Gracias a sus 1,046 metros de altura, Zeus fue certificado como el perro vivo más alto del mundo, por el Guinness World Records, de acuerdo a lo publicado por la CNN. Se trata de un gran danés de dos años de Bedford, Texas, el cual recibió dicho reconocimiento oficialmente el 22 de marzo.
Zeus llegó a su dueña, llamada Brittany Davis, cuando tenía solo ocho semanas. “Ha sido un perro grande desde que lo tenemos, incluso para ser un cachorro. Tenía unas patas enormes”, declaró al Guinness World Records.
Es noticia: Hijo de Gloria Vera firma su primer contrato profesional con el club Olimpia
Para mantener su silueta, Zeus consume todos los días doce tazas de comida para perro, así como también huevo y cortes pequeños de carne; mientras que su golosina preferida son los cubitos de hielo.
El majestuoso ejemplar canino debido a la singular distinción recibe calificativos como “¡Vaya, es un caballo!”, “¿Puedo montarlo?”, “¿Tiene una silla de montar?”, manifestó Brittany. Según informaciones oficiales, los perros de esta raza son propensos a sufrir muchos problemas de salud, tienen un tiempo de vida más corto que el de las demás razas y son reconocidos por su gran tamaño.
Leé también: Fingió estar embarazada y su farsa cayó al robar el bebé de su amiga
Dejanos tu comentario
Tragedia en Texas: prosigue la búsqueda de unos 170 desaparecidos
Unas 170 personas siguen desaparecidas por las inundaciones en Texas que se han cobrado más de 100 vidas y han dejado una estela de desolación y ruinas en este estado del sur de Estados Unidos. La madrugada del viernes, día festivo en Estados Unidos, lluvias torrenciales provocaron inundaciones repentinas y una crecida de ocho metros en el río Guadalupe en tan solo 45 minutos.
Días después, muchos habitantes buscan desesperados a sus seres queridos. Javier Torres es uno de ellos. En Hunt, epicentro de las inundaciones, el joven de 24 años excava en busca de su abuela en el lodo que dejaron al retroceder las aguas desbordadas del río Guadalupe. Ya ha encontrado los cuerpos de su abuelo y de dos niños.
Helicópteros, drones y equipos caninos siguen movilizados en condiciones difíciles. El martes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró que solo en el condado de Kerr, 161 personas han sido dadas por desaparecidas, cifra basada en informaciones de amigos, familiares y vecinos. Las autoridades del condado confirmaron esta cifra el miércoles. Otras 12 personas siguen desaparecidas en el resto del estado.
Lea más: Crearon audios de Marco Rubio con IA para engañar a políticos
“Puerta por puerta”
“Nuestra tarea número uno es localizar a todas las personas desaparecidas”, insistió el gobernador. En total, se han registrado 110 muertes por las inundaciones en el centro de Texas y otras 15 en el resto del estado, según las autoridades.
El condado de Kerr, el más afectado, dio cuenta de 95 muertos, incluidos 36 niños, según el sheriff Larry Leitha.
Entre las víctimas figuran 27 niños y monitores del campamento cristiano para niñas Camp Mystic, a orillas del río Guadalupe, que albergaba a unas 750 personas.
Cinco campistas y un monitor seguían desaparecidos el miércoles, según el sheriff Leitha, quien confirmó que otro niño, que no estaba en el campamento, sigue desaparecido.
Más de 2.000 socorristas, policías y especialistas acudieron al lugar del desastre, afirmó.
El jefe de policía de Kerrville, Jonathan Lamb, contó cómo cientos de personas fueron rescatadas.
Los agentes fueron “puerta por puerta, despertando a la gente” el viernes y, en algunos casos, “los sacaron por las ventanas” de sus casas o remolques inundados, declaró a periodistas. La tragedia, “por horrible que sea, podría haber sido mucho peor”, añadió.
Lea también: Italia: muere un hombre al ser absorbido por turbina de un avión
Críticas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que viajará a Texas el viernes acompañado de su esposa Melania. La Casa Blanca se defendió de las críticas que echan la culpa del desastre a los recortes presupuestarios en el Servicio Meteorológico Nacional.
El servicio meteorológico estadounidense ha emitido “pronósticos y alertas oportunos y precisos”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Se emitió una alerta poco después de la 1 de la madrugada, pero muchos habitantes estaban dormidos o habían apagado sus teléfonos.
