Mainumby, el traje típico de la paraguaya Nadia Ferreira se inspiró en una leyenda guaraní, asociada a la moda sustentable y la reinserción social. Todo esto se supo con la explicación de su equipo de diseñadores, después que la joven guaireña cautivara con una poderosa actitud en la pasarela del viernes pasado. Este domingo se celebra la gala final de Miss Universo.

La muestra de traje típico duró casi dos horas para que la gran mayoría de las 80 candidatas presentaran su vestuario alegórico. Algunos trajes parecían tan minimalistas, al borde de la falta de la imaginación; otros se apuntaban al baile de carnaval, y hasta hubo un par que emulaban más bien a carteles publicitarios. Pero también hubo mensajes sociales.

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Foto: Gentileza.

Varias de las protagonistas se encargaron se explicar el significado de sus trajes. Entre los temas principales estuvo la urgencia de cuidar el medio ambiente, y varios de estos diseños se realizaron a partir de materiales reciclados. La competencia de traje típico tiene una votación popular en la página oficial de Miss Universo.

La jornada fue abierta por Ina Dajci (Albania) con un escueto homenaje a la cultura de su país. La segunda candidata en el escenario fue Julieta García (Argentina), que explicó: “Representa a nuestros glaciares en Argentina tratando de simular el derretimiento de los mismos, cuidemos nuestros movimientos, la Tierra no es nuestra, solo la habitamos, y si no nos unimos para evolucionar y tomar conciencia con respecto al calentamiento global las cosas se van a poner muy feas”.

Julieta García (Argentina), Manar Nadeem Deyani (Baréin) y Chantel O’Brian (Bahamas). Foto: Gentileza.

Debut de Baréin

Desde el Golfo Pérsico se da la primera participación de Baréin en una edición de Miss Universo, y está representado por una estudiante de modas de 25 años, Manar Nadeem Deyani, que lució un vestido alegórico a las perlas naturales, producto que caracteriza a su país, que abarca 30 islas.

A su turno, Nane Avetisyan (Armenia) pasó con un tributo a Arubani, diosa del amor, las artes y la artesanía del Ararat. Desde Aruba, Thessaly Zimmerman apareció sosteniendo un lienzo con la imagen de agricultores de aloé, ya que proviene de la llamada “isla de aloes”. Igualmente, Daria Varlamova (Australia) celebró a la Madre Naturaleza. Luego, con un traje alado, Kedist Deltour (Bélgica) mostró los colores de dos naciones: nacida en Etiopía, ella fue adoptada por una familia belga.

Harnaaz Sandhu (India), Sujita Basnet (Nepal) y Eloisa Jo-Hannah Seifer (Alemania). Foto: Gentileza.

Miss Simpatía

El viernes pasado se entregaron dos premios oficiales de Miss Universo. Uno fue para la candidata chilena, y el primero para Chantel O’Brian (Bahamas), que recibió el premio Espíritu de Carnival, que también se identifica como el galardón de Miss Simpatía.

La línea de cruceros Carnival patrocina el premio y se entrega al delegado que personifica los valores de la compañía de “diversión, amistad, diversidad e inclusión”. La presidenta de la empresa, Christine Duffy expresó: “Chantel tiene una pasión por la educación infantil y la tutoría que la llevó a cofundar The Leading Ladies Project, una organización que prioriza la educación de las niñas desfavorecidas”.

Teresa Santos (Brasil), Nahemi Uequin Antelo (Bolivia) y Xaria Penn (Islas Vírgenes Británicas). Foto: Gentileza.

Vestidas de árbol y arpillera

La “Guardiana de la Chiquitanía” se nombró al traje de Nahemi Uequin Antelo (Bolivia), cuyo significado se explicaba en las redes de Promociones Gloria como un llamado a la conciencia para poner un alto a la quema y deforestación del país y de América Latina; al representar el incendio de 2020, con la pérdida de 25.000 hectáreas en el parque Otuquis.

