los protagonistas de esta histórica foto, aún recuerda el hecho como si hubiera ocurrido ayer. Y es que en el incendio de ese supermercado fallecieron cerca de 400 personas.
La Nación/Nación Media habló con el comisario principal Juan Duarte Ferreira, quien es el policía que hizo una técnica de primeros auxilios para una ventilación artificial al niño que llevaba en sus brazos.
Hoy, el uniformado es padre de dos hijos, un hombre de 26 años y una niña de 7. Cumple funciones en la Comisaría 11 de Juan E. O´Leary como jefe policial y, en tal sentido, de nuevo se encuentra cuidando a niños en esta mañana del 1 de agosto, al hacer la cobertura de la Escuela Las Residentas, del citado municipio.
Periódicamente, desde su función en una aparente tranquila ciudad del interior del país, el comisario Duarte Ferreira lidia con víctimas de asaltos, robos, violencia familiar, desapariciones, homicidios, accidentados, en índices mucho menores que las zonas de gran movimiento, pero asegura que, especialmente, cada 1 de agosto, la memoria le hace volver a aquel primer domingo de agosto del 2004.
“Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer, cada gesto, cada acto, cada situación que nos tocó aquella mañana y en siguientes jornadas; no se debe olvidar para que no vuelva a ocurrir”, expresó el comisario Duarte. Remarcó que fue “lamentable ver tantas muertes en época de paz”.
Asimismo, dijo que la imagen divulgada de su intervención en el hecho le valió que hasta un tiempo después, existieran personas que lo reconocían en el transporte público, y, por ejemplo, le agradecían por haber salvado a un familiar. Dijo que fue un policía en servicio, así como otros cientos de uniformados, bomberos voluntarios y un sin fin de personas que ayudaron.
Ayudar niños, parte de su oficio
El oficial recorrió varias unidades policiales a lo largo de estos 21 años hasta quedar en Alto Paraná. Después del siniestro, cumplió funciones en Accidentología Vial del Departamento de Criminología, donde le tocó intervenir en muchos accidentes.
“Estuve de nuevo en muchas situaciones terribles, especialmente cuando encontré a niños como víctimas de esas tragedias en rutas, pero sabemos que eso corresponde a nuestra función”, sostuvo el comisario Duarte.
El oficial de policía no fue solo el agente que ayudó en el incendio, sino familiar de una víctima y, en tal sentido, refiere que conoce muy bien la lucha encausada en busca de Justicia y reparación. Un sobrino de 20 años, Nelson Damián Duarte, trabajaba en el supermercado y fue una de las víctimas.
“Una larga lucha, juicios interminables, muchas familias sin asistencia, es lo que nos dejó también ese día tan triste; mucha fuerza a los que no fueron atendidos como corresponde”, dijo el policía.
¿A quién rescató?
Inicialmente, se creyó que el niño salvado por el policía y retratado en la emblemática foto del reportero Sebastián Cáceres, para el Diario Noticias (extinto), se trató de Enzo Bobadilla.
Sin embargo, cabe recordar que hasta hace unos años, Verónica Bécker, madre de una niña, aclaraba que fue su hija, Annete Nicole Gaus Bécker, de cuatro meses, la que está en la emblemática imagen y lamentó que se haya cometido ese error, tratándose de la identidad de una hija que perdió.
El policía Juan Duarte informó que mantuvo contactos con la familia del citado niño hasta que llegó a la edad de 7 u 8 años, aproximadamente. Luego, él se trasladó a otras zonas del país a cumplir funciones y dejó de tener vinculación con dicha familia, aunque había estado acompañando el crecimiento del niño.
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Ycuá Bolaños: una tragedia que se vive, se recuerda y se lucha por sanar
Cada 1 de agosto el pueblo paraguayo recuerda uno de los días más terribles y luctuosos de su historia: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Aquel domingo soleado del 2004 se vio teñido por el fuego, las cenizas y las lágrimas de casi 400 paraguayos fallecidos. Han pasado 21 años, pero la herida sigue sangrando, sigue doliendo.
El sol quedó cubierto por el negro humo que cubrió la ciudad, que se volvió gris y doliente por el terrible suceso que marcó para siempre al barrio Trinidad, donde en cada cuadra había al menos una víctima.
Las llamas habrían iniciado cerca del mediodía en la cocina del patio de comidas del super, el cual, debido al día y el horario, estaba lleno de familias que estaban compartiendo en el lugar o iban a retirar el almuerzo para compartirlo en sus casas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas, las cuales se extendieron de manera voraz, generando pánico, miedo y un descontrol entre todos los que estaban en el lugar y que, al intentar huir del sitio, se encontraron con los portones y las salidas de emergencias cerradas, quedando atrapados en el infierno que, tras 21 años, permanece en la memoria de todo un pueblo.
