Los dos deportistas afganos, llegados a Tokio para los Juegos Paralímpicos desde París, luego de su evacuación de Kabul, hicieron una llegada “extremadamente conmovedora” a la Villa Paralímpica, contaron los responsables de los Juegos el domingo.
Zakia Khudadadi y Hossain Rasouli, llegados a Japón el sábado por la noche, están listos para participar en los Juegos Paralímpicos, después de haber salido la semana pasada de su país, donde los talibanes han tomado el poder desde el 15 de agosto.
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“Los dos deportistas están aquí en Tokio para cumplir sus sueños, enviando un mensaje muy fuerte de esperanza a muchos otros deportistas del mundo”, dijo el portavoz del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Craig Spence. “Como se puede imaginar, este encuentro fue extremadamente emotivo”, dijo Spence, antes de añadir que “hubo muchas lágrimas de todos en la habitación. Fue un encuentro increíble”.
El velocista Hossain Rasouli, que perdió su brazo izquierdo en la explosión de una mina, debía participar en la prueba de los 100 m, pero llegó demasiado tarde para las series que tuvieron lugar el sábado. Participará el martes en el concurso de salto de longitud.
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La taekwondoista Zakia Khudadadi competirá en la categoría de menos de 49 kg el jueves (categoría K44). Craig Spence destacó que la salud mental y el bienestar de los deportistas es la “primera de las prioridades” del CPI.
Spence agregó que los organizadores querían evitar un “festival de selfies” con los otros deportistas en la villa, pero destacó que los dos afganos podrían mezclarse con los otros participantes. Pese a la ausencia de los deportistas paralímpicos afganos, su bandera desfiló simbólicamente el pasado martes en la ceremonia de apertura.
Fuente: AFP.
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Gobierno talibán de Afganistán recibe reconocimiento de Rusia
Rusia reconoció oficialmente el emirato islámico establecido por los talibanes en Afganistán en 2021, el primer país en dar este paso que las autoridades en Kabul esperan que sirva de “ejemplo para otros”. Los talibanes volvieron en 2021 al poder después de tumbar al gobierno respaldado por los países occidentales en medio de la retirada de las tropas estadounidenses tras veinte años de intervención en el país.
Desde entonces, los nuevos dirigentes impusieron a la población afgana una rigurosa versión de la ley islámica, especialmente dura contra las mujeres que han sido prácticamente excluidas de la educación y la vida pública. Los intentos de los talibanes de obtener reconocimiento internacional e inversiones, muy necesarias en un país devastado por cuatro décadas de guerras, se habían topado hasta ahora con negativas.
“Rusia es el primer país en reconocer oficialmente al Emirato Islámico”, declaró a AFP Zia Ahmad Takal, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores afgano, usando el nombre oficial que otorgaron los talibanes a su administración.
La cancillería rusa dijo en Telegram que este reconocimiento “impulsará el desarrollo de la cooperación bilateral productiva” en áreas como “la energía, el transporte, la agricultura y la infraestructura”. También afirmó que Moscú continuará ayudando a Kabul a “reforzar la seguridad regional y luchar contra las amenazas del terrorismo y el narcotráfico”.
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“Valiente decisión”
La decisión, tomada después de una reunión entre el canciller afgano Amir Khan Muttaqi y el embajador ruso en Kabul, Dmitri Jirnov, se anunció en primer lugar en las agencias de prensa oficiales rusas.
La agencia estatal TASS señaló que la bandera afgana creada por los talibanes se izó por primera vez este jueves en la embajada del país en Moscú. Y el ministerio de Exteriores anunció haber recibido las credenciales del nuevo embajador en Rusia, Gul Hasan.
“Esta valiente decisión será un ejemplo para otros (...) Ahora que ha comenzado el proceso de reconocimiento, Rusia ha estado por delante de todos”, dijo Amir Khan Muttaqi en un video publicado en la red X.
Rusia ya había dado varios pasos para normalizar las relaciones con las autoridades talibanas, como retirar en abril al movimiento islamista de la lista de organizaciones consideradas terroristas por Moscú. En julio de 2024, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que los talibanes eran “aliados en la lucha contra el terrorismo”.
Rusia fue también el primer país en abrir una oficina de representación comercial en Kabul después de la toma del poder de los talibanes y había anunciado planes para usar este país como un centro de transporte de gas hacia el sudeste asiático.
En el primer periodo de poder talibán en Afganistán, entre 1996 y 2001, solo Arabia Saudita, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos reconocieron a su gobierno.
Esta vez, múltiples Estados, entre ellos China y Pakistán, aceptaron la presencia de embajadores talibanes en sus capitales, pero no reconocieron oficialmente a las nuevas autoridades del país. Activistas por los derechos de las mujeres afganas condenaron rápidamente la decisión rusa.
