Brasilia, Brasil | AFP | El candidato Jair Bolsonaro sigue creciendo y tiene 35% de intenciones de voto, frente a 22% del izquierdista Fernando Haddad, según una encuesta Datafolha divulgada este jueves, a tres días de las elecciones del próximo domingo en Brasil.
Bolsonaro logra así un avance de tres puntos respecto al 32% que la misma encuestadora le daba el 2 de octubre, siendo el único de los trece candidatos que crece por encima del margen de error, de dos puntos porcentuales.
Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), del encarcelado expresidente Lula, subió un punto, de 21% a 22%.
En votos válidos (que excluyen los blancos y nulos y el porcentaje de probables abstencionistas), Bolsonaro tiene 39% y Haddad 25%.
Esa diferencia prefigura de todos modos una segunda vuelta el 28 de octubre, en la cual los dos candidatos están en empate técnico (44% para Bolsonaro y 43% para Haddad, con un 13% de votos en blanco y anulados o de indecisos).
Bolsonaro apuesta por mantener su dinámica para ganar en la primera vuelta, algo que los analistas veían como imposible hace unas semanas pero que ahora algunos no descartan.
En estas polarizadas elecciones, Bolsonaro y Haddad son los candidatos que ostentan no solo las mayores intenciones de voto, sino también los mayores índices de rechazo (45% y 40% respectivamente).
En los sondeos de la primera vuelta, el centroizquierdista Ciro Gomes se mantiene con el 11%, el centroderechista Geraldo Alckmin cae de 9 a 8% y la ecologista Marina Silva se mantiene en 4%.
Los indecisos son 5% (sin cambios) y los votos blancos o nulos caen de 8% a 6%, indica la encuesta, realizada entre los días 3 y 4 de octubre con entrevistas a 10.930 electores.
El estudio se divulgó poco antes del último debate presidencial televisivo que se llevará a cabo en la cadena Globo a partir de las 22H00 (01H00 GMT).
Fueron invitados a participar los ocho candidatos con mayor intención de voto o con bancadas de al menos cinco legisladores en el Congreso. Bolsonaro declinó participar, indicando una prescripción médica por la puñalada que recibió el 6 de septiembre en un mitin.
El excapitán del Ejército compensará su ausencia con una intervención en Facebook, una de las redes sociales que tanto han contribuido a su ascenso en los sondeos, en tanto que la televisión Record anunció que transmitirá una entrevista con el polémico candidato a la misma hora que el debate de Globo.
© Agence France-Presse
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Ríos aumentan su caudal en el sur de Brasil arrasados por las inundaciones
Las lluvias torrenciales que golpean el sur de Brasil aumentaron los caudales de los ríos y crearon escenas de “caos” en los suburbios de Porto Alegre, en una región ya arrasada por inundaciones que dejan más de 140 muertos y centenas de miles de desalojados de sus casas.
“Prácticamente todos los grandes ríos del estado presentan tendencia de elevación”, informó la Defensa Civil del estado Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia. El Guaíba, afluente que desde la semana pasada cubre grandes partes de la capital estatal Porto Alegre, se había reducido el sábado a su nivel más bajo desde el 3 de mayo.
Pero con las fuertes lluvias que caen sobre la región desde el viernes, se elevó de nuevo y debe superar los cinco metros, “conforme fluya el caudal de los ríos tributarios y la actuación de los vientos”, según el informe.
Las inundaciones históricas en Rio Grande do Sul, provocadas por fuertes precipitaciones desde los últimos días de abril, afectaron a más de dos millones de personas, con un saldo de 143 muertos, 806 heridos y 131 desaparecidos.
Según el último balance de Defensa Civil, más de 619.000 personas debieron abandonar sus casas debido a la catástrofe, que expertos de la ONU y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno de El Niño.
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Otros ríos seguían desbordados y en ascenso
Las crecidas del Taquari pusieron de nuevo en alerta a la pequeña ciudad de Muçum, que aún se recuperaba del paso de un devastador ciclón en septiembre cuando fue golpeada por las inundaciones. Según las autoridades, la Laguna de los Patos, con salida al Atlántico, está en “niveles muy elevados” con tendencia a subir aun más en las zonas costeras.
La ribereña ciudad de Pelotas “enfrenta un agravamiento de la situación” que “amplía las probabilidades de inundaciones”, alertó en Instagram su alcaldesa, Paula Mascarenhas, que hizo un “llamado urgente” a desalojar las casas en zonas de riesgo.