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La historia de cientos de sobrevivientes ha sido contada año tras año, con la esperanza de que aquella tragedia nunca sea olvidada. Rocío Melgarejo es una madre que casi pierde a su hija aquel domingo. Ese día la siguió por años, ya que su hija no solo sobrevivió milagrosamente, sino que debió luchar por recuperarse y sanar.
“Mi hija Luna tenía 4 añitos apenas, pero ella cada domingo iba a la iglesia con mi hermano Nelson y su novia María Luisa. Ese domingo no fue la excepción, pero al salir del encuentro fueron hasta el super para almorzar; ellos estaban en el estacionamiento cuando el fuego los atrapó”, relató Rocío a La Nación/Nación Media.
Continúo recordando que, en medio de la densa humareda y las llamas que tomaban el lugar, casi por un milagro un pastor amigo de la familia apareció para ayudar a su hermano a rescatar a la pequeña Luna y su cuñada María Luisa, quienes lograron salir de las llamas al igual que su hermano Nelson, pero con graves secuelas.
“Ese día yo no entendía lo que pasaba, porque a mi hermano lo derivaron a un hospital, a mi cuñada a otro y a Luna al IPS; ahí me dijeron que estaban y fui a buscarla, desesperada. Cuando llegó una de las doctoras, me mostró unos aritos, muy peculiares, cuadraditos; eran los de Luna”, comentó Rocío.
Destacó que en los minutos posteriores a la tragedia, y en medio de la búsqueda y el hallazgo de su hija, no podía dimensionar todo lo que había pasado, pero al llegar a ver a su hija, quedó completamente paralizada, ya que si bien no podía creer el estado en el que se encontraba, sabía que era su retoña.
“Yo entré a la habitación y vi a Luna, estaba en una camilla, y tenía toda la cara colorada, hinchada, con respiradores y soporte médico; no podía creer que era mi hija. Miré sus piecitos, me detuve a mirar sus pies y sabía que era ella, me convencí de que era ella. Ella sufrió un paro respiratorio, estaba muerta al momento en que la rescataron; después volvió a la vida, pero no se sabía cuánto tiempo estuvo sin respirar”, indicó Rocío.
Entre las explicaciones médicas sobre el estado de Luna, surgían posibilidades terribles, como el hecho de que su capacidad del habla y desarrollo se hayan visto comprometidas debido a la falta de oxígeno sufrida, eso sin contar las quemaduras que habían sufrido.
“Luna sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 20 % de su cuerpo, pero si bien esa cifra suena poco, ella era muy pequeña y esto hacía que la situación fuera muy grave según los médicos, y que la agravante era la zona de las quemaduras, ya que le afectaba la cara, parte de la cabeza, el cuello y las manos; además, pasamos por infecciones y otras dificultades”, explicó la madre de Luna.
Una vez fuera de terapia intensiva y con la capacidad de ser trasladada, la pequeña Luna inició su camino en una nueva vida, una vida donde debía aprender a lidiar con el dolor de las heridas, los tratamientos por quemaduras y los cuidados para la cicatrización.
La búsqueda de la recuperación total de Luna la llevó hasta Chile, hasta la Caoniquem, que es una corporación que se dedica a la rehabilitación de niños, niñas y adolescentes con quemaduras y otras cicatrices, donde por meses recibió atención médica especializada; debió quedar internada e inclusive permanecer en un albergue junto a su madre.
Rocío recuerda con resiliencia y fortaleza los procesos médicos a los que debió acompañar a Luna, incluyendo las cirugías de injerto y los procesos de confección de sus ropas compresivas que debía utilizar la pequeña para garantizar una rápida y buena recuperación.
“Ella usaba su máscara y ropas de compresión todo el tiempo, siempre; no se las sacaba porque se quería curar. Los primeros años de la escuela las usaba ahí y, si bien nunca me contó que haya pasado mal, sé como mamá y mujer que en algún momento se sentía incómoda por la forma en que nos miraban o hablaban, pero todo lo fuimos superando”, destacó Rocío.
Con una larga lucha, y algunas marcas tanto en la piel como en la memoria, hoy Luna tiene 25 años, trabaja, estudia y se destaca como una persona sumamente afín al arte, ya que baila, canta y pinta, logrando expresarse completamente a través de estas plataformas que la apasionan.
Hoy Rocío relata como un milagro que su hija y su hermano hayan sobrevivido, y recuerda con amor y cariño a su cuñada María Luisa, quien debido a la inhalación de humo y el paro que sufrió no logró sobrevivir. Hoy, a pesar de 21 años de perspectiva, Rocío nunca olvida aquel domingo que marcó la vida de su familia.