Este paso “legitima un régimen que excluye a las mujeres de la educación, aplica flagelaciones públicas y protege terroristas sancionados por las Naciones Unidas”, dijo Mariam Solaimankhil, exdiputada del Parlamento afgano. “El movimiento indica que los intereses estratégicos siempre pesarán más que los derechos humanos y el derecho internacional”, lamentó.
Fuente: AFP.
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Talibanes prohíben el ajedrez en Afganistán
- Kabul, Afganistán. AFP.
El gobierno talibán añadió el ajedrez a su lista de actividades prohibidas, considerándolo hasta nuevo aviso como un juego que se utiliza para apuestas, lo que viola las leyes de la moral, declaró el domingo un funcionario a AFP. El ajedrez “es considerado un medio de apostar dinero”, lo cual está prohibido por la ley de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio (PVPV) aprobada el año pasado, explicó Atal Mashwani, portavoz de la Dirección de Deportes.
Como se trata de “cuestiones religiosas”, "el ajedrez será suspendido en Afganistán hasta que se aborden estas cuestiones“, añadió Mashwani, sin especificar la pena por la infracción. Azizullah Gulzada, de 46 años, propietario de un café de Kabul donde los clientes practican este juego, dijo que hará cumplir la prohibición, pero no le convencen los argumentos religiosos. “Muchos países musulmanes tienen jugadores de nivel internacional”, explicó. “Antes venían aquí todos los días muchos jóvenes, sin dinero para apostar”, añadió.
Desde su regreso al poder en 2021, las autoridades talibanes impusieron progresivamente su visión ultrarrigurosa del islam, prohibiendo ciertas actividades y deportes. En 2024, las competiciones de MMA (artes marciales mixtas) fueron prohibidas porque el gobierno las consideró demasiado “violentas”, mientras que el cricket todavía se practica ampliamente, pero solo entre hombres.
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Arrestados por cantar y tocar música
Los talibanes arrestaron a 14 personas en Afganistán por tocar música y cantar, una actividad que está prohibida desde su retorno al poder, informó el último sábado la policía local. Desde su regreso al poder en 2021 el gobierno talibán multiplica las leyes para imponer su visión ultra rigorista de la ley islámica, prohibiendo, por ejemplo, la música en espacios públicos, la televisión, los conciertos, los restaurantes e inclusive las radios de los automóviles.
El jueves por la noche, en la capital de la provincia de Takhar, “14 personas (...) aprovecharon la oscuridad de la noche para reunirse en una casa donde tocaron instrumentos musicales y cantaron, causando un disturbio al orden público”, afirma un comunicado de la policía.
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Se abrieron investigaciones contra los detenidos, añadió el texto. Tras retomar el poder las autoridades talibanes cerraron las escuelas de música. También destruyeron o quemaron instrumentos musicales y altavoces para evitar la “corrupción moral y la perversión de la juventud”.
Los salones de fiesta donde se celebran bodas, ya no tienen permitido poner música, aunque a veces se escucha en secreto en la sección de mujeres, separadas del sector reservado a los hombres. En los últimos años muchos músicos abandonaron el país, en gran parte por perder su medio de vida en uno de los países más pobres del mundo. Los talibanes alientan a quienes permanecen a dedicarse a recitar cantos religiosos o poesía, como ya lo hicieron durante su anterior régimen (1996-2001).
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Los talibanes desmontan una emisora de radio para mujeres
Las autoridades talibanas de Afganistán allanaron ayer martes la emisora de radio Begum, destinada al público femenino, arrestando a dos empleados, informó la emisora, y el ministerio de Información indicó que las operaciones de la estación fueron suspendidas.
“Agentes de la Dirección General de Inteligencia (GDI), con la asistencia de representantes del ministerio de Información y Cultura, allanaron hoy las instalaciones de Begum en Kabul”, indicó un comunicado de la emisora, pidiendo la pronta liberación de su personal.
También indicó que las autoridades talibanas retuvieron al personal mientras registraban la oficina, confiscando computadoras, discos duros y teléfonos, y deteniendo a dos empleados masculinos “que no ocupan ningún cargo de alta dirección”.
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La emisora precisó que no haría más comentarios por temor a la seguridad de los empleados detenidos, y pidió que las autoridades “cuiden a nuestros colegas y los liberen lo antes posible”. En un comunicado en la red social X el ministerio de Información talibán precisó que la emisora había sido suspendida por múltiples violaciones y por haber proporcionado “materiales y programas a una estación de televisión con sede en el extranjero”, señaló.
