Estados Unidos superó el sábado los 2,5 millones de casos de coronavirus, según el balance que realiza la Universidad Johns Hopkins, en momentos en que el país atraviesa un aumento exponencial de contagios en varios estados.
A las 21:30 GMT, se registraban 2.500.419 casos confirmados de COVID-19, de acuerdo con la universidad con sede en Baltimore. Los muertos, en tanto, superaron las 125.000.
Mientras, la pandemia se agrava en América Latina y en India, una segunda ola amenaza a Europa. El número de muertos por la pandemia en el mundo araña el medio millón de personas (495.288) en casi 10 millones de contagios.
Florida relevó casi 10.000 nuevos contagios y 24 muertes en un día, un número sin precedentes desde el comienzo de la pandemia. Es que los contagios aumentaron en 30 de los 50 estados, especialmente en California, Arizona, Texas y Florida.
Lea también: Incautan más de 800 kilos de marihuana en un campamento a orillas del río Jejui Guazú
En el “estado del sol”, los nuevos casos se están concentrando entre los más jóvenes. La edad promedio de las personas infectadas es ahora de 33 años, contra 65 hace dos meses.
"Enfrentamos serios problemas en algunas zonas", advirtió Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca en una rueda de prensa, en la que instó a los estadounidenses a comportarse con responsabilidad.
Vacuna, corrupción, asalto y fútbol
En América Latina, los países más afectados en términos absolutos son Brasil, con casi 1.275.000 casos y 56.000 fallecidos, seguido de México, Chile y Argentina.
Brasil anunció un acuerdo para producir hasta 100 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la universidad británica de Oxford, que el país sudamericano está ayudando a probar y que figura entre las más prometedoras de las decenas que están experimentando investigadores de todo el mundo.
Y mientras en Ecuador la Iglesia Católica consideró un “crimen” la “escandalosa proliferación de casos de corrupción” en medio de la pandemia, el gobierno de Bolivia acusó -sin pruebas- al partido del expresidente Evo Morales de asaltar un convoy con insumos médicos en el marco de otras “actividades irregulares” para afectar a la presidenta interina Jeanine Áñez.
Ante el dilema de qué es primero, si la salud o la economía, Perú decidió poner fin a la cuarentena nacional para reactivar el trabajo, mientras la primera división fútbol comenzaba a entrenar a puerta cerrada para reanudar el torneo local en julio.
El gobierno argentino, en cambio, resolvió endurecer la cuarentena impuesta en Buenos Aires y su periferia, el epicentro de la pandemia en el país, que reporta 1.200 muertos y suma 55.330 casos.