A pocos días de haber visitado nuestro país, el cantante colombiano sigue recordando a Paraguay. El artista compartió en sus redes sociales un divertido video donde se lo ve –superenérgico– después de haber tomado “mate, café y tereré”.
El pasado 7 de marzo y en el marco de su segundo tour “De adentro pa fuera”, el cantautor colombiano –y ganador de cinco Latin Grammy– se encontró por primera vez con su “tribu” paraguaya. Desde el primer momento que pisó Asunción, con su esposa Evaluna Montaner y su hija Índigo, recibió todo el cariño de sus fans, quienes esperaban su primera visita al país con muchas ansias.
Como era de esperarse, su “tribu” (apodo que el mismo artista le dio a sus fans de Paraguay) lo recibió con cariño, carteles y varios regalos, entre ellos un termo de tereré. Al parecer, es la primera vez que Camilo prueba nuestra bebida tradicional, ya que en su show en la SND Arena opinó sobre la bebida.
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“Lo que no me advirtieron los que me pusieron a tomar tereré es óomo se pone uno cuando toma mucho tereré, si o qué. Yo como que soy una persona medio obsesiva y monotemática; ya tengo todo, la tribu me regaló un termo gigante que no sé donde voy a meter, pero me lo llevo”, dijo el artista durante su concierto.
En las últimas horas, el colombiano compartió en sus redes un video antes de su show en el Movistar Arena de Buenos Aires, Argentina, donde se lo ve bailando y lo tituló: “Yo llegando a trabajar después de tomar mate, café y tereré”. El posteo se llenó de likes y comentarios como: “aguante el tereré”, “tereré lovers” y muchos corazones y banderas de Paraguay.
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Casa Taller Koki Ruiz: lugar de memoria y pulsión artística
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
Como una manera de seguir su legado, las hijas del recordado maestro de las artes plásticas planean generar un espacio de arte colectivo en La Barraca, San Ignacio Guasu, Misiones, donde tradicionalmente culmina la procesión de Tañarandy cada Viernes Santo desde hace más de 30 años. Están dando sus primeros pasos, concibiendo las primeras obras y planean habilitar una fundación para luego perseguir el sueño de habilitar un museo permanente de la obra de su padre.
“Abriremos las puertas de la Casa Taller Koki Ruiz, en La Barraca”, cuenta Macarena Ruiz, hija del querido artista plástico, explicando que lo hacen buscando mantener su legado en “el lugar donde él vivió, creó y soñó”
Según comenta, “vamos a empezar vendiendo piezas de arte inspiradas en la obra de mi papá, para continuar con el sueño de tener un taller de artesanos, una comunidad de artistas”, apunta.
Una tarea que el propio Koki inició con el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones, donde, acompañado de amigos artistas de San Ignacio, buscaban recuperar el espíritu creador de aquellos aprendices que se hicieron verdaderos maestros.
“Hacían reproducciones de piezas decorativas y algunas tallas de la época jesuítica como ángeles querubines, músicos, con volutas, con flores, una experiencia muy rica”, dice Macarena desde Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.
Esa tarea fue un antecedente importante para lo que desarrollaría luego en el intenso trabajo comunitario que alumbró los afamados retablos que prepararon para la visita del papa Francisco y se emplazaron en el parque Ñu Guasu en 2015 y en los actos por la beatificación de Chiquitunga realizados en la Nueva Olla del Club Cerro Porteño en junio de 2018.
CONTINUIDAD
“Queremos que eso continúe, honrar el sueño que tenía”, apunta señalando que los primeros trabajos irán enfocados a la creación de “piezas inspiradas en sus cuadros, con las temáticas de canoeros y lavanderas que caracterizaron a Koki”.
Tal es así que en la casa taller ya se encuentran trabajando Macarena, su hermana Almudena; el tallador Ramiro Corbalán, Joel Maidana y Muñeca Rodríguez con las primeras obras que próximamente saldrán a la venta.