En tanto, Teresa Santos (Brasil) apareció con un enigmático enterizo rojo y manos de follaje. Literalmente, se vistió de árbol. La brasileña representó al Pau-Brasil (Paubrasilia echinata), un árbol nativo de Brasil cuya madera presenta un color marrón rojizo. “La mirada es una paradoja entre el Manifiesto Modernista y la advertencia de la acción depredadora del hombre contra la naturaleza”, explicaron.

En tanto, Xaria Penn (Islas Vírgenes Británicas) hizo lo propio con un vestido de arpillera que rindió homenaje a la “bolsa de azafrán” que se usaba para transportar mercancías y productos desde y hacia plantaciones y mercados en todo el Caribe.

A Marady Ngin (Camboya) se le cayó el mundo con el accidente de su traje. Foto: Gentileza.

El accidente de Camboya

Son inevitables los percances y errores de vestuario. Que lo diga Marady Ngin (Camboya). Todo iba perfectamente con su vistoso y colorido traje, hasta que, al retirarse ya prácticamente del escenario, de repente se le cayó la parte posterior de su disfraz. Las cámaras registraron su gesto de sorpresa.

La joven, indecisa entre recoger el adorno que el público al costado de la pasarela guardó para ayudarla, o irse con la mejor pose de “aquí no pasó nada”, fue auxiliada por personal de la producción, que la volvió a ubicar frente al escenario y a colocar la parte perdida, para que Marady Ngin completara el cuadro con dignidad.

Algunos trajes representaron a flores típicas de su país, como Georgina Kerford (Islas Caimán), que salió vestida de orquídea banana. Mientras que Tamara Jemuovic (Canadá) apostó por un traje casi de uniforme para rendir homenaje a la Real Policía Montada de Canadá.

Antonia Figueroa (Chile), Tamara Jemuovic (Canadá) y Sara Langtved (Dinamarca). Foto: Gentileza.

El impacto de Chile

“Un honor poder mostrarle al mundo la labor que realizan cientos de dulceros de mi país, en especial las mujeres que, en plena carretera, nos ofrecen las delicias de comuna de La Ligua”, refirió Antonia Figueroa (Chile), tras mostrarse con un atuendo blanco y sosteniendo una canasta.

La chilena fue galardonada con el Premio Impacto. Recibir el premio @impactwayv ha sido increíble porque reconoce la labor de decenas de personas que están detrás de todos los proyectos en los que he trabajado desde hace años y, sobre todo, le da un valor especial a mi carrera como Ingeniera Ambiental”, dijo Figueroa.

A su vez, la compañía ImpactWayv la saludó: “¡Enormes felicitaciones a @antonia_cristal por ganar el Miss Universe ImpactWayv Challenge! Su impacto y compromiso inquebrantable con el medio ambiente, el desarrollo de la juventud y tantas otras causas importantes es inspirador, ¡y estamos agradecidos por la diferencia que está haciendo! Felicitaciones a todas las delegadas de Miss Universo que han participado y por su continuo compromiso con el bien social”.

Valeria Ayos (Colombia), Valeria Rees (Costa Rica) y Karolina Kokesova (República Checa). Foto: Gentileza.

Mariposas colombianas

“Vuela Vale, vuela, vuela alto, eso me dice mi mamá. Es su forma decir que quiere que me sienta tranquila, libre, sea yo misma sin temores y que avance airosa en mis metas”, comentó Valeria Ayos (Colombia), que sostuvo unas alas plegadas amarillas desde sus tobillos en escena.

“Anoche (por el viernes) entendí más aún ese mensaje y experimenté esa sensación de alegría y de libertad cuando vestí mi traje nacional dedicado a las mariposas amarillas, una de las más de 3.600 especies que hay en Colombia”, continuó.

