Luis Irala, Nación Media.
El viejo Olimpia cerró su extraordinario año 1979 ganando en el invierno europeo al Malmöe Fotbollförening, en la ciudad de Malmoe, Suecia, por 1-0, en partido de ida por la Copa Intercontinental. En la revancha, jugado el domingo 2 de marzo de 1980, en Asunción, el Decano repitió el triunfo (2-1), convirtiéndose en el mejor equipo del mundo.
El gran artífice de que el Decano jugase los partidos por la Copa Intercontinental fue su presidente Osvaldo Domínguez Dibb. El campeón europeo del 79 era el Nottingham Forest de Inglaterra, que no tenía ningún interés de disputar partidos de ida y vuelta y solo deseaba jugar en Europa y un solo encuentro, propuesta rechazada por Domínguez.
Ante esa situación, el titular decano realizó gestiones para disputar los partidos definitorios contra el vice, el Malmöe de Suecia y enseguida ambas directivas se pusieron de acuerdo.
En la ida, Olimpia jugaría en el frío invierno escandinavo y en la revancha, el Decano sería local, en pleno verano asunceno.
La delegación franjeada partió rumbo a Suecia el lunes 12 de noviembre con su capitán Hugo Talavera descartado por lesión y con la ausencia del delantero Enrique Villalba, transferido al Anderlecht de Bélgica. El encuentro se jugó el domingo 18 de noviembre a las 9:00, con cuatro grados bajo cero de temperatura, teniendo en cuenta que a esa altura del año el invierno europeo adquiere mayor intensidad.
Evaristo Isasi abrió el marcador a los 40 minutos tras estupenda corrida. En la segunda etapa, la defensa olimpista desalentó todos los intentos aéreos que cayeron en su área, el 1-0 se mantuvo hasta el final y Olimpia trajo a Paraguay la mitad de la Copa Intercontinental de Clubes.
La revancha debía jugarse casi cuatro meses después y en Olimpia hubo cambios importantes. El más sustancial fue la ida del técnico Luis Cubilla y su cuerpo técnico, que fueron contratados por Newell’s Old Boys de Rosario. En sustitución del Negro arribó su hermano Pedro, iniciándose un nuevo proceso que tenía como objetivo ganar la revancha ante el Malmöe y luego adjudicarse la Copa Interamericana, cuyo rival sería el FAS de El Salvador, ganador de la Concacaf. También se fue junto a don Luis el lateral izquierdo “charrúa” Miguel Ángel Piazza y en su reemplazo arribó su compatriota Daniel di Bartolomeo. El domingo 2 de marzo de 1980, Olimpia derrotaba al Malmöe, 2-1, en el estadio Defensores del Chaco, con tantos de Alicio Solalinde, de penal y de Miguel María Michelagnoli, alcanzando el cielo futbolístico del orbe.
Así terminó aquella heroica aventura que tuvo como premio para que el viejo Olimpia se adueñase del mundo del fútbol, ganando la Copa Intercontinental de Clubes.