“No está todavía abierta al público, pero esta semana publicaremos en nuestras redes fotos de las piezas y a partir de cuándo la gente puede acercarse a adquirirlas”, explica.
La idea es, a partir de los recursos que se generen, abrir una fundación que les permita reactivar talleres y residencias en la casa taller “para que todo sea tal cual como en el inicio, donde más cantidad de artesanos puedan aprender, formarse y hacer piezas que tengan que ver con el estilo barroco de las reducciones jesuíticas, por ejemplo”, dice.
“Si bien Koki vivía de los cuadros que hacía, lo que le gustaba era tener a su equipo y trabajar en conjunto. Su sueño fue poder tener ese estilo de vida y creó sus trabajos más importantes junto al equipo y queremos recrear eso”, apunta.
INSPIRACIÓN
“Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo con el que él lo hacía, cuadros muy coloridos de las mujeres lavando la ropa”, adelanta.
“Estaremos atentas a la repercusión que podamos tener, entender si estamos en el camino correcto, es como una prueba y estamos avanzando de a poquito”, señala.
En este momento “estamos trabajando con gente que conocemos, se comunicó un grupo de artistas que quería venir a conocer, pero les dijimos que todavía no será en esta etapa. Ahora damos este paso para ver si se venden las obras y poder ir al siguiente paso, que sería habilitar la fundación”, concluye.
El sueño de un museo
“Este es un primer paso para poder abrir la fundación y hacer posible más adelante un museo de Koki Ruiz”, describe Macarena Ruiz sobre el inicio de actividades en la casa taller en La Barraca, donde el gran artista nacional concebía sus obras.
Con miras al museo, se están buscando obras para incorporar al acervo. “Tenemos tres cuadros que pudimos conseguir y queremos que el museo tenga un lugar fijo para exponer siempre sus obras, pero sería el último paso de este proyecto”, señala.
Macarena cuenta que hay galeristas que tienen una importante cantidad de obras de Koki y que algunos esbozan la posibilidad de una muestra de sus obras, difíciles de conseguir y de buen precio en el mercado de arte local.
“Casa Taller le llamamos porque es en La Barraca donde hoy él descansa y donde creó todas las obras que más conocemos”, destaca del espacio.
“Sus inicios fueron en Asunción, donde le iba bien pintando y vendiendo individualmente. De hecho, lo podía seguir haciendo, pero al venir aquí a San Ignacio dio otro paso más en su creación, al estar en comunidad, en su casa taller, todo partía de aquí, así que para nosotros es un espacio/refugio de su memoria y hogar del pulso de su arte”, expone.
“Aquí seguimos trabajando con nuestras manos, transformando la materia humilde –la misma que siempre estuvo presente en este lugar– en obra viva. Cada pieza que nace en este taller busca mantener vivo su espíritu, su mirada y su forma de entender el mundo. Porque hoy, la casa taller no es solo un lugar: es una proyección de sus obras y un homenaje de quienes lo recordamos a través de su arte”.
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Luigi Manzoni: “Me gusta tener el control creativo y experimentar sin límites”
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
Luigi Manzoni es un joven artista local del ámbito musical que también está haciendo carrera como productor en diversos proyectos. Desde lo solitario de su estudio elucubró su más reciente trabajo fonográfico, “Declarado culpable”, un álbum que desarrolló como se hace muchas veces en el presente, entre instrumentos y computadoras. En esta charla con La Nación del Finde, habla de las ideas y sentimientos que le sirvieron de insumo para las siete canciones de este disco, así como de la música como experiencia individual y a la vez colectiva.
Aunque muchas veces el arte se lo plantee como un ejercicio catártico personal, un desarrollo de sensaciones e ideas en el marco de una conversación interna, en general también se puede pensar que los diálogos introspectivos de los creadores se realizan con interlocutores semiausentes, con testigos u oyentes imaginarios o tácitos.