Esta madre es el fiel ejemplo de miles de familiares que perdieron a alguien aquel trágico 1 de agosto, pero que también lograron abrazar a un ser querido que fue arrebatado de las llamas aquella mañana, una madre que comprende que el milagro puede nacer en medio de una tragedia y que no existe nada que el tiempo, el amor y la dedicación no curen.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas y resultaron con heridas graves más de 200, hombres y mujeres. Las familias de todos ellos nunca olvidarán la pérdida, el miedo y la injusticia vivida aquel día, en especial porque si las puertas no hubieran sido cerradas, quizá aún podrían abrazar a quienes aman.
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Tailandia y Camboya sostienen frágil tregua pese a las acusaciones mutuas
La frágil tregua entre Camboya y Tailandia se mantenía este martes pese a las acusaciones mutuas de haber violado el alto el fuego, que puso fin a casi una semana de enfrentamientos en varios puntos fronterizos. El ejército tailandés acusó a sus adversarios de haber violado la tregua acordada el lunes en dos localidades, con ataques que terminaron de madrugada. Pero Camboya lo desmintió y desde entonces no se han registrado combates. También hubo reuniones entre responsables militares de ambos lados.
La disputa territorial, cuyos orígenes se remontan a la época colonial francesa, sigue vigente y se ha visto agravada por el reciente episodio de violencia que empezó el pasado jueves, de una intensidad excepcional. Los enfrentamientos tuvieron lugar en varios frentes separados por cientos de kilómetros y dejaron al menos 42 muertos, provocando además el desplazamiento de unas 330.000 personas, según un último balance el martes.
El primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai, y su homólogo camboyano, Hun Manet, acordaron el lunes una tregua a partir de medianoche (17:00 GMT), tras una mediación de Malasia con apoyo de Estados Unidos y China. Según Phumtham, los ataques de Camboya son “un acto deliberado o una falta de disciplina militar”. “Nuestro ejército es disciplinado, y creo que hemos cumplido con nuestra parte”, añadió.
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Por su parte, la portavoz del Ministerio de Defensa camboyano, Maly Socheata, aseguró que “no ha habido ningún enfrentamiento armado (…) en ninguna región”. “Las fuerzas camboyanas han respetado el alto el fuego”, insistió. Y el primer ministro camboyano, Hun Manet, dijo en Facebook que “el frente se está calmando”.
A pesar de las acusaciones mutuas, comandantes militares de ambos bandos se reunieron este martes tal como estipula el acuerdo, informaron ambos países. Las relaciones entre Tailandia y Camboya, que tienen importantes vínculos económicos y culturales, atraviesan su peor momento en décadas. Antes de que estallaran los enfrentamientos, varias medidas adoptadas por ambos gobiernos redujeron drásticamente la circulación de mercancías y personas, en un contexto de auge del nacionalismo.
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Mediación
“Vi las fotos de los dos dirigentes [tailandés y camboyano] dándose la mano. Solo espero que no sea una operación de marketing con sonrisas falsas, y que esas manos no se usen luego para clavar puñaladas por la espalda”, dijo a AFP Kittisak Sukwilai, de 32 años, un empleado de una farmacia en la provincia tailandesa de Surin (noreste), cerca de la frontera.
La tregua fue posible gracias a la mediación de Malasia, que ocupa la presidencia rotatoria de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que Tailandia y Camboya son miembros. Bangkok y Phnom Penh también agradecieron a Estados Unidos y China su implicación.
“¡Felicidades a todos!”, escribió el presidente estadounidense Donald Trump en su red Truth Social tras el anuncio de la tregua, señalando que había hablado con los líderes de ambos países. “He dado instrucciones a mi equipo comercial para reanudar las negociaciones sobre comercio”, añadió.
El republicano había exigido el sábado a los dos países que llegaran a un acuerdo, bajo amenaza de congelar las negociaciones en curso sobre los aranceles del 36% que en teoría deben aplicarse a partir del 1 de agosto. “Aún estamos esperando que Estados Unidos decida si acepta o no nuestra propuesta”, declaró este martes el ministro de Finanzas tailandés, Pichai Chunhavajira, encargado de liderar las negociaciones.
La Unión Europea y China también celebraron el lunes el anuncio del alto el fuego. Los enfrentamientos han dejado oficialmente 29 muertos del lado tailandés, entre ellos 14 soldados. Camboya anunció 13 muertos, incluidos cinco militares. Más de 188.000 tailandeses han tenido que evacuar las zonas de riesgo, según el gobierno de Bangkok, y más de 140.000 camboyanos han hecho lo mismo, según Phnom Penh.
