Más de un millón de hogares sin electricidad, miles de vuelos cancelados, carreteras cerradas y varios accidentes mortales: Estados Unidos se preparaba este sábado para recibir la Navidad al día siguiente de una jornada trastornada por una tormenta invernal de inusual intensidad.

“Histórica”, según el Servicio Meteorológico Estadounidense (NWS), la tormenta que afecta buena parte del país generó fuertes nevadas, ráfagas de hielo y temperaturas que descendieron a -48°C en algunos lugares, capaces de transformar agua hirviendo en gotitas de hielo en un instante.

Más de 240 millones de personas, o el 70% de los estadounidenses, se vieron afectados el viernes por alertas o pedidos de precaución en Estados Unidos. El fenómeno provocó un caos en el transporte, cuando millones de estadounidenses viajan por las fiestas de fin de año. En el estado de Nueva York, se emitió una prohibición de viaje en el condado de Erie.

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“Nos quedamos en casa (...) No puedo ver al otro lado de la calle” por la nieve, dijo a la AFP Jennifer Orlando, en la ciudad de Hambourg, al sur de Buffalo. El accidente de un vehículo contra un tendido eléctrico la dejó sin luz durante unas cuatro horas, dijo.

Hasta alrededor de 1,5 millones de hogares se quedaron sin electricidad el viernes, especialmente en los estados de Carolina del Norte, Maine y Virginia, según el sitio especializado Poweroutage.us. Este sábado hacia las 13:30 GMT más de un millón de abonados seguían sin luz. La tormenta afectó desde la frontera con Canadá, en el norte, hasta la frontera con México, en el sur.

En El Paso, Texas, se abrieron albergues para que los migrantes llegados desde México pudieran evitar una hipotermia por las gélidas temperaturas. Pero muchos temen a las autoridades migratorias y “simplemente duermen envueltos en mantas”, dijo a la AFP, Rosa Falcón, una maestra de escuela y voluntaria de 56 años.

Caos en el transporte

La noche del viernes, el sitio especializado FlightAware registró 5.500 vuelos cancelados en Estados Unidos. Los aeropuertos más afectados eran los de Seattle, Nueva York, Chicago y Detroit. Para llegar a Los Ángeles, Christine Lerosen no pudo embarcar desde Vancouver, en Canadá, y tuvo que persuadir a su hermano para que la llevara a Seattle, para tomar otro avión, con escala en Denver.

“Mi vuelo desde Seattle se retrasó, mi vuelo desde Denver se retrasó y ahora han perdido mi equipaje”, contó al canal ABC 7. Varios estados declararon el estado de emergencia, incluidos Nueva York, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte. Con la visibilidad cercana a cero, la ventisca y las heladas afectando gran parte del país, las rutas se han vuelto muy peligrosas.

“La gente debería quedarse en casa, no aventurarse en las carreteras”, advirtió a CNN el gobernador de Kentucky, Andy Beshear. “Su familia quiere verlos en casa para Navidad, pero sobre todo quieren verlos con vida”. Beshear confirmó que tres personas habían muerto en las carreteras de Kentucky.

En Oklahoma, al menos dos personas fallecieron en la vía pública, según la agencia encargada del manejo de emergencias en ese estado. En Ohio, una colisión masiva de unos 50 vehículos en una carretera mató al menos a una persona, según medios locales. En Michigan, el tráfico en una carretera se interrumpió el viernes a media mañana debido a un accidente que involucró a nueve tractocamiones.

“Ciclón bomba”

Esta tormenta de rara intensidad está provocada por una “bomba de baja presión”: un conflicto entre dos masas de aire, una muy fría del Ártico y otra tropical del Golfo de México, agravado porque la presión atmosférica descendió muy rápidamente, en menos de 24 horas. Este tipo de tormenta ocurre “solo una vez en una generación”, según la oficina del NWS en Buffalo.

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En Chicago, donde la temperatura fue de alrededor de -20 °C durante el día del viernes, la organización de ayuda para personas sin hogar Night Ministry estaba preocupada por la cantidad de camas disponibles por parte de la ciudad, que dijo que era insuficiente. “Algunas de las personas que estamos recibiendo ahora se quedaron sin hogar este año”, dijo a la AFP Caleb Senn, jefe de la oenegé de beneficencia Ejército de Salvación en Chicago.

“Algunos están realmente asustados. Esta es la primera vez que han estado a merced de las inclemencias del clima sin un lugar a donde ir”, agregó. Canadá también debe enfrentar este fenómeno, con advertencias de frío extremo, tormentas e incluso ventiscas emitidas para una gran parte del territorio.

Pero en Toronto, las gélidas temperaturas no desanimaron a Jennifer Campbell a hacer unas compras navideñas de última hora en el centro de la ciudad. “Tenemos grandes tormentas regularmente y nos adaptamos”, aseguró esta turista de Ontario. “Somos canadienses, así vivimos”.

Fuente: AFP.

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