India se convirtió en el tercer país del mundo en superar los 400.000 fallecimientos por COVID-19, según datos oficiales del viernes. Desde el inicio de la pandemia, el país de 1.300 millones de habitantes registró 400.312 decesos, según el Ministerio de Salud, y se sitúa en número de muertos por detrás de Estados Unidos y Brasil. En total, suma casi 30,5 millones de contagios.

Muchos expertos, sin embargo, estiman que el balance de muertos supera el millón, tras el virulento aumento de casos en abril y mayo. Esta oleada se atribuye a la variante Delta, más contagiosa, y al exceso de confianza del gobierno del primer ministro Narendra Modi, después de anunciar que el país había superado la pandemia en enero.

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Actualmente, el número de contagios diarios disminuye de forma significativa y muchas restricciones se han ido levantando, lo que hace temer nuevos rebrotes en los próximos meses. En paralelo, la campaña de vacunación avanza lentamente en este gigantesco país.

El gobierno querría haber inmunizado a todos los adultos este año, pero debido a los problemas de suministro, las dificultades administrativas y la reticencia de parte de la población, sólo un 5% ha recibido las dos dosis hasta la fecha.

EL 21 de junio, el gobierno quiso dar un impulso al proceso de vacunación y estableció la gratuidad del inmunizante para toda la población adulta. La demanda se disparó y se administraron más de nueve millones de dosis en un sólo día.

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Fuente: AFP.

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