En el siguiente instante, en la presentación pública, la obra ya pertenece de alguna forma a la comunidad, que le agrega sentido en cada interacción con ella.
“Declarado culpable” es un viaje introspectivo y solitario que se materializa en canciones escritas, producidas y grabadas por el propio Manzoni. El disco se mueve entre el pop rock introspectivo, el folk emocional y una instrumentación sutilmente experimental.
Los textos hablan de exposición, rupturas, identidad, ansiedad y autoaceptación. Cada canción revela una escena emocional distinta, como capítulos de un mismo duelo.
Luigi habló con La Nación del Finde sobre este trabajo y su búsqueda musical.
–¿Cómo surge este disco con sus canciones, desde el concepto, la intención y la producción?
–Este disco surgió bastante desde la necesidad de vaciarme. Después del álbum “Canciones inestables” sentí que todavía había cosas que no podía soltar y que solo podían transformarse en canciones. Grabé todo en mi estudio, produje, mezclé y mastericé yo mismo, y eso me permitió que cada detalle quedara tal cual lo imaginaba y que este material salga rápido. Son siete temas que funcionan como un viaje: cada uno es como un capítulo de un mismo proceso emocional luego de una ruptura. Es un álbum conceptual, bastante psicológico y confesional. Arranca bastante intenso y luego va aliviándose.
CONTRADICCIONES
–¿Podrías comentarnos cuál es el momento personal, sensitivo, reflexivo o inspiracional que te lleva a este disco, sea desde el sonido o desde las letras?
–Estaba en un momento de mucha exposición personal y profesional. Y eso me hizo enfrentarme a mis propias contradicciones. Las letras reflejan eso: ansiedad, rupturas, identidad, vulnerabilidad. El sonido acompaña, porque hay canciones más crudas y otras más atmosféricas. Era inevitable ser honesto y no esconder nada.
La idea era que esto se cante y se toque con la sensación a flor de piel. Eso les dio mucha veracidad a las canciones.
–Entiendo que tu trabajo es solitario en mayor medida ¿Esa es una elección, una casualidad o es una cuestión de manejo de recursos?
–Un poco de todo. Por un lado, me gusta tener el control creativo, experimentar sin límites y tomar decisiones rápidas. Por otro lado, también es una cuestión práctica: aprendí a producir, mezclar y grabar para poder sostener un ritmo de trabajo sin depender siempre de terceros. Igual me rodeo de músicos increíbles que aportan muchísimo a la interpretación. Siento que el siguiente material que haga voy a experimentar trabajar con otros productores para así encontrar nuevos caminos.
A FLOR DE PIEL
–¿Cuántos temas compusiste para que después salgan estos tracks?
–Para este disco escribí una canción que es “Arrancamelo” y fui descargando lo que sentía, hasta quedarme con siete temas que realmente tenían un hilo conductor. No quería que sea un disco largo, sino algo compacto y conceptual, donde cada canción tenga un peso específico. Todo se hizo en un mes y medio aproximadamente. Fue el disco más rápido que hice, ya que la idea era tenerlo todo a flor de piel y que no pierda contexto emocional para mí.
–¿Podrías explicarnos el sentido del nombre del disco?
–“Declarado culpable” es una manera de asumir que todos tenemos un lado vulnerable, contradictorio o “culpable” de algo. En mi caso, es un título que acepta mis propias fallas y al mismo tiempo las expone sin excusas. Es como decir: “sí, acá estoy, así soy, con todo lo bueno y lo malo”. Yo decidí llegar hasta ciertos puntos, convivir con cierto tipo de personas y exponerme a traiciones concientes que me llevaron hasta acá, por eso “Declarado culpable”.
–Sos alguien que viene produciendo muchas de tus canciones con varios materiales ya. ¿Este ritmo de trabajo es la forma en la que te expresás como artista, es una estrategia o es algo que surge sin buscarlo?
