¡Así no! Tremenda polémica se generó durante una conferencia de prensa que dio el jugador Vinicius Jr. antes del partido entre Brasil y Croacia. Resulta que mientras el delantero brasileño se encontraba conversando con los periodistas, un gatito quiso formar parte de la rueda de prensa y se subió a la mesa, provocando la risa del jugador y enterneciendo a los demás.

Hasta ahí parecería que todo marchó con normalidad hasta que uno de los asistentes de la selección brasileña se metió, generando una gran indignación entre los que estaban presentes y en las redes sociales. El señor agarró de manera brusca con las dos manos al animalito y de una forma poco amable lo arrojó al suelo sin medir las consecuencias de su acto.

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No le importó

Lejos de sentir pena por lo que acababa de hacer, este hombre hace un gesto minimizando los plagueos que se ganó de parte de los comunicadores, quienes no podían creer la fría reacción que tuvo por el gatito que podía haberse lastimado. El jugador queda sorprendido, sin poder asimilar lo que sucedía frente a sus ojos, y comienza a hacer una risa nerviosa por lo incómodo que fue para él presenciar dicho maltrato animal.

¿Quién es esta persona? Se trata de Vinicius Rodríguez, integrante del gabinete de prensa de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), ante el repudio que provocó, este intentó justificarse alegando que era un gesto normal porque el gato estaba molestando en la conferencia y haciendo que el jugador no preste atención antes las preguntas que le realizaban los periodistas. Señaló que el animalito no se lastimó como algunas personas estaban señalando en las redes sociales.

Pocos minutos después, los internautas explotaron en su contra con comentarios muy negativos desaprobando lo que hizo, mientras él ni se preocupó en pedir disculpas por lo que hizo. Según los que presenciaron esta reprochable acción, el felino se encontraba bajo la mesa, en una especie de escalón, no generó en ningún momento molestia alguna como Rodríguez dio a entender tras los escraches que se ganó.

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