“Es un caos”
En el centro, en la Región Metropolitana y la sierra “gaúcha” cayeron “volúmenes significativos de precipitaciones” en las últimas 24 horas, con hasta 120 mm en los valles. En el centro histórico de Porto Alegre, todavía inundado, personas caminaban sobre barreras hechas de bolsas con rocas y arena; sofás y otros enseres flotaban. Algunas zonas del suburbio de Sao Leopoldo eran cementerios de autos sumergidos en las aguas enlodadas.
“Fui a revisar, mi casa se quebró. En la casa de mi cuñado, al lado, el agua llegó a la mitad del segundo piso”, dijo a la AFP Claudio da Silva, mientras navegaba con su bote por las calles inundadas en Sao Leopoldo. “Ahora bajó un poco y se puede entrar al segundo piso, pero es un caos. Muchos animales muertos. Es muy, muy triste”, explicó el electricista, de 36 años.
El metalúrgico Antonio Vanzan, de 50 años, describió una “situación crítica”. “El agua dejó de bajar (...). Si la lluvia no para de caer, ¿qué va a suceder? Puede aumentar el nivel del río y el agua regresará para adentro de los barrios”, advirtió.
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“No están solas”
Según el Instituto Nacional de Meteorología, todo el estado espera que las “lluvias intensas” continúen en las próximas horas, con más de 100 mm por día en algunas partes. En el noreste hay “gran riesgo de grandes inundaciones y desbordamientos de ríos, y grandes deslizamientos de tierra”, añadió.
La probabilidad de nuevas inundaciones es “muy alta” en casi todo Rio Grande do Sul, indicó, por su parte, el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales (Cemaden). En un video publicado en la red social X por el día de las madres en Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva envió su “solidaridad” para aquellas afectadas por la tragedia.
“Ustedes no están solas”, dijo el mandatario, cuyo gobierno anunció que desbloqueará unos 10.000 millones de dólares para la reconstrucción de este estado agrícola y ganadero. En Sao Leopoldo, mientras tanto, la fatiga se instala ante la persistencia de la emergencia.
“Como está la cosa esto va a continuar hasta el viernes próximo, después una semana más de las aguas bajando, limpiando, una semana más fuera de casa (...). Vamos a pasar 30 días fuera de casa”, aseguró Claudio da Silva, el electricista.
Fuente: AFP
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Brasil: inundaciones podrían empeorar con nuevas lluvias
Una nueva ráfaga de lluvias torrenciales cayó ayer sábado sobre el sur de Brasil, en donde inundaciones históricas ya dejan más de 130 muertos, lo que complicaba las labores de emergencia y sembraba temores de nuevos desastres.
“Muchas personas ven la lluvia y están traumatizadas. Notamos el susto de la gente. Sabemos que cuando llueve el agua termina aumentando aún más”, dijo a la AFP Enio Posti, bombero de Porto Alegre, capital del estado Río Grande do Sul, en gran parte todavía inundada. Las crecidas de ríos provocadas por los volúmenes históricos de agua que cayeron desde finales de abril en este estado agrícola dejan un saldo total de 136 fallecidos, 806 heridos y 125 desaparecidos, según Defensa Civil.
Más de dos millones de personas han sido afectadas por la catástrofe, que expertos de la ONU y el gobierno brasileño vinculan al cambio climático y al fenómeno de El Niño. De acuerdo con el último balance de Defensa Civil, más de 537.000 personas fueron desalojadas de sus casas y otras 81.000 están en refugios. Además, unas 92.000 viviendas resultaron dañadas o destruidas, según la Confederación Brasileña de Municipios.
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Las autoridades están en alerta desde que las lluvias volvieron con fuerza el viernes a Porto Alegre y a otras áreas ya afectadas del estado, y multiplican los mensajes a la población de no regresar a los lugares en riesgo. “Yo estaba empapado. Ellos me recibieron bien y me dieron ropa. Ahora estoy bien”, dijo a la AFP Everton Machado, un habitante de 36 años, tras ser rescatado por un bote mientras iba en búsqueda de sus padres.
Ayuda y donaciones
En las anegadas calles del barrio de Sao Joao, muchos voluntarios y bomberos seguían trabajando bajo la copiosa lluvia, observaron periodistas de la AFP. Equipados con motos de agua o botes inflables, llevaban la ayuda a los afectados. También recibían mascotas que sus dueños no pueden cuidar.