En las ruedas de prensa del martes y miércoles, los funcionarios locales eludieron las preguntas sobre las alertas. El sheriff Leitha dijo que habrá que examinar lo sucedido, pero reconoció que “estas preguntas necesitan respuesta”.
El viernes cayeron casi 300 milímetros de lluvia por hora, un tercio de la precipitación media anual.
Las inundaciones súbitas, causadas por lluvias torrenciales que el suelo reseco no puede absorber, no son un hecho aislado.
Pero, según la comunidad científica, el cambio climático ha aumentado la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos como inundaciones y sequías.
“Es una zona de Texas que experimenta ambos extremos del espectro del cambio climático (...) Las sequías se vuelven más extremas” y “la lluvia cuando llega provoca precipitaciones más intensas, con una mayor probabilidad de inundaciones repentinas”, explicó el meteorólogo Shel Winkley.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Familia busca a abuela mexicana en desolador panorama en Texas
Mientras escarba entre el lodo seco, Javier Torres recuerda los fines de semana en casa de su abuela en Texas, de pesca en el río Guadalupe, ese mismo que el último viernes se desbordó y que probablemente la sepultó bajo escombros. Nacida en México, Alicia Olvera había cumplido 68 años hace dos semanas. Sus 8 hijos, 25 nietos y 3 bisnietos le hicieron una fiesta en casa de su hija Angélica, en un barrio cerca de Austin, la capital del estado.
Luego Alicia volvió a Hunt, una ciudad en el centro sur de Texas a orillas del río en donde, desde hace dos décadas, cuida una casa junto con su esposo José, de 70. Era su trabajo y su hogar. Allí estaba la madrugada del viernes 4 de julio, cuando fuertes lluvias ocasionaron el repentino desborde del río Guadalupe, arrasando todo y matando al menos a 100 personas, mientras que 160 están aún desaparecidas.
Cuando sus familiares se enteraron por las noticias, la llamaron por teléfono, sin éxito. Así que armaron una misión para ir a buscarla. Sortearon carreteras interrumpidas y finalmente pudieron llegar hasta la casa de Alicia el sábado por la mañana. Todo estaba cubierto por el lodo.
Lea más: Netanyahu trató con Trump la liberación de los rehenes y la “eliminación” de Hamás en Gaza
Aquella piscina en donde Javier, de 24 años, solía jugar con sus primos cada vez que iban de visita, era un pantano, mientras que la casa estaba cercada por un lodazal de varios metros de altura, en donde se hundían al caminar. Mientras escarbaban, al primero que encontraron fue a José Olvera, esposo de Alicia.
“Él estaba enterrado en el lodo, junto a una camioneta, lo sacamos, pero ya no estaba con vida. Estaba junto a un niño y una niña” que aparentemente habían sido arrastrados por la corriente, explica Javier. En el lugar donde fueron hallados los cuerpos, la familia colocó tres cruces de madera e improvisó un pequeño altar. Pero aún no hay señales de “grandma”.
“Seguimos en la búsqueda de mi mamá, ya tenemos desde el sábado buscando y no hemos tenido resultados, le hablamos a la comunidad si nos pueden mandar más ayuda porque es lo que más queremos, encontrarla, me gustaría con vida, pero a estas alturas hemos perdido las esperanzas”, cuenta Angélica Torres, de 48 años, hija de Alicia.
Vecinos de Camp Mystic
La casa de Alicia está ubicada a cinco minutos en auto de Camp Mystic, el campamento de verano que fue severamente impactado por la arremetida del Guadalupe, y en donde 27 de las 750 niñas que acampaban allí perdieron la vida.
Este martes, las pertenencias que las niñas dejaron en su huida a un lugar seguro, habían sido colocadas organizadamente en las puertas de cada cabaña del campamento. Helicópteros militares aún sobrevolaban la zona, mientras autoridades visitaban el recinto afectado, cuyo acceso ha sido completamente restringido.
Los esfuerzos de los rescatistas han sido reforzados por voluntarios. Hasta la casa de Alicia llega Brett Lang con sus tres perros de búsqueda, que peinan la zona en busca de algún rastro. Lamentablemente aún no hay señales.
