El regulador nuclear ucraniano dijo este viernes que no se detectaron fugas radiactivas en la central nuclear de Zaporiyia, que sufrió un incendio por la noche por combates entre tropas ucranianas y rusas. “No se han registrado cambios en la situación de la radiación”, indicó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania.

Autoridades ucranianas indicaron que la seguridad en la central nuclear de Zaporiyia estaba “garantizada” después de verse afectada por un incendio debido a bombardeos de las fuerzas rusas. “El director de la planta dijo que la seguridad nuclear está ahora garantizada. De acuerdo con los responsables de la central, un edificio para la formación y un laboratorio se vieron afectados por el fuego”, dijo en Facebook Oleksander Starukh, jefe de la administración militar de la región de Zaporiyia (sur).

El equipo “esencial” de la planta nuclear de Zaporiyia en Ucrania no se vio afectado por el incendio, señaló la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) citando a las autoridades locales. “Ucrania dice a la AIEA que el fuego en la planta nuclear de Zaporiyia no ha afectado equipo ‘esencial’ y el personal de la planta está tomado acciones para mitigar” el daño, tuiteó este organismo dependiente de la ONU.

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“Sobre las 5:20 (3:20 GMT) en la planta nuclear de Zaporiyia en Energodar, las unidades del servicio estatal de emergencia fueron a extinguir el fuego en el edificio de formación” que se había visto afectado, indicó el cuerpo de emergencias en un comunicado en Facebook, señalando que fueron movilizadas 40 personas y 10 vehículos. “A las 6:20 (4:20 GMT), el fuego en (...) la planta nuclear de Zaporiyia en Energodar quedó extinguido. No hay víctimas”, afirmaron los servicios de emergencia.

Proyectiles rusos impactaron en las primeras horas del viernes en las instalaciones de la planta nuclear de Zaporiyia ubicada unos 150 kilómetros al norte de la península de Crimea, desatando un incendio en un edificio y un laboratorio, sin consecuencias en los niveles de radiactividad, pero que paralizó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica.

Tras unas horas de alarma, en las que el presidente ucraniano Volodimir Zelenski alertó de un posible desastre “diez veces más grande que Chernóbil”, en referencia al catastrófico accidente nuclear de 1986 en ese país, los servicios de socorro pudieron extinguir las llamas, según las autoridades de Kiev.

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“No se han registrado cambios en la situación de la radiación”, indicó la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania, que confirmó que las fuerzas rusas ocuparon el territorio de la central. De los seis bloques, el primero fue puesto fuera de servicio, los números 2, 3, 5 y 6 están en proceso de enfriamiento y el 4 se encuentra operativo, precisó.

Zelenski aseguró que fueron tanques rusos los que abrieron fuego. “Estos tanques están equipados de visores térmicos, con lo que saben qué hacen, estaban preparados”, dijo. “Hay que impedir que Europa muera de un desastre nuclear”, indicó el presidente, reclamando sanciones más duras contra Moscú. El ataque ruso provocó conmoción en el mundo.

El presidente estadounidense Joe Biden se comunicó de inmediato con su homólogo ucraniano, y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó este viernes la “irresponsabilidad” de Rusia. El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA, el argentino Rafael Grossi, se ofreció el viernes para viajar a la planta de Chernóbil y negociar con Ucrania y Rusia garantías para la seguridad de las instalaciones nucleares ucranianas.

“Según lo planeado”

En el inicio de la segunda semana de invasión, Rusia intensificó sus bombardeos, que provocaron numerosas víctimas civiles y daños materiales. La perspectiva de un alto el fuego parece lejana. En una segunda ronda de negociación ambos bandos solo acordaron crear corredores humanitarios.

Aparentemente ralentizada en Kiev y en Járkov, la segunda ciudad ucraniana en el noreste, la invasión rusa progresa en el sur. Para frenarla, Zelenski pidió a los países occidentales que “cierren el cielo” ucraniano a las naves rusas o les entreguen aviones a ellos, y advirtió que Moscú podía atacar después a los países bálticos y al resto de Europa.

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Hasta ahora, los países occidentales han entregado armas a Ucrania, pero han centrado su respuesta en una batería de sanciones para aislar a Rusia a nivel diplomático, económico, cultural y deportivo. Sin embargo, estas medidas no parecen perturbar a Putin. “La operación militar especial avanza conforme al calendario previsto, según lo planeado”, dijo el jueves el presidente ruso en una reunión de su Consejo de Seguridad.

En una conversación previa con su par francés, Emmanuel Macron, Putin prometió continuar “sin concesiones” su ofensiva. Tras hablar con el mandatario ruso, Macron llegó a la conclusión de que “lo peor está por venir” en el conflicto en Ucrania.

Mordaza a la prensa

A nivel doméstico, Moscú estrechó este viernes su control sobre la prensa y aumentó la represión contra oenegés de defensa de los derechos humanos y de ayuda a migrantes. El acceso a los portales de edición en ruso de la BBC y la radiotelevisión internacional alemana Deutsche Welle, del portal independiente Meduza y de Radio Svoboda, antena rusa de RFE/RL, medio financiado por el Congreso estadounidense, fue “limitado”, según el organismo regulador de medios (Roskomnadzor), en respuesta a una orden de la fiscalía.