“Este insecto maravilloso y perfecto de la naturaleza que diseñó Randy Severiche fue en realidad, un sueño añorado y materializado para mí”, amplió. “Una alegoría a las mariposas amarillas de Gabo y a la película colombiana ‘Encanto’. Estas tres muestras de arte destacan los atributos de nuestra querida y diversa Colombia”. Otra candidata que se sumó al homenaje a las mariposas fue Valeria Rees (Costa Rica), cuyo atuendo azul se inspiró en la especie morpho.

Nane Avetisyan (Armenia), Daria Varlamova (Australia) y Kedist Deltour (Bélgica). Foto: Gentileza.

Corazón de leona

“Como defensora de los derechos de la mujer, quería que mi traje nacional no solo representara a mi país, la República Checa, sino también a lo que creo como ciudadana del país. Creo en defender y luchar por los derechos de las mujeres en todo el mundo, especialmente en los países menos desarrollados, donde tal defensa puede ser casi imposible cuando literalmente su vida está en juego. Los derechos de la mujer son simplemente derechos humanos”, manifestó Karolina Kokesova (República Checa).

“Por lo tanto, el concepto de mi traje nacional, quería mostrar lo que significa tener el corazón de un león, representar el espíritu de lucha históricamente en el pueblo checo. Criada básicamente por mi madre soltera, me inculcó el apoyo a otras mujeres y la lucha por los derechos de las mujeres más allá de la frontera de mi país. Mi traje nacional encarnará este concepto y empoderará a las mujeres”, agregó la checa, que explicó cada detalle de su vestuario.

Georgina Kerford (Islas Caimán), Clémence Botino (Francia) y Silvia Naa Morkor Commodore (Ghana). Foto: Gentileza.

La Guardia de la Reina

Como la Miss Canadá, Sara Langtved (Dinamarca) también escogió el uniforme y el saludo militar. “¡Reciclar no es difícil para esta guardia real!”, escribió en su Instagram. “Caminé con orgullo por la pasarela con este disfraz de asa, hecho por uno de mis amigos más cercanos”.

“Hemos hecho este disfraz utilizando materiales reutilizados, prendas recicladas y 2 semanas de intensa planificación sobre cómo podría representar a Dinamarca de la mejor manera posible, detalló. “Mi traje nacional es un Queens Guard (Royal Life Guards). La Guardia de la Reina protege a la reina danesa Margrethe II en el Palacio de Amalienborg, la residencia real en Copenhague”.

Debbie Aflalo (República Dominicana), Susy Sacoto Mendoza (Ecuador) y Sofia Arapogianni (Grecia). Foto: Gentileza.

Sol y fertilidad

“República Dominicana, un país colocado en el mismo trayecto del sol, haciendo rebotar sus rayos de luz en nuestras hermosas playas cristalinas y paisajes hacia el Universo. Inspirado en el sol cálido que se posa en el maravilloso paisaje de las dunas de Baní, tesoro nacional caracterizado por sus altas montañas de arena blanca fina vestidas por ondas de vientos”, dijo Debbie Aflalo (República Dominicana).

Aunque su traje pareciera algo básico, ella explica: “Este traje típico ha sido realizado con molduras de resina que cumple los principios de ser compostable y biodegradable, decorando una estructura metálica, adornando cada minucioso detalle es cristales preciosos cortados a láser”.

Mientras que Susy Sacoto Mendoza (Ecuador) saltó al escenario con una lanza y pose de cazadora: “Mi traje típico que representó la riqueza de la Pachamama, nuestra venerada Diosa de la fertilidad. Además, todo fue construido con materiales que vinieron de la tierra, se usaron frutas, semillas, yute, palmas… Sin usar ningún elemento de origen animal”.

Rose Meléndez (Honduras), Debora Hallal (México) y Kawtar Benhalima Benjelloun (Marruecos). Foto: Gentileza.

