“Acepto mi cuerpo y abandono la necesidad de ser perfecta”, reflexión de Gwyneth Paltrow
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La actriz y ganadora de varios premios en Hollywood, Gwyneth Paltrow, expuso cómo enfrenta su vida a días de cumplir 50 años. Es decir, cómo procesa la realidad de ese nuevo dígito y el detrás de todo lo que vivió hasta hoy siendo mujer.
“Mi cuerpo, mapa de la evidencia de todos los días, es menos atemporal. Una colección de marcas e irregularidades que desgranan los capítulos. Marcado por quemaduras de horno, un dedo roto en una ventana hace mucho tiempo, el nacimiento de un niño. Cabello plateado y líneas finas. El sol ha dejado sus huellas dactilares celestiales sobre mí, como si hubiera empapado un pincel en acuarela marrón oscuro, salpicando mi piel”, escribió en un blog.
Luego, habló sobre la realidad de las mujeres respecto a su cuerpo, cómo se van transformando con el paso de los años y la importancia de aceptarlo. “Y mientras hago lo que puedo para luchar por la buena salud y la longevidad, para evitar el debilitamiento de los músculos y el retroceso de los huesos, tengo un mantra que inserto en esos pensamientos imprudentes que intentan descarrilarme: acepto”, sostuvo. “Acepto las marcas y la piel suelta, las arrugas. Acepto mi cuerpo y dejo ir la necesidad de ser perfecto, lucir perfecta, desafiar la gravedad, desafiar la lógica, desafiar a la humanidad. Acepto mi humanidad”, reiteró.
“No estoy segura de creer en retroceder en el tiempo para corregir errores; cada una de esas horas de insomnio que vinieron de una de estas transgresiones contra mí o los demás ha llevado a algo. Algo significativo, espero. Si nada más, me han llevado a un camino de cuestionamiento. De buscar una mejor versión de mí mismo. La gente a menudo pregunta: “Si pudieras volver a tu yo de 21 años y darle un consejo...” Bueno, conocería mi límite y me aferraría a él con más fuerza que a mi vida misma. Y, sin embargo, quizás la pregunta más importante es qué haré en el futuro”, reflexionó.
Por último, cerró su discurso poético acerca de la vida asegurando que todo se trata de encontrar un equilibrio. “Que ‘este ser humano’ como dice el poeta Rumi, es un lienzo que se llenará de los muchos colores de lo que son, una abstracción que se seguirá revelando. Ese conocimiento llega con el tiempo. Que equilibrar la balanza de la aceptación y la responsabilidad también es un arte”, finalizó.
Tom Cruise recibirá un Óscar honorífico por sus “imposibles” acrobacias
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Los Ángeles, Estados Unidos. AFP.
La misión finalmente está cumplida: Tom Cruise recibirá un Óscar honorífico, anunció ayer martes la Academia de Hollywood, que premiará el conjunto de la rica carrera del actor y productor, durante la cual nunca ganó la preciada estatuilla. El intérprete de 62 años, que acaba de poner punto final a la saga “Misión Imposible”, es ampliamente considerado como una de las últimas grandes estrellas del cine, capaz de llenar salas solo con su nombre.
Después de la pandemia de covid, este fanático de las acrobacias incluso fue visto como el salvador de Hollywood gracias al éxito de “Top Gun: Maverick”, para la cual volvió a ponerse el traje de piloto de combate. Pero a pesar de cuatro nominaciones a los Óscar - como actor por “Nacido el 4 de julio”, “Jerry Maguire” y “Magnolia”, y como productor por “Top Gun: Maverick” -, hasta ahora nunca había sido galardonado.
“El increíble compromiso de Tom Cruise con nuestra comunidad de cine, con la experiencia en salas y con la comunidad de dobles nos ha inspirado a todos”, destacó la presidenta de la Academia, Janet Yang, en un comunicado.
Cruise recibirá este Óscar honorífico el 16 de noviembre, durante la ceremonia de los Governors Awards, un evento anual que celebra los premios otorgados por la Junta de Gobernadores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS). La Academia también anunció otros Óscar honoríficos que se entregarán ese día: a la actriz Debbie Allen, al diseñador de producción Wynn Thomas y a la cantante de música country Dolly Parton, reconocida por su compromiso humanitario.
Los derechos de las mujeres y de las minorías sufren un “retroceso” en todo el mundo y se han convertido en “chivos expiatorios”, denunció un Alto Comisionado de la ONU. Foto: Archivo
La ONU denuncia un “retroceso” en los derechos de mujeres y minorías
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Los derechos de las mujeres y de las minorías sufren un “retroceso” en todo el mundo y se han convertido en “chivos expiatorios”, denunció este lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Los programas de diversidad han sido muy comentados desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
En los últimos años, estos programas estadounidenses llamados “Diversidad, Equidad e Inclusión” (DEI) se han puesto en el punto de mira de los conservadores, y las críticas se han intensificado desde el inicio del segundo mandato de Trump.
