“Se está preparando un proyecto de decreto presidencial para introducir medidas de represalia, en materia de visados, relacionadas con las acciones inamistosas de varios gobiernos extranjeros”, dijo Serguéi Lavrov, jefe de la diplomacia rusa, acerca del proyecto prevé “toda una serie de restricciones” para entrar en Rusia.

Frente a las sanciones económicas occidentales, Moscú publicó a principios de marzo una lista de países “inamistosos” que incluye a Estados Unidos, Canadá, los miembros de la Unión Europea, el Reino Unido (incluidos Jersey, Anguila, las Islas Vírgenes Británicas, Gibraltar), Japón, Canadá, Suiza, Taiwán, Corea del Sur, Noruega y Australia.

También fueron incluidos Ucrania, Montenegro, Albania, Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, San Marino, Macedonia del Norte, Micronesia, Nueva Zelanda, Singapur. El lunes, Lavrov no precisó si el decreto que se está preparando se aplicaría a esos países, ni qué tipos de personas serían sancionados.

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“No es aceptable”

Los países del G7 consideraron el lunes que exigir pagar el gas ruso en rublos “no es aceptable” y demuestra que el presidente Vladimir Putin está “entre la espada y la pared”, dijo el ministro de Economía alemán Robert Habeck.

“Todos los ministros del G7 acordaron que se trata de una violación unilateral y clara de los contratos existentes (...) lo que significa que un pago en rublos no es aceptable”, dijo Habeck tras una reunión telemática con sus homólogos del G7.

“Creo que hay que interpretar esta demanda como el hecho de que Putin se encuentra entre la espada y la pared”, agregó. La semana pasada, el líder ruso Vladimir Putin anunció que ya no iba a aceptar el pago en dólares o en euros para la entrega de gas ruso a la UE y dio una semana a las autoridades rusas para elaborar un nuevo sistema de pago.

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“Pedimos a las empresas afectadas que no respondan a la petición de Putin”, dijo Habeck el lunes, calificando a Rusia de “proveedor poco fiable”. A través de esta exigencia, “el intento de Putin de dividirnos es evidente”, agregó el ministro cuyo país preside este año el G7 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Canadá, Japón, Alemania e Italia).

Según el presidente ruso, la medida es una reacción a la decisión de los países occidentales de congelar activos rusos para sancionar a Moscú tras la invasión de Ucrania. Pese al inicio del conflicto, la UE sigue comprando gas ruso y rechaza un embargo, como sí ha decretado Estados Unidos.

Sin “avances significativos”

Rusia y Ucrania no han logrado “avances significativos” en las negociaciones para poner fin al conflicto en un momento en que ambas delegaciones se preparan para una nueva ronda de conversaciones en Estambul, Turquía, declaró el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Por el momento, no podemos constatar que haya ningún progreso o avance significativo”, indicó Peskov a la prensa. Sin embargo, dijo que era “importante” que se hubiera decidido continuar con los diálogos en persona. Peskov declaró que las delegaciones llegarían el lunes y que era “poco probable” que las conversaciones se reanuden el mismo día. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aceptó acoger las negociaciones en Estambul durante una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin.

En la anterior ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania celebrada en Turquía, en Antalya, el 10 de marzo, no se logró ningún avance importante. Ambos bandos han conversado regularmente por videoconferencia desde que Rusia inició su ofensiva en Ucrania a finales de febrero.

Fuente: AFP.

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