Complejo monumento de justicia

Alejandra Gavidia (El Salvador) realizó el desafío de cruzar la pasarela con los ojos vendados, ya que su vestuario sobre la justicia exigía tal accesorio. “¡Soy el monumento a la Constitución! Ante nada déjenme decirle que todo en este traje tiene un significado. Nada está puesto al azar. Tiene mucha mente, sentimiento y trabajo”, describió.

“El vestido es una representación y rinda honor a las 71 víctimas de feminicidio (registradas), a todos los desaparecidos. Las velas representan la esperanza de los familiares de encontrar justicia en nombre de sus seres queridos. Las velas que ya no tienen luz son de aquellas personas que han perdido la esperanza y recarga en mis hombros seguir buscando justicia por ellos”, relató.

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“Las manos alrededor del vestido fueron pintadas por personas reales que han perdido a un familiar o ser querido por un delito de feminicidio o desaparición. Las cadenas del brazo derecho representan toda la presión social y política que a veces entorpece la búsqueda de la justicia”, continuó.

“El vestido ha sido maltratado, golpeado, balaceado para representar como nuestra Constitución y la sociedad ha sufrido. Y, finalmente, la venda de los ojos es negra en símbolo de luto, pero termina en un verde muy oscuro que simboliza la esperanza para todos. Esa venda reza: ni una menos, ni un desaparecido más”, concluyó. Curiosamente Gavidia tuvo una segunda pasada, esta vez sin la máscara que le cubría los ojos.

Katharine Walker (Irlanda), Essi Unkuri (Finlandia) y Jázmin Viktória Elizabeth Jakubovish (Hungría). Foto: Gentileza.

“Paremos la deforestación”

“Deja que viva nuestro planeta” y “Paremos la deforestación” fueron los dos mensajes escritos en inglés que desplegó Essi Unkuri (Finlandia) en su capa, y que casi tuvo un tropezón al retirarse de la pasarela. Mientras, Clémence Botino (Francia) trajo un insospechado homenaje al disfrazarse de Josephine Baker, vedette negra y activista que acaba de ingresar al Panteón de los héroes francés.

En el caso de Eloisa Jo-Hannah Seifer (Alemania) tomó un traje tradicional y apareció sosteniendo un águila imperial de utilería, en teoría, para representar la grandeza de un país que ama, sueña y cree. En tanto, Silvia Naa Morkor Commodore (Ghana) dedicó un extenso posteo para describir su tributo a la diosa verde y todos los simbolismos imaginamos para esta elección. De Grecia, Sofia Arapogianni subió con un escudo y vestida de Atena, diosa de la sabiduría, la guerra y los oficios.

Allison Wassmer (Nicaragua), Kim Duyen (Vietnam) y Anna Nepliakh (Ucrania). Foto: Gentileza.

Homenajes a Israel

Dania Guevara Morfin (Guatemala) mostró un rebuscado traje que representa a una diosa maya y celebra la relación con Israel, ya que su país fue el segundo en reconocer la independencia del anfitrión de esta edición de Miss Mundo, que, por cierto, por primera vez se realiza en Medio Oriente.

Igual situación propuso Juri Watanabe (Japón), que honró el 70 aniversario de la relación diplomática entre Japón e Israel. “El disfraz es una celebración de la increíble cultura de la moda japonesa harajuku, y rinde homenaje al ganador de Eurovision y a la estrella del pop israelí @nettabarzi, que honró la cultura japonesa con un kimono en el escenario mundial y es un verdadero defensor de la aceptación y la diversidad”, explicó su diseñador. La miss cargó dos icónicos gatos maneki-neko de la suerte.

Una danza de origen guerrero en versión femenina, el yancunu, inspira el traje típico de Rose Meléndez (Honduras), en honor a la cultura garífuna. A su vez, cada color tiene su significado. La falda y la blusa están adornados con caracoles y perlas que muestran la belleza de la mujer. En el caso de Hungría, Jázmin Viktória Elizabeth Jakubovish salió con un traje de gala y sostuvo una bandera húngara.