–Es mi manera de existir como artista. No lo pienso tanto como una estrategia de mercado, sino como una necesidad de seguir creando. Mi catálogo ya es grande y me doy cuenta de que es la forma en la que me expreso y proceso lo que me pasa. El ritmo surge de esa urgencia creativa.
EL ARTISTA FRENTE AL AMPLIO ESPEJO DE EMOCIONES
–Si pudieras sintetizar, ¿de qué temas habla el disco?
–Habla de rupturas, de aprender a soltar, de mirarse de verdad en el espejo, de aceptar las contradicciones, de la exposición como artista. Es un disco que se mueve entre la melancolía y la búsqueda de identidad de manera cruda.
–Tu producción se enfoca más bien del lado del rock. ¿Cuál es tu vínculo con la escena en un contexto donde en general ese género está siempre marcado en formato bandas?
–Yo vengo del formato banda y sigo trabajando con músicos en vivo. Pero como productor, me gusta tomar la libertad de ir más allá del rock tradicional. El rock es una raíz, pero mis discos mezclan pop y otras fusiones por mi forma de cantar. Me gusta moverme entre géneros y no sentirme atado a uno solo. Pero de igual manera el pop rock podría ser un centro.
–¿Qué videos, conciertos, live, etc., tenés en agenda para seguir promocionando el material?
–El 3 de septiembre presenté el show de lanzamiento en Casa Colombo, donde tocamos las canciones del disco más algunos clásicos de mis discos anteriores. En ese show también estuve acompañado de visuales, invitados y cobertura de prensa. Además, ya tenemos videoclips, un shortfilm con los siete tracks y documentales detrás de escena que ya están en Youtube. La idea es seguir con shows y festivales para que las canciones respiren en vivo.
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Fallece Rick Davies, cantante y fundador de Supertramp
Rick Davies, el cantante y cofundador del grupo de rock británico Supertramp, murió el sábado a los 81 años, tras una lucha de más de 10 años contra un cáncer, anunció el domingo la banda. Davies cofundó en 1969, junto a Roger Hodgson, Supertramp, un grupo de rock progresivo que se hizo conocido por su megaéxito “Breakfast in America”, que vendió decenas de millones de ejemplares y ganó dos premios Grammy.
“Fue la voz y el pianista detrás de las canciones más emblemáticas de Supertramp, dejando una huella indeleble en la historia de la música rock”, afirmó un mensaje publicado en la página del grupo. “Su voz conmovedora y su toque inconfundible en el Wurlitzer se convirtieron en el corazón del sonido de la banda”, agregó el grupo.
Davies, nacido en 1944 en Swindon en el Reino Unido, murió en su residencia en Long Island, en Estados Unidos, reportaron varios medios. El músico, que era cantante y tecladista, compuso temas como “Goodbye Stranger” o “Bloody Well Right”.
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Davies era el único miembro fundador de Supertramp que seguía en la banda desde la salida de Hodgson en 1983. En teoría, ya no tenía derecho a interpretar las canciones de este último en el escenario, como el éxito “The Logical Song”.
En 2015, el cantante anunció que padecía un mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la médula ósea, y comenzó un “tratamiento agresivo” que obligó a Supertramp a cancelar una gira europea. Pero la lucha contra la enfermedad lo consumió y el grupo nunca volvió a subir a los escenarios.
Fuente: AFP.
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Hugo Ferreira: “Hay que potenciar la industria cultural como política internacional”
- Fotos: Cristóbal Núñez
En este “Expresso” a puro guitarreo y canción, Augusto dos Santos recibe al cantautor, abogado y diplomático Hugo Ferreira, quien recientemente ganó el primer premio en un concurso municipal de composición de guaranias. Ferreira repasa los inicios de su carrera, sus influencias, los nuevos desafíos de la canción testimonial y enfatiza la importancia de promover la industria cultural como política de proyección a nivel internacional.
