El líder ruso de la petroquímica Sibur lanzó el martes las obras preliminares de una gigantesca fábrica en el Extremo Oriente ruso, construida en asociación con China. Las obras se iniciaron cerca de Svobodnyy, ciudad industrial a 150 km al noreste de Blagoveshensk, a orillas del río Amur, desde donde se ve, en la otra orilla, territorio chino con sus edificios de coloridos neones.

La nueva fábrica, que estará terminada en el 2024, supone una inversión de unos 11.000 millones de dólares, realizada en forma de coempresa entre Sibur (60%) y el gigante chino Sinopec (40%), que también es accionista de Sibur.

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La nueva empresa transformará productos obtenidos de la extracción de hidrocarburos en polímeros, gránulos utilizados para fabricar productos en plástico, muy demandados en todo el mundo, especialmente en China.

El Extremo Oriente ruso es escenario de varios proyectos de envergadura que materializan la voluntad de Moscú de una mayor cooperación económica con China. En la nueva fábrica llamada Amur GCC, Sibur espera producir 2,7 toneladas anuales polímeros –duplicando así su producción– de las que tres cuartas partes estarán destinadas a China.

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Sibur lanza así su segundo proyecto de fábrica gigante de polímeros tras ZapSibNeftekhim, en Tobolsk, en Siberia occidental, aunque esta está más bien dirigida al mercado de Europa.

Fuente: AFP.

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