Noa Cochva (Israel), Dania Guevara Morfin (Guatemala) y Juri Watanabe (Japón). Foto: Gentileza.

Enfermera de pandemia

Katharine Walker (Irlanda) también fue de las que desplegaron mensajes escritos: “Fair pay for nursing” (Pago justo por enfermería). “Estoy muy orgullosa de este diseño de vestuario nacional: cuando supe que este año representaría a Irlanda en Miss Universo, supe que quería que mi disfraz tuviera un mensaje”, relató.

“Quería algo que fuera personal para mí, pero también extremadamente relevante e impactante. Quería celebrar el trabajo de mis compañeros trabajadores de la salud y también hacer una declaración sobre la paga de las enfermeras”, menciona la joven graduada como enfermera en 2016.

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“No solo represento a Irlanda en este escenario, sino a cada trabajador de la salud, los verdaderos héroes de este mundo, que van más allá de cuidar a los demás, aquellos que trabajan durante sus descansos y trabajan horas extras sin pago adicional, aquellos que ayudan al más vulnerables a través de sus días más oscuros”, señala.

“Es hora de pagarles a las enfermeras de manera justa. Ya es suficiente”, agrega Katharine Walker, que ha trabajado en cuidados intensivos pediátricos y neonatales, cuidando a algunos de los niños más enfermos del país; y que en la pandemia de coronavirus le tocó estar en la primera línea sanitaria.

Beatrice Luigi Gomez (Filipinas), Shariëngela Cijntje (Curazao) y Ralina Arabova (Rusia). Foto: Gentileza.

Miles de monedas antiguas

Cuando salió Noa Cochva (Israel) daba la impresión de lucir un simple traje de fiesta, sin embargo, al observar los detalles, es un vestido reciclado hecho de miles de monedas antiguas, y su diseño evoca las escamas del pez, un símbolo auspicioso en la tradición de Israel.

En el caso de México, Debora Hallal ofreció una inspiración en una de las culturas más antiguas de su país: la cultura azteca. “Tres meses de trabajo de @teban_ortiz realizando este increíble traje con más de 1 millón de cristales incrustados resaltando el emblemático calendario azteca”, describió.

Mientras, Kawtar Benhalima Benjelloun representó a Marruecos, país que vuelve a participar de Miss Universo desde 1978. De 22 años, la candidata reemplaza a Fatima-Zahra Khayat, quien sufrió un accidente y, por lo tanto, desistió de participar.

Jade Cini (Malta). Foto: Gentileza.

Pasacalles de Malta

“El traje nacional de Malta para Miss Universo representa fiestas tradicionales con un ‘pavaljun’ pintado a mano que se usa para decorar las calles. Muestra paisajes de iglesias y fuegos artificiales que hacen de las fiestas maltesas un atractivo turístico”, comentó Jade Cini (Malta), quien, literalmente, cargó un pasacalles en sus hombros, con tres cuadros de la historia de su país.

El fin del Gran Asedio y el Imperio Otomano en 1565, fin del reinado del Imperio francés en 1800, y los fascistas se rinden la Segunda Guerra Mundial en 1943, son esos tres momentos que representó la miss, y que sorprendió con una explosión de papel picado, lo que forzó a una pausa para limpiar la pasarela, mientras los conductores armaron una guerra de hinchadas.

Con una leña en la cabeza, Sujita Basnet (Nepal) presentó otro tributo a la Madre Naturaleza, incorporando el simbolismo étnico. Por su parte, Allison Wassmer (Nicaragua) desplegó: “un homenaje al creador de la cerámica Gregorio Bracamonte, originario de San Juan de Oriente que dedicó su vida al rescate de diseños precolombinos tallados en arcilla. Reflejando la labor que los nicaragüenses hacen con sus manos, formando parte de nuestro patrimonio cultural”.