Las empresas que implementan tales políticas se enfrentan a posibles acciones legales, y varias marcas importantes, incluyendo Meta y McDonald’s, han eliminado sus programas DEI o los han reducido drásticamente.
Pero este retroceso no se limita a Estados Unidos. “Las tensiones sociales suelen tener su origen en la discriminación sistémica y de larga data basada en la raza, la religión, el sexo, la orientación sexual, la identidad de género, la condición de migrante, la casta y otras características”, dijo Türk.
“Las políticas para abordar dicha discriminación han tenido importantes éxitos en todas las regiones del mundo”, añadió.
“Cuando observamos el retroceso hacia tales políticas, lo vemos por lo que es: una distorsión fundamental que revela una decisión estratégica de convertir a los grupos vulnerables en chivos expiatorios”, denunció.
El Alto Comisionado denunció también la persistencia del “brutal legado del colonialismo”. “El racismo sigue siendo una plaga”, añadió, lamentando que las “personas de ascendencia africana siguen sufriendo de manera desproporcionada el uso excesivo de la fuerza”.
Türk, asimismo, alertó del aumento de las discriminaciones contra las mujeres, así como las “restricciones legales, discursos de odio e incluso violencias” hacia las personas LGTB+.
La segunda temporada de la serie brasileña de Netflix “El ADN del Delito” cuenta con la participación de las actrices paraguayas Belén Fretes y Antonella Zaldívar, quienes desplegaron su talento en escenas intensas en un contexto criminal implacable. Su aparición en la serie suma la representación del talento nacional en una de las plataformas más importantes del mundo.
La primera entrega del 2023 ya tuvo a Nico García, Éver Enciso, Víctor Sosa y Luis Gutiérrez, quienes regresan (excepto Sosa) en el nuevo combo de 8 capítulos lanzados el pasado 4 de junio. Las actrices se enteraron casi por casualidad del casting, pero sin saber para qué producción. Jamás se imaginaron que serían seleccionadas y mucho menos que viajarían a São Paulo (Brasil) para integrar este elenco.
“Es mi primera vez en una serie para plataforma de streaming de producción internacional. Vengo del mundo del teatro, que es muy distinto al cine. Es anecdótico, porque tuve apenas unas horas para grabar el video para el casting y enviar, siendo que ese mismo día me enteré. En un principio me eligieron para una participación menor, un papel sin mucha carga emocional”, reveló Zaldívar. “Pero cuando llegué a Ciudad del Este me ofrecieron hacer una prueba para el papel de Yolanda. Finalmente, después de un par de horas me confirmaron el papel, una prostituta que es víctima de agresión. Es una escena intensa que disfruté muchísimo hacer, mi compañero fue sumamente generoso conmigo. Fue fácil reaccionar a lo que proponía”.
Por su parte, Belén Fretes sintió la presión y el desafío de actuar en un set donde solo se hablaba portugués, un idioma que no domina; sin embargo, subrayó la satisfacción de sentirse respaldada en cada toma. “Tuve como cuatro o cinco cambios de vestuario con prendas muy exuberantes, por lo que la asistente me tapaba todo el tiempo para que me sintiera tranquila. Tuvieron mucho cuidado con nosotras”, comentó.
Las artistas coincidieron en que el proceso de selección fue exigente, con escenas de alta intensidad emocional que resultaron determinantes para que lograran sus papeles. Antonella Zaldívar interpreta a Yolanda, una mujer atrapada en una historia de violencia y supervivencia, mientras que Belén Fretes da vida a Jannette, la encargada de recibir a las personas que llegan a un prostíbulo. Las escenas se grabaron en un burdel brasileño real, que según el guion es frecuentado por narcotraficantes y criminales.
Tratadas como estrellas de cine, las dos afirman que lo más llamativo de la experiencia durante el rodaje fue el cuidado que tuvieron con ellas en todo momento. Resaltaron el excelente trato profesional, desde el acompañamiento sicológico hasta aspectos logísticos, como transporte, vestuario y alimentación. Antonella agregó: “Teníamos una persona responsable que se encarga de cada detalle y de que estuviéramos bien, incluso de tomarnos de la mano para cruzar la calle”, relató desde Buenos Aires, ciudad que adoptó para perfilar su carrera actoral.
Antonella Zaldívar es actriz y productora paraguaya. Inició su formación actoral en “El Estudio”, bajo la dirección de Agustín Núñez, en Asunción. Su ciudadanía italiana la llevó a perfeccionarse en la escuela “ACT Multimedia” en Cinecittà, Roma (Italia), y más adelante completó su capacitación en el Lee Strasberg Theater and Film Institute de Nueva York (EE. UU.), donde cursó los dos años académicos completos.
