La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó el miércoles sobre la evolución de la pandemia de COVID-19 en Brasil, donde en la víspera se registró un récord de 2.841 fallecidos por el virus, destacando la necesidad de liderazgo para frenar el avance de la enfermedad.

“La situación en Brasil es una advertencia de que mantener este virus bajo control requiere una atención continua por parte de las autoridades de salud pública y de los líderes para proteger a las personas y los sistemas de salud del impacto devastador de este virus”, dijo en rueda de prensa la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Brasil es el segundo país del mundo con más víctimas mortales de la pandemia después de Estados Unidos, con un total acumulado de 282.127 muertos y 11,6 millones de casos desde que la enfermedad se reportó por primera vez en diciembre de 2019 en China.

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Etienne dijo que el gigante sudamericano registra actualmente el mayor número de nuevos contagios en la región de las Américas.

“Varias áreas de Brasil están experimentando un nivel récord de infecciones y las camas de los hospitales están casi a su máxima capacidad en más de la mitad de los estados brasileños”, dijo.

La directora de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), enfatizó la importancia de responder al aumento de los contagios con la aplicación de medidas inmediatas para desacelerar la transmisión.

Sylvain Aldighieri, gerente de incidentes de la OPS, señaló que la situación actual en Brasil es el resultado de una mayor propagación del virus durante las vacaciones de fin de año y del Carnaval.

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“Durante estos períodos, la implementación de las medidas de salud pública en Brasil fue subóptima en la mayor parte del país, por lo que desencadenó la amplificación de la transmisión y la expansión geográfica”, dijo.

Aldighieri explicó que a diferencia de la ola pandémica en 2020, “lo que tenemos ahora es un aumento simultáneo en todas las regiones de Brasil”.

“Es importante mencionar, en el contexto de la circulación de al menos tres variantes preocupantes en la región, que las medidas de salud pública, cuando se implementan estrictamente, funcionan contra las variantes. Es muy importante”, apuntó.

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha cuestionado desde el principio de la pandemia las medidas de salud pública recomendadas, como el uso de mascarillas y el distanciamiento social. Además, ha puesto en duda la eficacia o la seguridad de las vacunas antiCOVID, y criticó las medidas de confinamiento por su impacto económico.

Expertos han señalado que el feroz repunte de la pandemia en Brasil podría dejar pronto unos 3.000 muertos diarios y elevar el balance total de fallecidos hasta 500.000 o 600.000 antes de la generalización de las vacunas.

Fuente: AFP.

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