El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo el sábado que su par de Uruguay, Luis Lacalle Pou, “se destempló” por haber pedido que el Mercosur no sea “un lastre”, pero descartó que la unidad del bloque regional corra riesgo.

“Yo creo que el presidente uruguayo se destempló. Si hay alguien que perdió la templanza en su discurso fue él. Me parece muy poco gentil para con los compañeros de barco decir que está cargando un lastre. Y el lastre somos nosotros, Argentina, Brasil y Paraguay. Él dice que estar en el Mercosur es cargar un lastre”, afirmó Fernández en una entrevista en el canal de noticias C5N.

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Fernández, que detenta la presidencia pro tempore del Mercosur y como tal encabezó el viernes la cumbre que celebró los 30 años del bloque regional, insistió en que la intervención de Lacalle fue “poco feliz, tan poco educado”.

“Lo que me impresiona es que digan que el patotero fui yo, el discurso fue inusualmente agresivo”, aseguró. “Yo soy el presidente de Argentina y no tengo que soportar que a mi país lo llamen lastre (..). Yo no voy a dejar que traten así al país en un grupo regional como es el Mercosur, ni tampoco trataría así a ningún país del Mercosur ni a nadie. No fui yo el destemplado”, abundó.

Durante la cumbre que fue virtual por la pandemia del coronavirus, Uruguay, Brasil y Paraguay pidieron “flexibilizar” la normativa del bloque para negociar acuerdos con terceros países sin requerir la autorización del resto de los socios, así como revisar el arancel externo común.

En su intervención, Lacalle Pou dijo que el Mercosur “no puede ser un lastre” ni “un corset” en las negociaciones externas, que impida el avance comercial de su país. El presidente argentino comparó las intervenciones de sus colegas y consideró que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue “muy cuidadoso”.

“Bolsonaro habló y fue muy cuidadoso con sus palabras. Hizo el planteo que siempre hace Brasil de buscar más apertura en el Mercosur, de discutir los aranceles. Y de repente salió Lacalle con un discurso absolutamente inusual, fuera de lugar”.

Fernández consideró que fue “un incidente que pasará”, y dijo confiar “que no corre riesgo la unidad” del bloque. “Gobierne quien gobierne el Mercosur se ha podido mantener unido desde que se creó 30 años atrás”, concluyó.

Tirantez en las discusiones

Brasil, Uruguay y Paraguay se enfrentaron a Argentina este viernes al pedir mayor flexibilidad para negociar acuerdos comerciales, durante una tensa cumbre de presidentes del Mercosur organizada en Buenos Aires para conmemorar el 30 aniversario del bloque.

La tirantez en las discusiones fue tal, que al cierre de la cumbre el presidente argentino, Alberto Fernández, respondió ofuscado al resto de sus socios: “Si nos hemos convertido en una carga lo lamento, la verdad es que no queríamos ser una carga para nadie”.

“Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si es que esa carga pesa. Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco”, dijo durante la cumbre celebrada en forma virtual en medio de la pandemia de covid-19.

Fernández reaccionaba luego de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y el de Paraguay, Miguel Abdo Benítez, pidieran “flexibilizar” la normativa del bloque para poder negociar acuerdos con terceros países sin requerir la autorización del resto de los socios -algo que Uruguay y Paraguay plantean hace más de una década-, así como revisar el arancel externo común.

“No creemos que la reducción lineal del arancel externo sea el mejor instrumento. Argentina propone preservar el equilibrio entre sectores agrícolas e industriales, con justicia social, en un contexto de incertidumbre global absoluta”, dijo Fernández, quien preside el Mercosur por seis meses.

El presidente brasileño fue contundente: “Brasil desea contar con apoyo (de sus socios) para seguir ampliando la red de negociaciones comerciales internacionales, con las actualizaciones del arancel externo. Necesitamos atraer inversiones. Superar con urgencia los grandes daños ocasionados por la pandemia”.

Lacalle Pou respaldó esa idea y fue más allá. “No estamos conformes. Estamos de acuerdo en rever el arancel. Tenemos que avanzar en negociaciones con otros bloques. El acuerdo con el bloque europeo se ha trabajado por mucho tiempo. Debemos sincerar ese proceso. Proponemos que sea con una flexibilización” en las negociaciones externas, enfatizó.

La tensión se hizo patente cuando Lacalle Pou dijo que el Mercosur “no puede ser un lastre” ni “un corset” que impida el avance comercial de su país. En ese sentido, Abdo propició: “Las negociaciones externas que sean conjuntas y coordinadas, pero que no sean una barrera a nuestro desarrollo. Que las ideologías no contaminen”.

Luego de los discursos presidenciales, el canciller argentino, Felipe Solá, admitió que “los acuerdos con terceros países van a ser discutidos”. “Pensamos que el arancel externo común debe ser bajado si es un planteo que nos conviene a todos”, opinó además Solá sobre ese punto cadente, y se pronunció en contra de cualquier decisión “apresurada” al respecto.

30 años de luces y varias sombras

Treinta años después de la creación del Mercosur, hay varios obstáculos que entorpecen las negociaciones con la Unión Europea, bloque con el que el Mercosur negoció por dos décadas un acuerdo comercial aún pendiente de aprobaciones parlamentarias.

En tres décadas, el Mercosur tuvo marchas y contramarchas, sin poder aún trazar una unión aduanera perfecta, con un arancel externo perforado por excepciones, y asimetrías que perjudican a las economías más pequeñas de Uruguay y Paraguay.

También hay cambios radicales como la relación con China, que solo representaba el 3% de las ventas externas del bloque, mientras que ahora casi uno de cada cuatro dólares exportados se dirigen a China y es el primer origen de las importaciones del Mercosur, desplazando a Estados Unidos, según la consultora Abeceb.com.

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Así, lejos de aquel fundacional Tratado de Asunción en 1991, el modelo de integración vuelve a estar en discusión. “Una importante reducción del Arancel Externo Común y una flexibilización en la negociación con terceros países, lo direccionan a una simple zona de libre comercio”, dijo Fernando Masi, analista de ‘Mercosur abc’.

“Una vez más, se observó que no existen consensos mínimos en el bloque, no hay cohesión y, si no se reacciona, se está cerca de un quiebre definitivo”, estimó por su parte el director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay, Ignacio Bartesaghi, a la AFP.

Argentina “plantea seguir profundizando la unión aduanera y alcanzar un mercado común, lo que hoy es casi ciencia ficción”, consideró este experto en el Mercosur para quien “el bloque festeja sus 30 años en una crisis profunda, y si no reacciona y se flexibiliza pronto, corre el riesgo de quebrarse o pasar a la eterna irrelevancia”.

Fuente: AFP.

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