Recientemente, el Ejecutivo declaró el uso del aopo’i como prenda oficial para la temporada veraniega en el país. Esta iniciativa y respaldo del Gobierno Nacional significa un importantísimo reconocimiento del trabajo y de la producción local de una de las técnicas textiles más representativas del país.
- Por Andrea Jazmín Vázquez Ayala
- Presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA)
El uso de este tejido no solo pone en valor el oficio de ciento de mujeres tejedoras, sino también aumenta las oportunidades económicas y de generación de mayores canales de comercialización a nivel local e internacional, además de otros aspectos intangibles como la transmisión, de generación en generación, de los saberes de esta técnica, el conocimiento de los territorios y los procesos de producción que tienen características muy propias de nuestra identidad local.
Teniendo en cuenta el registro de artesanos del Instituto Paraguayo de Artesanía, 1.267 artesanas están registradas en la confección del aopo’i, la mayor parte en el departamento de Guairá, que trabajan de manera independiente, en comités o asociaciones cuando existen pedidos a nivel colectivo. El ingreso promedio de las ventas se estima que va alrededor de 500.000 a 900.000, a excepción de los grandes pedidos que se pudieran dar en ocasiones especiales.
A este número se agregan las ventas de los comercios y empresas que también comercializan el aopo’i y que trabajan con mujeres artesanas. Esta iniciativa tiene un impacto directo con estas personas y empresas, y se abre también un mercado más consciente, teniendo en cuenta el trabajo artesanal que conlleva esta artesanía.
POSICIONAMIENTO
En los últimos 3 a 5 años el bordado del aopo’i y el tejido del auténtico aopo’i se han posicionado significativamente con acciones de fuerte promoción en las localidades productoras de este tejido. Especialmente, en el departamento de Guairá se han capacitado a mujeres artesanas en la cosecha del algodón, hilado y proceso en el telar rústico, la elaboración de materiales de referencia de este tejido para que nuevas generaciones conozcan los más de 100 bordados que se realizan en esta artesanía, experiencias de trabajo entre diseñadores y artesanos que dan resultado a nuevos productos con lenguajes más contemporáneos, el desarrollo de ferias en la modalidad textil, entre otras iniciativas y campañas de promoción.
PUESTA EN VALOR
La artesanía paraguaya es una de las expresiones culturales con alto valor histórico, social y turístico, es un elemento tangible e intangible de nuestro patrimonio cultural vivo. Por medio de este decreto presidencial se pone en valor la riqueza de este oficio, con el trabajo de mujeres de larga trayectoria que conservan la identidad cultural del país. El aopo’i, como expresión cultural, fortalece y enaltece nuestra marca país y también compromete a las instituciones culturales, educativas, entre otras, a trabajar en conjunto para salvaguardar nuestra producción local y mejorar las condiciones de miles de artesanos y artesanas del Paraguay.
Hoy en día, más que nunca, la difusión de la información, de las acciones y proyectos relacionados al sector constituye una pata fundamental en nuestra gestión, ya que si no se genera conocimiento, no se genera valor ni mercado local para la comercialización. Desde el IPA, uno de los pilares fundamentales es la promoción y poner a disposición de la ciudadanía de toda la riqueza de la artesanía paraguaya y contribuir con otros ejes fundamentales como el turismo vivencial, la cultura, el medioambiente, la economía local, entre otras dimensiones.
Invitamos a toda la ciudadanía que consuma nuestra producción nacional, que está cargada de historia, identidad, color y vida.
Teniendo en cuenta el registro de artesanos del Instituto Paraguayo de Artesanía, 1.267 artesanas están registradas en la confección del aopo’i
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Gobierno declara Patrimonio Nacional al ovecha rague
La Secretaría Nacional de Cultura (SNC) oficializó la declaratoria del ovecha rague como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional, junto con el reconocimiento como Tesoros Nacionales Vivos a las artesanas Fermina Fernández viuda de Correa y Eustaquia Palma de Garay, en mérito a su valiosa trayectoria y a la transmisión generacional de saberes textiles tradicionales. Ambos reconocimientos fueron entregados durante un acto realizado el sábado 7 de junio en la Iglesia San Miguel, en la ciudad de San Miguel, en el departamento de Misiones.
La declaración de “Ovecha rague” como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional reconoce el conocimiento transmitido de generación en generación en el municipio de San Miguel, donde se mantienen técnicas tradicionales asociadas al hilado, teñido y tejido de la lana ovina, prácticas que han sido preservadas en el seno de las familias y comunidades locales.
En tanto, el reconocimiento a las señoras Fernández y Palma de Garay como “Tesoros Nacionales Vivos” obedece a su destacada trayectoria en el ámbito de las técnicas artesanales tradicionales, el compromiso con la enseñanza de sus saberes y el arraigo con la cultura lanar sanmiguelina. Este título se confiere a personas que poseen en sumo grado los conocimientos y habilidades que representan el patrimonio cultural inmaterial del Paraguay.