Lea también: EE. UU. restringe a inversores chinos la compra de tierras agrícolas
Mientras tanto, así como hicieron para celebrarle su cumpleaños, los hijos de Alicia, y los hijos de sus hijos, se reúnen para remover cada centímetro de tierra para hallar a la abuela.
De esta casa, que era el hogar y el trabajo de Alicia, sus hijos salían muy bien alimentados. “Nos sentíamos bien a gusto cuando veníamos, le gustaba a ella mucho cocinar, siempre nos la pasábamos comiendo, todo el tiempo que veníamos quería hacer sus tamales”, dice Angélica.
Su hija reúne fuerzas para hacerle un pedido ante lo que parece inevitable. “Le he hablado mucho a ella que por favor ya no se esconda, que la queremos, siempre le hacíamos su fiesta, hace 15 días cumplió años (...) Yo quiero encontrarla, aunque ya sea diferente, pero quiero tenerla allí para lo que sigue, como Dios manda. Le pido ese milagro a Dios”.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Suben a 108 las muertes por inundaciones en Texas y se prevén más lluvias
Cientos de rescatistas continuaban el martes la búsqueda de personas arrastradas por las inundaciones repentinas en Texas que causaron la muerte de más de 100 personas, informaron las autoridades, en medio de la amenaza de más lluvias torrenciales.
Hasta la mañana del martes, las autoridades del condado de Kerr, el más afectado, habían recuperado los cuerpos de 87 víctimas, informó el sheriff Larry Leitha a la prensa.
Entre los fallecidos se encuentran al menos 27 niñas y guías que se alojaban en un campamento juvenil de verano junto al río Guadalupe cuando se produjo la catástrofe, durante el fin de semana festivo del 4 de julio.
“Hasta el momento, cinco campistas de Camp Mystic y una guía siguen desaparecidos”, añadió Leitha.
Las autoridades locales reportaron al menos 108 muertes relacionadas con las inundaciones en el centro de Texas, en el sur de Estados Unidos.
Lea más: EE. UU. notificó a 14 socios comerciales sobre nuevos aranceles
Ben Baker, de los guardabosques de Texas, explicó que las tareas de búsqueda y rescate con helicópteros, drones y perros fueron extremadamente difíciles debido al agua y el lodo.
“Cuando intentamos realizar estos rescates, estos grandes pilas de escombros pueden ser muy obstructivas, y adentrarse en ellas es muy peligroso”, dijo Baker.
“Es extremadamente peligroso y lleva mucho tiempo. Es un trabajo sucio, el agua sigue ahí”, añadió. Y señaló que se presta especial atención al estado mental de los socorristas, sobre todo porque se estaban recuperando los cuerpos de los niños.
En la localidad de Hunt, epicentro del desastre, un equipo de la AFP vio a los rescatistas revisando montañas de escombros con helicópteros sobrevolando, mientras las esperanzas de encontrar supervivientes parecían cada vez más lejanas.
Javier Torres, de 24 años, excavaba en el lodo buscando el cuerpo de su abuela, luego de haber localizado los restos de su abuelo. También descubrió los cuerpos de dos niños, aparentemente arrastrados por el río.
Las autoridades advirtieron que, con el pronóstico de lluvias más intensas, las tareas de recuperación se dificultarían aún más.
“Hemos recibido algunos informes de la posible llegada de más agua, lo que obviamente afectará las labores de búsqueda y recuperación”, dijo Baker.
El presidente Donald Trump planea visitar Texas el viernes, informó la Casa Blanca, al tiempo que criticó duramente a quienes afirman que sus recortes presupuestarios a las agencias meteorológicas debilitaron los sistemas de alerta.
- Fuente: AFP
Te puede interesar: Trump señala disposición de Netanyahu para tregua en Gaza
Dejanos tu comentario
Inundaciones en Texas alcanzan 104 muertos y continúan búsquedas
El saldo de las inundaciones repentinas en Texas sobrepasó los 100 fallecidos ayer lunes, mientras los equipos de rescate continúan la búsqueda de personas arrastradas por el agua en ese estado del sur de Estados Unidos. Entre los fallecidos se encuentran 27 niñas y guías que se alojaban en un campamento de verano junto al río Guadalupe cuando se produjo la catástrofe durante el fin de semana festivo del 4 de julio, día de la Independencia.