“Debido a la violación de la política de transmisión y el uso indebido de la licencia” la emisión fue suspendida hoy “para que los documentos relacionados puedan ser evaluados cuidadosamente y se tome una decisión final”, subrayó. Radio Begum afirmó que nunca se involucró en ninguna actividad política y que está “comprometida con servir al pueblo afgano y, más específicamente, a las mujeres”.
La emisora fue fundada el 8 de marzo de 2021, Día Internacional de la Mujer, cinco meses antes de que los talibanes tomaran el poder, derrocando al gobierno respaldado por Estados Unidos. Las autoridades han impuesto restricciones generalizadas a las mujeres, excluyéndolas de la vida pública con reglas que la ONU denomina “apartheid de género”.
Fuente: AFP.
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El rubab, un patrimonio cultural reprimido por los talibanes
- Por Susannah Walden y Qubad Wali.
En su taller en la ciudad afgana de Herat, Sakhi ha trabajado durante décadas fabricando rubabs, un instrumento musical de cuerdas emblemático de Asia Central. Y aunque los talibanes quieren silenciar la música, él se mantiene firme en su oficio. “Sólo conozco este trabajo y necesito obtener dinero de alguna forma”, comentó Sakhi, rodeado de rubabs en diferentes etapas de conclusión.
Pero lo que más aprecia es el “valor cultural”, dice el artesano de una cincuentena de años, cuyo nombre fue cambiado por motivos de seguridad, al igual que otros consultados por AFP. “El valor de este trabajo para mí es (...) la herencia que encierra. La herencia no debe perderse”, expresó.
La agencia cultural de la ONU, Unesco, reconoció en diciembre al arte de fabricar y tocar el rubab como patrimonio cultural intangible de Afganistán, Irán, Tayikistán y Uzbekistán. Fabricado con madera seca de morera y a veces incrustado de nácar, el rubab es uno de los instrumentos más antiguos de la región, y su sonido vibrante data de miles de años.
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Pero esa herencia en Afganistán está amenazada por la prohibición casi total a la música impuesta por los talibanes, quienes consideran que contraviene su estricta interpretación de la ley islámica. Desde que llegaron al poder en 2021, los talibanes prohibieron la música en público, desde las presentaciones en vivo hasta las pistas grabadas en restaurantes, vehículos, radios o televisión.
Cerraron las escuelas de música y destruyeron instrumentos y equipos musicales. Numerosos músicos afganos huyeron por temor o por necesidad de trabajar. Los talibanes han instado a los músicos a orientar su talento a la poesía islámica y los cantos sin acompañamiento, la única forma musical que autorizan.
“Paz al alma”
Gull Agha, un aficionado al rubab, tiene los restos del instrumento que los talibanes quebraron. La policía talibana de la moralidad también destruyó uno de los rubabs de Gull Agha, quien fue obligado a jurar que no volvería a tocar. Pero a veces rasguea un rubab para los turistas que visitan Herat, un centro artístico y cultural en Afganistán.
“Lo que más me motiva a seguir tocando el rubab es contribuir con Afganistán, no debemos dejar que se olviden las habilidades de nuestro país”, manifestó. Pero teme que este arte se atrofie con la salida de los músicos al exterior y el abandono de sus exalumnos. “Es nuestro deber legarle nuestra música a las próximas generaciones, como nuestros ancestros nos la legaron a nosotros”, comentó Gull Agha, de 40 años. “El rubab es un arte... el arte le da paz al alma”.
Mohsen, quien fue miembro del sindicato de artistas, contuvo las lágrimas al recordar cómo los músicos eran “una presencia constante en los momentos alegres de la vida de la gente”. “Lamentablemente, la felicidad ha sido arrebatada del país y de los artistas”, dijo. Mohsen aún cree en el futuro del rubab en Afganistán, y asegura que músicos dentro y fuera del país buscan mantener viva la tradición musical. “La gente ya no toca por dinero, toca por llevar alegría a otros”, expresó. “Ninguna fuerza, ninguna persona, ningún sistema puede silenciar su sonido”.
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Música eterna
Majid solía tocar el rubab en muchos sitios de la capital Kabul. Pero no ha tocado el instrumento en más de tres años por temor a que lo escuchen, hasta una tarde de diciembre en que tomó el rubab en el patio de su casa. Hizo sonar las cuerdas, pero se detuvo abruptamente cuando se abrió la puerta del patio, temeroso de que fueran los talibanes.
Parte de su rubab fue quebrado por los talibanes cuando llegaron al poder, pero lo reparó hasta donde pudo. “Mientras tenga vida, lo tendré conmigo, y espero que mis hijos lo mantengan (...) Pase lo que pase, la cultura del rubab no se perderá”, asegura este hombre de 46 años. “La música nunca se pierde. Como dicen, ‘no puede haber muerte sin lágrimas ni boda sin música’”.
Fuente: AFP.