Los diputados rusos adoptaron este viernes un texto que prevé duras penas de prisión de hasta 15 años para aquellas personas que publiquen “falsas informaciones” sobre el ejército. Dos conocidas oenegés, la emblemática Memorial de defensa de los derechos humanas y otra dedicada a la ayuda a migrantes, fueron objeto de redadas de la policía en Moscú, según las dos organizaciones.

Moscú justifica su invasión como una operación para proteger a la población rebelde del Donbás. Entre sus exigencias figuran un cambio de gobierno en Kiev, que Ucrania nunca ingrese en la OTAN y que esta alianza se retire de sus fronteras.

Éxodo y cerco

La situación en Ucrania es extrema. “Muchas ciudades están actualmente rodeadas” por las fuerzas rusas y hay una “situación dramática de alimentos, medicinas y posibilidades de evacuación”, dijo en Twitter el asesor presidencial ucraniano, Mikhailo Podolyak. El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinsky, indicó que las conversaciones del viernes se centraron en temas humanitarios, militares y en la “futura solución política del conflicto”.

Más de un millón de refugiados huyeron de Ucrania hacia los países vecinos desde el inicio de la invasión y millones de otros se han convertido en desplazados internos, informó el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas, Filippo Grandi.

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El jueves, los rusos consolidaron la toma de Jersón (290.000 habitantes, sur), su primera gran victoria hasta la fecha, e intensificaron sus bombardeos contra otros centros urbanos. Al menos 33 personas murieron en un ataque contra áreas residenciales, incluyendo colegios, de Chernigov (norte), informaron los servicios de emergencia

Los servicios de emergencia también difundieron imágenes filmadas en la zona, en las que se ven humaredas en apartamentos destruidos, con escombros esparcidos en una amplia zona y socorristas transportando cuerpos en camillas. Las autoridades militares ucranianas afirmaron que zonas residenciales de Járkov habían sido “bombardeadas toda la noche”.

La central nuclear más grande de Europa

La guerra entre Ucrania y Rusia llegó el viernes a la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, y disparó el temor a una inmensa catástrofe. A continuación, algunos hechos sobre las instalaciones y los niveles de radioactividad en los alrededores:

La central nuclear de Zaporiyia se ubica en el sur de Ucrania, a orillas del río Dniéper, a unos 525 km de Chernóbil. Se trata de la mayor central nuclear de Europa, con una capacidad total de casi 6.000 megavatios, suficiente para abastecer a unos cuatro millones de hogares. En tiempos normales, la planta producía una quinta parte de la electricidad del país y casi la mitad de su energía nuclear.

La construcción del primer reactor empezó en 1979 y el último se puso en marcha en 1995. En total cuenta con seis reactores VVER-1000 de concepción soviética. Estos reactores disponen de una duración de entre 40 y 60 años, o incluso más gracias al avance tecnológico.

¿Qué ocurrió?

Las autoridades ucranianas aseguraron el viernes que disparos de proyectiles rusos provocaron un incendio en un edificio dedicado a la formación y en un laboratorio. Tras horas de incertidumbre, el lugar fue asegurado y los reactores se “detuvieron con total seguridad”, según responsables estadounidenses.

La concepción de estos reactores de agua presurizada, considerados entre los más seguros, procede de los usados en submarinos nucleares y difiere de los de Chernóbil, controlados con grafito e inicialmente concebidos para producir plutonio en vez de electricidad. Los VVER-1000 de Zaporiyia están alimentados de combustible enriquecido en isótopo fisible Uranio-235.

Funcionan gracias al vapor calentado en el núcleo, pero contrariamente a los otros reactores, el vapor contaminado por la radiación no se utiliza para hacer girar las turbinas, sino para calentar otro circuito de vapor no contaminado que se encarga de generar ese movimiento. Esta técnica permite conservar un nivel de radioactividad relativamente bajo para los empleados de la central.

¿Cuál es el nivel de radioactividad?

La radiación natural en el lugar es actualmente de 0,1 microsieverts por hora, según el explotador de la central, un nivel inferior a la media mundial y muy inferior al de un vuelo en avión o de una radiografía. Durante la catástrofe de Chernóbil en 1986, el nivel de radioactividad alcanzó los 300 sieverts por hora, millones de veces más.

Tras la anexión de Crimea por parte de Moscú y el estallido de la guerra con separatistas prorrusos en el este en 2014, Kiev desarrolló protocolos de seguridad para la protección física de las instalaciones nucleares del país, que dispone de 15 reactores en cuatro plantas distintas. Estas mejoras implicaron inspecciones regulares, una evaluación de su vulnerabilidad y la puesta en marcha de sistemas de control automatizado de datos. También reforzaron la defensa aérea sobre Zaporiyia.

Fuente: AFP.

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