Su desaparición tras la subida repentina del agua había generado una intensa búsqueda. El lunes por la tarde, el sheriff del condado de Kerr, el más afectado, reveló un nuevo balance de 84 fallecidos, entre ellos 56 adultos y 28 menores. En total se registraron al menos 104 muertes relacionadas con las inundaciones en la región central de Texas.
Los meteorólogos han advertido de más inundaciones debido a las lluvias que caen sobre terrenos saturados, lo que complica las labores de rescate con helicópteros, barcos y perros. Se espera que el número de víctimas siga en aumento. “Todavía hay una amenaza de fuertes lluvias con el potencial de causar inundaciones”, indicó el gobernador de Texas, Greg Abbott, en un comunicado el lunes.
Lea más: Desesperada búsqueda de Joyce Bandon tras catastróficas inundaciones en Texas
Los campamentos son una tradición muy querida durante las largas vacaciones de verano en Estados Unidos, donde los niños suelen alojarse en bosques, parques y otras zonas rurales. “Texas está de luto en este momento”, declaró el senador por ese estado Ted Cruz. “Las niñas que se perdieron en Camp Mystic son la pesadilla de cualquier padre”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, planea visitar Texas el viernes, informó la Casa Blanca, al tiempo que criticó duramente a quienes afirman que sus recortes a las agencias meteorológicas debilitaron los sistemas de alerta. “Culpar al presidente Trump por estas inundaciones es una mentira depravada, y no sirve de nada en estos tiempos de duelo nacional”, declaró el lunes la portavoz de Trump, Karoline Leavitt.
Indicó que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), que según el diario The New York Times tenía varias tareas clave en Texas sin cubrir antes de las inundaciones, emitió “pronósticos y advertencias oportunos y precisos”. Trump describió las inundaciones repentinas como una “catástrofe no vista en 100 años” que “nadie esperaba”.
Lea también: Reaparece el líder supremo de Irán tras alto al fuego con Israel
“Nos está arrastrando el agua”
El presidente estadounidense, quien previamente había dicho que la ayuda en caso de desastre debería gestionarse a nivel estatal, firmó el domingo una declaración de catástrofe grave que permite liberar recursos federales para Texas.
Helicópteros y embarcaciones participaban en la búsqueda de los desaparecidos.
Camp Mystic es un campamento cristiano exclusivo para niñas donde se alojaban unas 750 personas cuando se produjeron las inundaciones.
Las aguas desbordadas por la lluvia alcanzaron las copas de los árboles y los techos de las cabañas mientras las menores dormían la noche del jueves al viernes y arrastraron a algunas de ellas, dejando a su paso una escena de devastación.
Mantas, osos de peluche y otras pertenencias se podían ver cubiertas de barro. Las ventanas de las casetas quedaron destrozadas, aparentemente por la fuerza del agua.
Voluntarios de otras partes del estado se congregaron en Kerr para colaborar en las labores, algunos motivados por vínculos personales con las víctimas.
“Estamos ayudando a los padres de dos menores desaparecidos”, dijo a la AFP Louis Deppe, de 62 años. “El último mensaje que recibieron fue ‘Nos está arrastrando el agua’ y el teléfono se quedó sin batería”.
Vigilia en San Antonio
Pero algunos residentes cuestionaron la ausencia de sistemas de alerta de inundaciones más robustos en esta región del sur y centro de Texas, conocida coloquialmente como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
Nicole Wilson, una madre de San Antonio que estuvo a punto de enviar a sus hijas al campamento Mystic, lanzó una petición en Change.org en la que insta al gobernador Abbott a modernizar la red de alerta.
“Cinco minutos de esa sirena sonando podrían haber salvado a cada uno de esos niños”, dijo a la AFP.
El lunes por la noche, en una vigilia con velas en San Antonio, los tejanos se reunieron para rezar por las víctimas del desastre.
“No esperaba que nuestros ríos crecieran tan rápidamente”, dijo Rebeca Gutiérrez, de 29 años. “Esperemos que se hagan esfuerzos preventivos en zonas similares para asegurarnos de que no ocurra nada de este calibre”, agregó.
Las inundaciones repentinas, que ocurren cuando el suelo no puede absorber las lluvias torrenciales, no son inusuales en esta zona. El cambio climático provocado por el ser humano ha generado que fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos en los últimos años.
Fuente: AFP.