El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió este viernes a “evitar” una “confrontación directa entre la OTAN y Rusia” porque provocaría la “tercera guerra mundial”. El líder estadounidense desde la Casa Blanca insistió: “No vamos a librar una guerra contra Rusia en Ucrania”.

Esta situación se da luego que el presidente ruso, Vladimir Putin, solicitara a su ministro de Defensa que le proponga despliegues militares en la frontera occidental de Rusia, en respuesta a los efectuados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa oriental.

“Respecto al refuerzo de nuestras fronteras occidentales debido a las acciones adoptadas por los países de la OTAN [...], esto requiere ser estudiado, le pido que me prepare un informe”, le dijo Putin a su ministro de Defensa, Serguei Shoigu, durante una reunión televisada de su Consejo de Seguridad.

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Los países de la OTAN han desplegado miles de militares en Europa central y oriental en reacción a la intervención militar rusa en Ucrania, mientras Rusia exige justamente lo contrario: una retirada de la Alianza.

Dentro de los países miembros de la OTAN, Polonia y tres países bálticos tienen fronteras comunes con Rusia. Ucrania, por su parte, es fronteriza de otros Estados miembros: Hungría, Rumania y Eslovaquia. Una de las justificaciones rusas para la ofensiva en Ucrania es el temor a que este país se una a la Alianza Atlántica, cuyas ampliaciones sucesivas han sido percibidas en Moscú como una amenaza existencial.

“Guerra abierta”

La OTAN tiene la responsabilidad de impedir que el conflicto entre Rusia y Ucrania se convierta en una “guerra abierta” entre Moscú y la Alianza Atlántica, declaró el viernes su secretario general Jens Stoltenberg, en una entrevista a la AFP en Antalya, en el sur de Turquía.

“Tenemos la responsabilidad de impedir que este conflicto (entre Rusia y Ucrania) se intensifique más allá de las fronteras de Ucrania y se convierta en una guerra abierta entre Rusia y la OTAN”, dijo el responsable al margen de un foro diplomático en la ciudad turca.

Stoltenberg justificó así la negativa de la Alianza a instaurar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para proteger a la población de los bombardeos rusos. La semana pasada, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, arremetió contra la OTAN por descartar la creación de una zona de exclusión aérea sobre su país.

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Stoltenberg consideró que una medida de ese tipo “significaría estar dispuesto a derribar aviones rusos” y “nos llevaría con toda seguridad a una guerra abierta”, según dijo a la AFP. Este conflicto, advirtió, añadiría “más sufrimiento, más muerte y destrucción”.

“Estamos apoyando a Ucrania e imponiendo sanciones a Rusia, pero al mismo tiempo he pedido (a los países miembros) que declaren que no enviaremos tropas de la OTAN sobre el terreno ni aviones de la OTAN al cielo ucraniano”, dijo Stoltenberg. El responsable de la OTAN debía reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, un día después de que los ministros de Relaciones Exteriores ruso y ucraniano se entrevistaran en Antalya al margen del mismo foro.

“Guerra insensata”

A pesar del fracaso de estas primeras negociaciones directas, Stoltenberg alabó el papel de Turquía y dijo que era “importante facilitar una solución política” al conflicto que inició el 24 de febrero. El jefe de la OTAN, organización de la que Turquía es miembro, pidió al presidente ruso, Vladimir Putin, que “ponga fin a esta guerra insensata” y que encuentre una “solución política”.

“La primera medida sería garantizar corredores humanitarios para que la gente pueda salir y conseguir víveres y medicamentos”, señaló. El mandatario ruso dijo el viernes que vio algunos “pasos positivos” en las negociaciones con Ucrania, en un encuentro con su aliado bielorruso Alexander Lukashenko. Turquía, aliado de Ucrania a la que ha entregado drones de combate, trata de mantener también sus relaciones con Moscú. El portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, reiteró en una entrevista con la CNN el viernes que Ankara no tiene planes de sumarse a las sanciones occidentales.

“De momento no tenemos previsto imponer sanciones a Rusia. Porque queremos mantener abierto el canal de confianza, los canales de comunicación. Y, por supuesto, no queremos que nuestra economía se vea afectada”, admitió Kalin. El portavoz también subrayó la importancia de llevar a cabo varias iniciativas diplomáticas: “La reunión del jueves en Antalya debe verse como un paso que conducirá a otros”, dijo. Más de 80 ministros, vice ministros y responsables de gobierno han sido invitados al foro diplomático de Antalya.

Extiende ofensiva en Ucrania

Las tropas rusas intensifican su ofensiva en Ucrania, donde bombardearon por primera vez la ciudad de Dnipro (centro) y dos aeródromos militares del oeste del país, mientras estrechan este viernes el cerco en torno a Kiev, la capital, en medio de denuncias sobre nuevos ataques contra civiles. Más de dos semanas después de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, centenares de miles de civiles siguen atrapados bajo los bombardeos, en tanto más de 2,5 millones huyeron del país, según estimaciones de la ONU.

Los países occidentales han impuesto fuertes sanciones a Moscú y enviado fondos y refuerzos militares a Ucrania, pero no han logrado impedir el avance de Rusia, que efectuó múltiples bombardeos en la madrugada del viernes. Las primeras negociaciones de alto nivel entre los dos bandos, el jueves, no condujeron a ningún avance de cara a un alto el fuego, pero el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que vio algunos “pasos positivos” en las conversaciones.