–Si tuviéramos que bucear en los orígenes del Hugo Ferreira cantante, músico y creador, ¿a qué tendríamos que atribuir?
–Y en realidad al colegio, a una búsqueda del lugar del mundo del uno. Hay algunos que jugaban fútbol, básquetbol, a algunos se les daba por bailar, etc., etc., y bueno, yo no estaba encontrando nada. Como mi papá tocaba la guitarra en casa, dije “capaz que por este lado”. Y, bueno, así empezó.
–¿A esta altura ya te pasa que empezás a percibir que alguien está cantando o está hablando de una canción y no sabe que lo escribiste vos?
–Ojalá más, pero sí. Había una frase que decía Facundo Cabral que cuando ya nadie sabe el autor de tu canción, es cuando llega la gloria. Me pasa mucho con “Crecimos”, que es una canción que la escribí en el colegio, que es para la época del colegio y últimamente con “Mi país”. De la voz de Ricardo (Flecha) especialmente y también de otra gente que la escucha y la canta.
FACETA DIPLOMÁTICA
–¿Cuál es tu tarea en el ámbito diplomático?
–Yo estoy trabajando en la Embajada de Paraguay en Uruguay. Ahí me encargo de los temas que tienen que ver con el Mercosur.
–¿De formación sos abogado?
–Soy abogado y estudié Relaciones Internacionales y Administración Pública en España en un máster hace casi 20 años ya. Y bueno, siempre estuve vinculado a lo que tenga que ver con relaciones internacionales, organizaciones sociales, políticas.
–En cuanto a lo que es la diplomacia cultural, que existe, que se nota, da la impresión de que siempre se puede hacer mucho más al respecto de eso, ¿no?
–Sí, yo creo que es un proceso también de identificación nacional dentro de una larga historia con varios capítulos. Está la historia de la independencia, de la guerra, la posguerra, la dictadura, la democracia, etc. Y creo que hubo varias aristas desde las cuales se enfocó la identidad cultural de Paraguay. Y creo que ahora, con este tiempo de democracia más larga, se está encontrando un lenguaje común que tiene que ver mucho, por ejemplo, con la guarania, tiene que ver con el guaraní, tiene que ver con el mismo desarrollo urbano de Paraguay y sus expresiones culturales y artísticas. Eso está empezando a llamar la atención a nivel internacional y está generando interés no solamente desde el punto de vista cultural meramente, sino de las industrias culturales mismas y se está mirando un poquito hacia Paraguay. Potenciar eso como política internacional es muy interesante porque genera un rédito genuino.
ECLOSIÓN
–En qué momento te ubicás al respecto de toda esa historia que vino antes de vos con gigantes como Maneco Galeano y compañía.
–Nosotros somos los Salieris del nuevo cancionero. Hay mucha gente que surgió a finales de los 90, 2000 básicamente, especialmente Aldo Mesa y Víctor Riveros que estuvieron conmigo cuando la música urbana todavía no era reguetón (risas). Queríamos darle ese carácter porque en esa época la música estaba muy identificada con la realidad campesina, con ese discurso muy de la tierra, de la lucha del campo. Entonces, si bien el nuevo cancionero ya empezó a tocar temas que tenían que ver con la dictadura, la canción contestataria a esa realidad, nosotros tomamos ese hilo del nuevo cancionero con referentes como (Carlos) Noguera, Maneco, Jorge Garbet, Ñamandú, Sembrador, todos los grandes. Y tratamos de sumar.
–Hablanos de cómo se formó ese movimiento.
–Hubo una especie de vacío en los 90 hasta el 97, 99 más o menos. No hubo casi nada nuevo, por lo menos que llamara la atención, desde lo último de Maneco, desde lo último de Ñamandú. Hay que mencionar a Rolando Chaparro porque él siempre fue como un hilo conductor. Rolando y Alberto Rodas. Son tipos que nunca dejaron de cantar desde el nuevo cancionero, fueron parte del nuevo cancionero y dieron un impulso a lo que fue la nueva música después. Siempre me acuerdo de ellos porque somos muy ingratos a veces y nos olvidamos del peso gigante de canciones como “Polcarera de los lobos”.
