La situación en el Sáhara Occidental seguía siendo confusa este lunes, con enfrentamientos a tiros -según la agencia marroquí MAP y el Frente Polisario- en la línea de defensa que divide este disputado territorio, después del anuncio el viernes por los independentistas saharauis de la ruptura de un alto el fuego establecido en 1991.

El Frente Polisario decretó “el estado de guerra” y el fin de aquel alto el fuego firmado bajo los auspicios de la ONU, en reacción a una operación del ejército marroquí en una zona tapón del extremo sur del Sáhara Occidental. El objetivo de esta operación militar era reabrir la carretera que conduce a la vecina Mauritania, por el puesto fronterizo de Guerguerat.

Este lunes, Mohamed Salem Uld Salek, jefe de la diplomacia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), autoproclamada en 1976 por los independentistas del Polisario, afirmó a la AFP que “el fin de la guerra depende de que acabe la ocupación ilegal” por parte de Marruecos “de los territorios de la RASD ocupados”.

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Por ahora es imposible saber de fuente independiente lo que realmente ocurre en el terreno, dadas las dificultades para acceder a este inmenso territorio desértico que se disputan desde hace décadas Marruecos y el Polisario, apoyado por Argelia.

El Sáhara Occidental, gran extensión desértica de 266.000 km2 que bordea la costa Atlántica al norte de Mauritania, es el único territorio del continente africano cuyo estatus poscolonial no ha sido resuelto.

Tras la salida de la potencia colonial española en 1975, Marruecos tomó el control de dos tercios de este territorio que considera como parte integrante del reino. El Polisario controla el otro tercio.

Rabat propone una autonomía bajo su soberanía, mientras que el Frente Polisario exige un referéndum de autodeterminación previsto por el acuerdo de 1991 pero que nunca se ha ejecutado.

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Foto: AFP.

Preocupación internacional

Para el Polisario, la operación militar marroquí en Guerguerat puso fin al alto el fuego de 1991. Los marroquíes, por su lado, dicen respetarlo. La no resuelta situación poscolonial en este territorio suscita preocupación en la ONU, la UE y la Unión Africana (UA).

Desde el viernes, los independentistas saharauis señalan “ataques” -sin dar otros detalles- a lo largo de la línea de defensa marroquí de 2.700 kilómetros que separa el Sáhara Occidental, sin que haya reacción oficial de Rabat.

Del lado marroquí el último comunicado del Estado mayor data del viernes, cuando se anunció que “la seguridad ha quedado garantizada en el paso de Guerguerat”.

Un hecho inhabitual fue que la agencia oficial MAP retomara el domingo por la noche un sitio no oficial dedicado al ejército para anunciar los enfrentamientos a tiros a lo largo de la línea de defensa.

“Desde el 13 de noviembre de 2020, los milicianos del Polisario han efectuado disparos de acoso a lo largo de la línea de defensa sin provocar daños humanos o materiales a la altura de la localidad de El Mahbes (norte)”, indicó MAP citando la página  Facebook del “Forum FAR-Maroc”, las fuerzas armadas reales.

Por su lado, el Polisario aludió el domingo a “combates que continúan aumentando” a lo largo de la línea de defensa. Y un dirigente del Polisario afirmó  que movilizaba a “miles de voluntarios” para unirse a las fuerzas armadas saharauis.

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Región aislada

Esta región desértica está aislada geográficamente. Marruecos no deja a los periodistas desplazarse libremente, incluso en épocas normales.

La fuerza de la ONU (Minurso) también encuentra dificultades de acceso y ha limitado los desplazamientos. Ahora basa lo esencial de sus observaciones en imágenes satélite, según el último informe anual del secretario general ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

“Es extremadamente difícil verificar la realidad de las informaciones divulgadas por una u otra parte” subrayaba este informe. El informe expresa asimismo su preocupación por el “riesgo de atentados” y por “la multiplicación de traficantes de droga y de otros elementos criminales en el territorio”.

Fuente: AFP.

Foto: AFP.

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