“Las mascotas son calmadas y hay cuidado médico si necesitan... o (ayuda) para ser llevados a un refugio”, señaló Carolina de Souza, una voluntaria de 19 años. “Hay mucha gente aquí para traerlos y hay muchos veterinarios ayudando”, añadió. Militares y otros efectivos de seguridad también hacían parte de los esfuerzos.
Casi dos toneladas de alimentos y enseres han sido distribuidos por el gobierno federal, en lo que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva elogió como “el mayor movimiento de donaciones nunca antes registrada en la historia” de Brasil, según escribió en la red social X. El flujo de embarcaciones hacia las zonas afectadas, donde muchos pobladores permanecen en sus casas por miedo a saqueos, sin embargo se ha reducido.
A pesar de las nuevas lluvias, los habitantes de Porto Alegre intentan recuperar cierta normalidad. Algunos comercios y restaurantes abren. Por toda la ciudad camiones de succión drenan el agua enlodada que invadió los edificios. Pero el suministro de agua limpia sigue interrumpido en la capital estatal. Camiones cisterna cruzan permanentemente por doquier aprovisionando albergues, hoteles y otros edificios.
Reconstrucción
El gobierno de Brasil prometió el jueves desbloquear unos 10.000 millones de dólares para la reconstrucción de Rio Grande do Sul, que atraviesa la peor catástrofe climática de su historia. En una declaración emitida este sábado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dijo “entristecido” por la “devastación” en el país sudamericano y anunció que Washington “está trabajando para proporcionar la ayuda necesaria al pueblo brasileño” en coordinación con las autoridades locales.
La región espera “aguaceros y tormentas aisladas” que se extenderán hasta inicio de la semana próxima, según el Instituto Nacional de Meteorología, que alertó de riesgos de “inundaciones y descargas eléctricas”. Varios ríos seguían desbordados aunque sus caudales están disminuyendo, informó la gobernación.
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El Guaíba, una extensión de agua que baña Porto Alegre, alcanzó 4,57 metros en la tarde de este sábado, su nivel más bajo desde el 3 de mayo. Los primeros desbordamientos ocurren a partir de 3 metros. Pero con previsiones de que las lluvias más fuertes deberán ocurrir entre domingo y lunes, el gobierno estatal advirtió sobre el riesgo de nuevas elevaciones de las aguas y deslizamientos de tierra.
“Todavía estamos viviendo una situación de emergencia”, dijo en un video en Instagram el gobernador de Río Grande do Sul, Eduardo Leite. Inundaciones históricas, récord de incendios forestales, olas de calor sin precedentes, sequías: los eventos extremos se han multiplicado en los últimos meses en Brasil, un país de tamaño continental extendido por casi toda América del Sur.
Fuente: AFP
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Senado convoca a negociadores para detallar los alcances del acuerdo histórico con Brasil
El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, y el director paraguayo de Itaipú, Justo Zacarías Irún, fueron convocados por la mesa directiva del Senado, encabezado por Silvio “Beto” Ovelar con la finalidad de detallar al Congreso Nacional los alcances del acuerdo histórico concretado recientemente por los gobiernos de Santiago Peña y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La convocatoria impulsada principalmente por los parlamentarios de la oposición se encuentra fijada para este lunes 13 de mayo a las 9:00. Buscarán conocer los aspectos técnicos y políticos que fueron tenidos en cuenta por el equipo negociador. No se descarta que también se busque indagar sobre las estrategias que serán implementadas por el gobierno de Peña para encarar al vecino país en la revisión del Anexo C, del tratado de Itaipú.
El gobierno de Peña anunció, este último jueves, la firma de un histórico acuerdo entre Paraguay y Brasil, mediante la definición del nuevo precio tarifario equivalente a USD 19,28 kW/mes que irá hasta el año 2026.
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Este valor implica que Paraguay recibirá 280 millones dólares en concepto de royalties, 650 millones dólares en inversión social, 265 millones dólares en compensación de energía y 53 dólares en utilidades de capital y otros. Esto hace un total de 1.250 millones de dólares por año y 3.750 millones en tres años.
Las negociación no solo permitirá a nuestro país obtener mayores rentas, sino que también posibilitará la venta de nuestro excedente eléctrico producido desde la entidad binacional, situación que es considerada como un reivindicación de nuestra soberanía energética. A la vez ambos gobiernos acordaron finiquitar la renegociación del tratado de la binacional antes de que acabe el 2024.