–¿Cuánto tiempo duró canción social urbana?
–Y dura todavía... Hasta que Mesa se fue a Uruguay, Víctor siguió grabando, pero creo que los tiempos también cambiaron. Fue una época en la que había mucho el tema de los festivales, de los proyectos que tenían que ver con la canción popular y demás. Y creo que llegó un momento en que dijimos “misión cumplida”. Ahora sigamos como amigos y colaboradores, pero no hace falta que toquemos los tres juntos todo el tiempo. Hubo un momento en que se pensaba que éramos un grupo y en realidad lo que queríamos era un movimiento y vincular a más gente. Estuvo en su momento Ulises Silva, Yenia Rivarola, no formando parte del movimiento, pero sí vinculándonos y haciendo ruido con esa gente. David Portillo...
–Ya después de ustedes vendrían Cristian Silva y otros.
–La siguiente camada y ya empieza más a diversificarse, entra la gente de La Secreta, aunque ellos son ya veteranos como nosotros, pero empezaron a hacer cosas nuevas. Entra Cristian, mi hermano también, Juanma Ferreira y mujeres también.
–Y en términos de matices, de tonadas, de estilos musicales, ¿qué se ve en todo ese tiempo de los 90 hasta principios de 2000? ¿Canciones era el género?
–Sí, la canción de autor más vinculada a la nueva trova era todavía lo que se hacía en los 90 tardíamente en Paraguay, porque esa ya era una cuestión setentosa, ochentosa en la región.
INFLUENCIAS
–Si tuviera que pedir tres referentes tuyos, Silvio Rodríguez estaría indudablemente.
–Aunque yo varío un poco de lo que es lo tradicional, aunque la gente me escucha y me dice es la misma voz de Silvio, pero en realidad es una mezcla de eso, también de (Juan Carlos) Baglietto y mucho de la trova rosarina que tenía esa forma de cantar.
–¿Quiénes serían tu podio en términos de referentes para vos?
–Alberto Cortez me parece exquisito en su letra, en sus composiciones. Ha escrito sobre absolutamente todo, cantaba con una pasión impresionante y a mí me quedó muy grabado lo de él. Me cuesta hacerte un podio, pero seguro está Alberto, seguro está Silvio, seguro está (Luis Eduardo) Aute, seguro está (Joan Manuel) Serrat. Y después nuevos por la cercanía de edad y porque me tocó conocerlos. Soy un admirador tardío de (Joaquín) Sabina por ejemplo. (Jorge) Drexler, Ismael Serrano.
–¿Cuáles son algunas colaboraciones que te resultan inolvidables o importantes en tu camino?
–La primera vez que me jugué, porque siempre fui medio cara dura, pedir directamente a alguien, siendo bastante desconocido, o sea, totalmente desconocido en algunos lugares, fue con Drexler. Drexler grabó conmigo en 2003 y me dijo “encantadísimo”.
–¿Qué otras colaboraciones recordás?
–Después vino Ismael Serrano, otro gran referente para mí, a quien admiro hasta ahora muchísimo. Coincidimos mucho en formas de escribir, de encarar la canción desde la letra y una sensibilidad genial. Con Ismael fue complicado porque nuestras tonalidades son muy dispares. Después en ese mismo disco está Frank Delgado, también un trovador cubano, de la novísima trova, canta un tema dedicado al Che, una salsa que Willy (Suchar) arregló, que tiene la particularidad que la parte de tamborín lo llevé a Cuba para grabar con Frank. En realidad en esa época era medio todavía raro. No era demasiado usual el tema de las invitaciones y las colaboraciones.
REINVENCIÓN
–¿Qué se canta a partir de los 2000?