Brenda Smith (Panamá), Yely Rivera (Perú) y Michelle Marie Colón (Puerto Rico). Foto: Gentileza.

Tributo al bus panameño

“El diseño simula ser como el transporte público más representativo de Panamá, el cual lleva el mismo nombre”, refirió Brenda Smith (Panamá) sobre su “Diablo Rojo”. Tal cual, se disfrazó como un colorido bus, que hasta hace un par de años se usaban como transporte público en la ciudad de Panamá; y en la parte posterior incluyó un retrato de Justine Pasek, primera Miss Universo panameña en 2002.

“Nací al pie de un volcán. Representando la fuerza y el coraje de la mujer peruana. Soy la Reina Blanca de los Andes en honor a mi bandera y a mi Ciudad Blanca de Arequipa, llevando al mundo un mensaje de unión y paz”, dijo Yely Rivera (Perú), cuyo vestido lumínico brilló aún más cuando la producción bajó un instante la intensidad de la luz del recinto. Michelle Marie Colón (Puerto Rico) hizo su homenaje “a la afro-descendencia y a la bomba puertorriqueña, elaborado en material reciclado”.

Latela Mswane (Sudáfrica), Sara Loinaz (España) y Anchilee Scott-Kemmis (Tailandia). Foto: Gentileza.

La paloma de la paz y Gaudí

En su presentación, Latela Mswane (Sudáfrica) aprovechó su faceta de bailarina de ballet para danzar en puntas de pie como “La paloma de la paz”. Ella explicó: “Representé mi hermosa Sudáfrica, la cultura y su espíritu de Ubuntu. Una nación que ha demostrado que se puede lograr una paz duradera. Tuve el honor de llevar este mensaje de esperanza al escenario mundial”.

“Estaba vestida con un body blanco con sutiles plumas estampadas para servir de base a los brazos emplumados cubiertos de plumas blancas de faisán para transformarme en una paloma de la paz”, agregó, con menciones a su diseñador.

Para su traje típico, Sara Loinaz (España) rindió homenaje a Gaudí, uno de los artistas modernistas más representativos del mundo, y de cuya muerte se celebra el 95 aniversario este 2021. Su traje se titula “Trencadís” que es el nombre de la técnica modernista que el propio Gaudí inventó en sus obras de arquitectura y que es ha sido realizado por el diseñador canario Josué Quevedo. Mientras, Anchilee Scott-Kemmis (Tailandia) mostró los puños para evocar al “Muay Thai”, arte marcial tradicional.

Shiyin Yang (China), Jisu Kim (Corea) y Tonkham Phonchanheuang (Laos). Foto: Gentileza.

Un trofeo de Emmy

La miss Elle Smith (Estados Unidos) sorprendió con, probablemente, uno de los disfraces menos glamorosos. Se disfrazó de trofeo de Emmy. El equipo estadounidense buscaba saludar a Hollywood, y se les ocurrió que la versión femenina de la estatuilla de los Óscars sería el de los Emmy, que premia a la televisión norteamericana. “Este disfraz le dice a todas las mujeres jóvenes que tienen sueños y deseos que pueden caminar por la alfombra que quieran porque son feroces y valientes”, explicaron desde el perfil de Miss USA.

Por último, de las representantes latinas, Luiseth Materan (Venezuela) se vistió de Cattleya Amazónica, “un impactante traje inspirado en la flor nacional venezolana, la orquídea, que representa elegancia y feminidad. Nuestra reina Luiseth lucía orgullosa de presentar su #TrajeTípico como símbolo de la magia, belleza y singularidad de Venezuela”.

Llamativamente en esta 70ª edición está ausente Uruguay. Así como Barbados, Belice, Malasia, Indonesia y Myanmar. La mayoría de estas naciones justificaron su retiro debido al aumento de casos de COVID-19 en el país y las restricciones de viaje.

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