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“Solo quiero ver mi casa”: víctimas no hallan respiro en la tragedia en Brasil
El motor de “Gulu”, la lancha de Ricardo Frediani, ruge surcando las aguas del río Guaiba, que inundó la ciudad brasileña de Porto Alegre. Corre hacia la devastada Eldorado do Sul. Volverán las lluvias y el tiempo apremia para salvar lo que aún sea posible. Mientras tanto, en el barrio Medianeira, en la misma localidad, Katiane Mello espera que alguna embarcación la lleve hasta la casa que fue su hogar.
Salió de allí hace una semana cuando las torrenciales lluvias que se abatieron sobre el estado de Rio Grande do Sul desbordaron el río y llegaron hasta el segundo piso en el que vivía junto a su esposo James Vargas y su hija Natalia, de 5 años. Las aguas amarronadas del Guaíba registran un incesante ir y venir de embarcaciones que trasladan comestibles para quienes se niegan a dejar sus hogares a pesar del peligro. Una lancha policial vigila la entrada del barrio sumergido.
“¡El agua está bajando muchísimo!”, exclama Ricardo, mientras le pide a su hijo Guilherme, estudiante de odontología de 26 años, que le ayude a estabilizar la lancha con un remo. La bajante causa una fuerte corriente porque las aguas buscan una salida por las calles anegadas.
Hacia la popa, se recorta la silueta moderna de Porto Alegre, una ciudad de 1,4 millones de habitantes enlutada por una tragedia que ya se cobró más de un centenar de vidas. Hacia la proa, la imagen es dramática: casas cubiertas, autos destruidos; comercios inundados; carteles con nombres de calles que se pueden tocar con la mano.
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Lo quiso el destino
Las cabezas de los tripulantes pasan a menos de un metro de los cables de energía eléctrica, desconectados. Algunas personas observan desde los tejados. Son quienes no quisieron salir “por miedo a saqueos”, explica a la AFP Frediani, un vendedor de lubricantes de 62 años que se toca el corazón cuando se le pregunta por qué se lanza hacia las aguas hediondas arriesgando su propia vida.
Ahora “Gulu” avanza lento, esquivando columnas de alumbrado inclinadas y techos de vehículos semicubiertos. La resistencia del agua obliga a forzar el motor. “Ayer no tenía esta fuerza” la corriente, dice Frediani. A unos 400 metros puede verse movimiento. ¿Serán vecinos o la policía? Los rescatistas afirman que hubo muchos saqueos y la zona se volvió peligrosa. La presencia de efectivos de seguridad fuertemente armados es ostensible.
Katiane está en ese grupo al final de la calle, con la esperanza de poder acercarse hasta su hogar. “Gulu” llega a destino y Katiane pregunta si es posible caminar por el agua. “Perdimos nuestra fuente de sustento, nuestra tienda. Y la casa...”. Su voz se corta. El agua la arrastraría. Frediani y su hijo le ofrecen subir para ir a su casa o a lo que haya quedado de ella. “No sabemos cómo está... ¡Miren la altura del agua!”, exclama la mujer.
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Solidaridad en la tragedia
Katiane no puede contener las lágrimas. El paisaje es de destrucción total. Era su barrio, su vida y la de su familia. A pocos metros, se yergue la vivienda. “Ahí está ¿Me habrán robado?”. Frediani y su hijo observan la escena en silencio. Katiane contiene el aliento. Alguien la sostiene hasta que ocurre lo que para esta mujer es un milagro...
“¡Está todo intacto!”. James consiguió llegar antes. La falta de señal de celular le impidió contarle las buenas nuevas. Ella se lanza hacia el agua, sube por la escalera y en el camino junta mecánicamente ropa tirada, húmeda, irrecuperable. Las pertenencias de la familia, los juguetes de su hija: todo está allí. Creyó haber perdido lo que con tanto sacrificio construyeron. Se funde en un abrazo con su marido.
En las paredes hay fotos de la pequeña Natalia, de ellos cuando eran jóvenes, de sus padres, hoy viejos y enfermos. Un cartel de madera reza “Amor eterno. Familia”. Frediani y su hijo Guilherme sonríen desde el agua, abrazados a “Gulu”.
Fuente: AFP.