–Hay temas universales, por ejemplo la pobreza, la desigualdad. La canción justamente cambia a partir de irreverentes como Sabina. La canción de amor misma se vuelve una canción testimonial a veces porque se reinventa ese romanticismo, un trasegar de la lírica muy pura a esa lírica más sarcástica, a una canción un poco más inteligente. Yo creo que lo testimonial o la protesta entre comillas pasa por la reinvención de esa protesta a factores sociales mucho más complejos. El enemigo es más difuso, antes era la dictadura, ahora está en todas partes.
–Tuviste una premiación muy importante en estos días que tiene que ver con la guarania, ¿no?
–Sí, una guarania para Asunción, una canción que trata de hacer una canción más para Asunción, pero diciendo un poquito más de actualidad. Gané el primer puesto de la categoría de guarania tradicional. Hay otra categoría que era guarania moderna, como fusión. Me fui por lo tradicional y por suerte gané. Vamos a ver si se difunde lo suficiente para que se escuche.
MARGINALIDAD
–¿Cómo te llevás con esta irrupción casi hegemónica de nuevos ritmos como el reguetón?
–Quizás es cíclico. Tiene mucho que ver con factores como la tecnología, el acceso masivo, la inteligencia artificial, que hace que cualquiera pueda hacer una canción hoy en día. O sea, balbucea algo, te afina. Si escribís algo y no te sale bien, la inteligencia artificial te hace rimar lo que estás pensando. Fito Páez decía que es inútil enfrentarse a algo que es hegemónico. Aparte, la canción de autor y la canción testimonial, eso lo decía Caetano Veloso, siempre vamos a ser marginales, pero marginales en el sentido lato de la palabra. Siempre vamos a ser para un público muy chico. Si sos cantautor y querés ser masivo, te equivocaste de carrera. Luis Miguel por ejemplo es un tipo que nunca jamás va a hacer reguetón y ni en inglés quiere cantar él, él se mantuvo en su postura. Claro, estamos hablando de un genio, el mejor cantante para mí, el mejor cantante de música en castellano de la historia. Y otros tipos como Serrat que no van a ceder. Sin embargo, hay otros melódicos, por ejemplo, que tuvieron que hacer eso para sobrevivir.
–¿Quiénes, por ejemplo?
–Estamos hablando de Luis Fonsi, de David Bisbal. Gente que tuvo un éxito rotundo en los 2000 y para seguir viviendo tuvieron que hacer reguetón o juntarse con Daddy Yankee, juntarse con Fulanito para poder seguir comiendo. Charlie García decía y Fito lo confirmó que la música es melodía, armonía y ritmo, pero hoy en día solo tienen ritmo. El reguetón es ritmo y letra. Entonces le faltan como dos elementos para ser música. Es entretenimiento, es expresión cultural, eso nadie niega. Ahora, no sé si es música técnicamente, quizás es ritmo, quizás es una expresión cultural rítmica. La música en sentido estricto es melodía, armonía y ritmo, y ahí se va mezclando, siempre fue así.
–En estos últimos tiempos tuviste unas colaboraciones muy potentes que te reivindicaron un poco con la historia de tus propios referentes, ¿no?
–El hecho de estar en Uruguay y también un poco la pandemia que bajó los precios de muchas cosas, de estudio, de grabación, de costo de músico y demás, en su momento me llevó a estar más cerca de referentes muy importantes en mi historia de la música uruguaya y de la música argentina. En Argentina principalmente mi ídolo de adolescencia, el tipo que me enseñó a cantar a la distancia sin saberlo, Juan Carlos Baglietto, junto con Lito Vitale. Ese dúo material de ellos me marcó mucho.
–Se nos fue el tiempo. Muchísimas gracias por venir y muchísimas gracias por tanta creación para la música contemporánea en Paraguay.
–Muchas gracias a vos, Augusto. Hasta la próxima. Muchas gracias.