El cumbiero argentino atraviesa momentos intensos, por un lado, el éxito en su vida artística y por el otro conflictos familiares vinculados a su expareja Tamara Báez y su pequeña hija Jamaica. Todo inició desde que confirmó la ruptura con la mamá de su hija y rápidamente fue relacionado con la empresaria Wanda Nara, quien también se había separado de Mauro Icardi.
Báez denunció que el cantante de la “Cumbia 420″ supuestamente le había robado zapatillas y a su perro caniche. Además, que L-Gante fumaba marihuana en presencia de Jamaica de solo un año de edad. “Me hicieron muchas acusaciones y la maldad te hace olvidar de la lógica. Lo de la marihuana… Tenés que ser un mal padre para hacer eso, yo no estoy fumando marihuana. Si yo hablara… No le da la cara para decir eso”, manifestó Eliam en el programa Socios del Espectáculo por El Trece (Argentina).
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También lamentó que desde hace mucho tiempo no puede ver a su hija y que él es responsable con la cuota alimentaria, pero que parece un “pago de secuestro”. “A la nena no la puedo ver hace mucho. Yo no tengo la misma actitud que Tamara, busco soluciones. Parece que tengo que pagar un secuestro. Desde que comenzó esto siempre le di plata. Uno se confía, nunca firmé nada y ahora me hacen esto”, afirmó.
Acerca de la relación que Tamara mantiene con la madre de L-Gante, que no es de las mejores, el artista defendió a la abuela de su hija y se mostró vulnerable, casi a las lágrimas, por ver cómo terminó su relación con Báez. “Me acuerdo cuando salí en todos los canales diciendo que era la persona que me apoyaba (por Tamara)”, expresó.
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Sin embargo, y en medio de toda la guerra que viven, L-Gante se cansó de ser difamado por Tamara y decidió escracharla en las redes sociales, donde publicó una foto donde la joven aparece recostada en un sillón con varios fajos de billetes de mil pesos sobre una mesa.