Inició su carrera teatral con “Delivery (Pizza Man)” y se destacó en obras como “Anna Cappelli”, “Nerium Park” y “Bajo terapia”, mostrando gran versatilidad y compromiso artístico. Fue nominada dos veces a los Premios Edda como mejor actriz principal. En audiovisual participó en series y películas como “González vs. Bonetti”, “Las herederas”, “Leal 2” y “Desintoxicación amorosa”.
Belén Fretes
Es una destacada actriz, vestuarista y profesora superior de danza clásica y danza paraguaya. Estudió en TIA (promoción 2014) y siguió su preparación con talleres y cursos de actuación y creación de personajes en Paraguay y Buenos Aires. Además, participó en series y películas, tanto nacionales como internacionales. En 2024 participó en “Orsai: la serie” (2022), dirigida por Emiliano Gómez, donde encarnó a Patito, rol que le valió una prenominación a los Premios Platino como mejor actriz de reparto en miniserie.
También actuó en el largometraje “Charlotte” (2019), de Simón Franco, con la destacada actriz Ángela Molina, y en “Lima 331” (2020) y “Felices los que lloran” (2015), ambas dirigidas por Marcelo Torcida. Su trabajo en cortometrajes incluye “Pasadas por agua” (2019), dirigido por Rodrigo Gastiaburu, “Cigarrillos por manzanas”, dirigida por Diego Quiñones, y “Dulce oscuridad” (2021), dirigido por Juan Robledo.
Hallan culpable a Harvey Weinstein en un cargo de agresión
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Nueva York, Estados Unidos. AFP.
En un veredicto que será entregado por partes, el exproductor de cine Harvey Weinstein fue declarado culpable el miércoles de agredir sexualmente a la exasistente de producción Miriam Haley, y no culpable de una acusación similar hecha por una exmodelo, tras la repetición de su juicio en Nueva York.
El jurado se volverá a reunir el jueves para decidir sobre la acusación de violación a la aspirante a actriz Jessica Mann que pesa sobre el fundador de los estudios Miramax, de 73 años, y que cumple otra condena de 16 años de cárcel impuesta por un tribunal de California por agresión sexual.
“Culpable”, dijo el presidente del jurado en relación al caso de Haley, una de las denunciantes que precipitaron el movimiento #MeToo, que generó una avalancha de denuncias de mujeres víctimas de agresiones sexuales en el trabajo.
En cambio, el jurado lo declaró “no culpable” en la acusación de agresión sexual de la exmodelo polaca Kaja Sokola, un nuevo caso que se sumó en la repetición de este juicio, tras su anulación en 2024 por un tribunal de apelación que consideró que en el proceso de 2020 hubo vicios de forma.
Weinstein permaneció impasible, sentado en su silla de ruedas y vestido con un traje oscuro, como ha hecho durante las seis semanas que ha durado el juicio.
El juez ordenó a los equipos jurídicos de ambas partes que no hablaran con los medios de comunicación. El jurado volverá a reunirse el jueves para deliberar sobre el cargo pendiente.
Estos veredictos han llegado en medio de disputas internas entre los doce miembros del jurado que han hecho temer por un bloqueo que hubiera provocado otra eventual repetición del juicio. La defensa de Weinstein ha reclamado en varias ocasiones la anulación del proceso.
Poco antes de que se anunciara el primer veredicto, tras una enésima protesta del portavoz del jurado ante el juez Curtis Farber, el propio Weinstein pidió que se anulara el juicio, para sorpresa del público que aguardaba las deliberaciones.
“Es la cuarta vez que he oído una queja de un jurado”, dijo Weinstein que concluyó: “Es hora, es hora, es hora de decir que este juicio ha acabado”. Una vez que se dé a conocer el veredicto que falta, el juez Farber deberá decidir la pena que impondrá a Weinstein.
El exproductor volvió a ser juzgado por la supuesta violación de Jessica Mann en 2013 y una agresión sexual a Miriam Haley en 2006, por las que había sido condenado a 23 años de cárcel.
A estas acusaciones se sumó la de la Sokola que denunció al magnate del cine por una supuesta agresión sexual ocurrida en 2006, cuando tenía 19 años.
Sus abogados hicieron todo lo posible para desacreditar a las tres acusadoras, “mujeres que vieron sus sueños (profesionales) destrozados” y que habrían mentido para obtener dinero de Weinstein, el “pecador original del movimiento #MeToo”, según su abogado principal, Arthur Aidala.
Investigaciones periodísticas de octubre de 2017 del New York Times y The New Yorker sobre el poderoso productor de películas como “Pulp Fiction” causaron conmoción en todo el mundo, y liberaron la voz de muchas mujeres, víctimas no solo de Weinstein, entre ellas actrices como Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow.
A diferencia del primer juicio, cuando las manifestaciones contra la violencia sexual eran diarias a la entrada del tribunal, este proceso pasó casi desapercibido, opacado por el del rapero y magnate de la música Sean “Diddy” Combs, que se celebra en un tribunal vecino por cargos de asociación ilícita y tráfico sexual.