Fuente: AFP.
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Camboya y Tailandia sostendrán este lunes conversaciones de paz
Los dirigentes de Camboya y Tailandia se reunirán el lunes en Malasia en un encuentro que tiene como objetivo “restablecer la paz”, según el gobierno tailandés, tras cuatro días de enfrentamientos que arrecian en la frontera por una disputa territorial. Al menos 34 personas murieron y más de 200.000 fueron desplazadas en ambos países del sudeste asiático desde que comenzaron los intensos combates por una disputa territorial en sus fronteras, en la zona del Triángulo de Esmeralda.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y el jefe del gobierno de Camboya, Hun Manet, se reunirán el lunes en Malasia para mantener conversaciones de paz, informó el gobierno de Bangkok este domingo. El diálogo entre estas dos monarquías estará mediado por el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, que ocupa la presidencia temporal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Los dos países se declararon dispuestos a entablar conversaciones para terminar con los enfrentamientos, luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, hablara la noche del sábado con cada uno de los jefes de gobierno. El mandatario estadounidense declaró que ambos países “aceptaron reunirse de inmediato y llegar rápidamente a un acuerdo de alto al fuego”, tras hablar con los dirigentes de estos dos reinos.
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“Todos mis vecinos ya se fueron”
Pero el domingo estallaron nuevos enfrentamientos con lanzamientos de artillería cerca de dos templos antiguos disputados en una región fronteriza.
La portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata, indicó que los enfrentamientos comenzaron alrededor de las 4:50 del domingo (21:50 GMT del sábado).
“Esta mañana salimos corriendo de nuestra casa”, relató Maefah, una mujer tailandesa de 61 años que vive cerca de la frontera, en la provincia de Sisaket, mientras organizaba las pertenencias que alcanzó a recoger en bolsas de basura. “Todos mis vecinos ya se fueron. No nos sentíamos seguros si nos quedábamos más tiempo”, afirmó la mujer, que por seguridad prefirió no divulgar su apellido. El portavoz del ejército tailandés, Ritcha Suksuwanon, aseguró que las fuerzas camboyanas comenzaron a lanzar artillería a las 4:00.
Llamados a una tregua
Antes del anuncio de la reunión, el primer ministro camboyano declaró este domingo su disposición a discutir con Tailandia el alto al fuego planteado por Trump. Hun Manet indicó que encargó a su ministro de Relaciones Exteriores, Prak Sokhonn, hablar con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, para coordinar las conversaciones con los tailandeses.
A su vez, el primer ministro interino tailandés ya había manifestado su deseo de tener un “diálogo bilateral lo antes posible” para abordar un alto el fuego, antes del anuncio del encuentro. Pero, pese a las declaraciones a favor del diálogo, ninguna de las partes se muestra a dispuesta a dar marcha atrás y se acusan mutuamente de socavar los esfuerzos de paz.
La cancillería tailandesa acusó a las fuerzas camboyanas de disparar proyectiles contra viviendas en la provincia de Surin. “Un cese de las hostilidades no será posible mientras Camboya no actúe de buena fe y viole reiteradamente los principios básicos de los derechos humanos y el derecho humanitario”, reclamó el ministerio.
En Camboya, la portavoz de Defensa Socheata negó que su país hubiera disparado primero, y acusó a Tailandia de “actos deliberados y coordinados de agresión”. El Ministerio de Defensa de Camboya reportó que los enfrentamientos han dejado 13 muertos -ocho civiles y cinco soldados- y 71 heridos. En Tailandia, el ejército informó de 21 muertos, entre ellos ocho soldados.
Los combates provocaron la evacuación de más de 138.000 personas de regiones fronterizas tailandesas y más de 35.000 del lado camboyano. En la ONU, el representante de Camboya cuestionó la afirmación de Tailandia de que su país, más pequeño y menos desarrollado militarmente, iniciara los enfrentamientos. Estos combates representan una dramática escalada en una vieja disputa entre estos dos vecinos que comparten 800 kilómetros de frontera y atraen cada año a millones de turistas extranjeros.
Decenas de kilómetros en esa frontera salpicada de antiguos templos continúan en disputa. Entre 2008 y 2011 se produjeron enfrentamientos que dejaron 28 muertos y decenas de miles de desplazados. Una decisión en favor de Camboya de la Corte Internacional de Justicia de la ONU en 2013 zanjó esa crisis durante más de una década, pero la tensión emergió de nuevo en mayo con la muerte de un soldado camboyano en un tiroteo en la zona fronteriza en disputa.
Fuente: AFP.