Según él, las negociaciones “ahora tienen lugar casi todos los días”. En el terreno, tres misiles alcanzaron edificios de civiles en la ciudad de Dnipro, en el centro de Ucrania, este viernes temprano, destrozando una fábrica de zapatos y matando a un guardia de seguridad.

Hasta ahora, la ciudad había sufrido muy pocos ataques, por lo que se convirtió en un centro de coordinación de ayuda humanitaria y de recepción de desplazados. “Hoy se suponía que debíamos acoger a gente que necesita mucho apoyo (...) Ahora no podemos ayudar a nadie”, dijo Svetlana Kalenecheko, que vive y trabaja en una clínica dañada por el ataque.

Los bombardeos nocturnos también alcanzaron las ciudades de Chernígov (norte), Sumy (noreste) y Járkov (este), fuertemente impactadas por la ofensiva rusa. Los ataques causaron daños en edificios de viviendas e infraestructuras de suministro de agua y electricidad.

Cerca de Oskil, en la región de Járkov, establecimiento para personas con discapacidad fue blanco de los bombardeos rusos, indicó este viernes un responsable local. “Los rusos volvieron a llevar a cabo un ataque brutal contra civiles”, lamentó en Telegram Oleh Sinegubov, indicando que no se registraron víctimas. En el centro había 330 personas en el momento del ataque, 73 de las cuales pudieron ser evacuadas.

Este ataque se produjo dos días después del bombardeo contra un hospital pediátrico de Mariúpol (sur), que provocó la muerte de tres personas, incluida una niña. En esa ciudad, a orillas del mar de Azov, la situación es descrita como “apocalíptica”. Según su alcalde, Vadim Boishenko, más de 1.200 residentes murieron en Mariúpol tras diez días de asedio. El representante local del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Sasha Volkov, alertó que algunos residentes “han empezado a pelearse por la comida” y que muchos se quedaron sin agua potable.

“Mercenarios” sirios

Además, el aeródromo militar de Lutsk, en el noroeste, también fue bombardeado y cuatro militares ucranianos murieron, informaron las autoridades locales. Moscú dijo que el aeropuerto quedó “fuera de servicio”. El ejército ucraniano alertó en un informe que “el enemigo está intentando eliminar las defensas de las fuerzas ucranianas” en numerosas localidades al oeste y el norte de Kiev con el objetivo de “bloquear la capital”.

Esta fuente no excluyó “un movimiento del enemigo hacia el este en dirección a Brovary”, a las puertas de Kiev. El alcalde de la capital, el célebre exboxeador Vitali Klichkó, dijo que la mitad de la población se había marchado y que la ciudad, antes con casi 3 millones de habitantes, “se había transformado en una fortaleza”.

“Cada calle, cada edificio, cada punto de control se ha fortificado”, aseguró. Desde el inicio de la ofensiva, el 24 de febrero, las fuerzas invasoras han rodeado al menos cuatro grandes ciudades ucranianas y han enviado vehículos armados al flanco noreste de Kiev, donde suburbios como Irpin o Busha llevan días bajo las bombas.

Los soldados ucranianos describieron intensos combates para controlar la principal autopista que lleva a la capital. El Ministerio británico de Defensa indicó que esta estrategia de rodear ciudades “reducirá el número de fuerzas disponibles para avanzar y ralentizará el progreso ruso”.

Este viernes, el Kremlin apuntó que ciudadanos de Siria y de otros puntos de Oriente Medio podrían ser autorizados a combatir junto a las fuerzas rusas en Ucrania. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de contratar “asesinos de Siria, un país donde todo ha sido destruido por los ocupantes, algo por lo que nos están haciendo pasar a nosotros”.

“Sanciones masivas”

En un mensaje grabado fuera de la oficina presidencial, en Kiev, Zelenski también instó a la Unión Europea (UE) a “hacer más” para ayudar a Ucrania. Hasta ahora, los países occidentales han ofrecido respaldo militar y humanitario a Ucrania, y contemplan aumentar las sanciones contra Moscú.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, dijo este viernes que propuso a los líderes del bloque, reunidos en una cumbre en Francia, un aporte adicional de 500 millones de euros (548 millones de dólares) en ayuda militar a Ucrania.

Además, el presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país preside la UE este semestre, avisó de que habrá nuevas “sanciones masivas” si la guerra continúa. En una entrevista con la AFP, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, recalcó este viernes que la Alianza tiene “la responsabilidad de impedir que este conflicto se intensifique más allá de las fronteras de Ucrania y se convierta en una guerra abierta entre Rusia y la OTAN”.

Acciones legales contra Facebook

Con todo, hay zonas donde los corredores humanitarios sí que están funcionando. Cerca de 100.000 personas han podido salir de la ciudad de Sumy, en el noreste, de Izium (este) y de áreas del noroeste de Kiev en los dos últimos días, informaron las autoridades ucranianas.

El gobierno ruso prometió la apertura diaria de corredores humanitarios para que los ucranianos huyan de los combates y puedan llegar a Rusia, pero Ucrania se niega a evacuar a sus ciudadanos a Rusia y reclama corredores humanitarios dentro de sus fronteras. El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU celebrará un encuentro urgente sobre esta cuestión a pedido de Rusia.

Por otro lado, Rusia anunció que inició acciones contra Meta, la casa matriz de Facebook e Instagram, “ante los llamados ilegales al asesinato de rusos” después de que la empresa flexibilizara sus reglas sobre mensajes violentos. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos mostró su preocupación el viernes ante el anuncio de Meta de hacer excepciones a sus reglas en lo que respecta a los mensajes hostiles hacia el ejército y gobierno rusos.

Fuente: AFP.

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