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Durante el acto, la ministra de la Secretaría Nacional de Cultura, Adriana Ortiz, destacó el valor del arte textil sanmiguelino y reafirmó el compromiso del Estado con la preservación de la identidad cultural. “En nombre del Gobierno del Paraguay, entregamos una declaratoria nacional muy significativa. El arte textil que nace de las manos de las maestras artesanas de San Miguel, Arazape y Jhugua es patrimonio cultural de la República”, afirmó.
Señaló que la creatividad expresada en este territorio es un símbolo de todo un país y que la Secretaría Nacional de Cultura continuará trabajando con autoridades locales y comunidades para proteger estas manifestaciones. “Queremos que nunca muera el Festival del Ovecha rague”, expresó, y celebró la participación intergeneracional en el evento: “Qué lindo ver niños, padres, abuelos y jóvenes. De todos nosotros depende que la identidad del Paraguay siga viva. Solo necesitamos compromiso y creer en lo que somos”.
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Estas declaratorias forman parte de las acciones de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial del Paraguay. Reconocer a una manifestación como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional implica su protección, valoración y transmisión a las futuras generaciones. Asimismo, el título de Tesoro Nacional Vivo se otorga a personas portadoras de saberes tradicionales, cuya trayectoria y compromiso son fundamentales para la preservación de la identidad cultural del país.
La Secretaría Nacional de Cultura continuará promoviendo acciones de protección, documentación, difusión y valoración de estas manifestaciones culturales, en articulación con la Municipalidad de San Miguel, la Gobernación de Misiones, el Instituto Paraguayo de Artesanía y las comunidades portadoras del conocimiento, para asegurar su vigencia y transmisión a las futuras generaciones.
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Últimos días para postulación al Premio Impulso de IPA
El Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA) recepcionará postulaciones para la segunda edición del Premio Impulso hasta el jueves 19 de junio, en tres categorías para subsidios para los artesanos: movilidad, comercial y digital. Esta convocatoria está dirigida a empresas que puedan comprobar su presencia en el mercado local y/o internacional en los últimos 2 años, comercializando artesanías del Paraguay. Las bases y condiciones se encuentran en: artesanía.gov.py.
Impulso! 2025 se trata de un estímulo para los artesanos donde se vincula directamente con tres dimensiones: “social”, desde el apoyo a planes y estrategias para mejorar las condiciones de vida y trabajo de las comunidades artesanas; “económica”, desde el incremento de posibilidades a través del apoyo financiero otorgado en la premiación; y la “cultural”, promoviendo el desarrollo y la salvaguarda local de las técnicas y saberes de la artesanía nacional.
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El premio se organiza en tres categorías específicas que responden a los desafíos actuales del sector y buscan apoyar propuestas estratégicas, viables y con impacto. IPA apunta a apoyar el trabajo que las empresas artesanas realizan en articulación con artesanos y artesanas del país, promoviendo los principios de comercio justo y prácticas que favorezcan el crecimiento de la producción de artesanía en las comunidades productoras.
Los tipos de Empresas Artesanas reconocidas según Resolución IPA n.°270/2020 son: 1. Empresa unipersonal de venta de artesanías: Persona Física que comercializa exclusivamente artesanía. 2. Empresa de venta exclusiva de artesanías: Persona Jurídica que comercializa exclusivamente artesanía. 3. Empresa de producción y venta de artesanías: Persona Jurídica que produce y comercializa exclusivamente artesanía. 4. Empresa de producción y venta de artesanías, dirigida por un artesano/a: Persona Jurídica que produce y comercializa artesanía y que, además cuenta con un artesano que dirija y participe en la empresa.
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Vida, muerte, fantasía, ilusión, deseo… pulsiones y condición humana
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
“¿Fantasear o desear...?”. Ese era el dilema que, en frecuentes charlas de café, proponía un tan veterano como anónimo polemista que habitaba, cuando la tarde agonizaba, algunas de las selectas mesas en el mítico café La Paz, en la esquina de la avenida Corrientes 1593, cuando esa arteria cordial se cruza con la calle Rodríguez Peña, muy cerca del Obelisco, en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción.
Era los años 70, en el siglo pasado. Enfrente –justo en diagonal– intentaba competir el bar Ramos. En concurrentes habituales estaban cabeza a cabeza. Inolvidables, por cierto. Pero el caso es que, luego de encender la polémica con aquel interrogante, con impostado tono académico, intentaba, aquel sanatero, zamarrearnos.
¡Me parece verlo! Acomodaba prolijamente los dos o tres libros de Sigmund Freud o de Foucault que siempre llevaba con él y lentamente –como buscando las palabras más adecuadas– iba al punto. Fumaba tabaco inglés en una pipa muy gastada y sobre su prominente nariz montaba espejuelos redondos tonalizados verde oscuro.
“El tío Segismundo –ironizaba mientras revoleaba sus manos refiriéndose a Freud– cuando compartíamos algunos puros con amigos en el Café Frauenhuber, en la inolvidable Viena, nos explicaba con claridad, jóvenes amigos, palabra más, palabra menos, que solo fantasean las personas insatisfechas”.
PULSIÓN
Lo seguíamos en silencio. Algunas veces –como la ignorancia nos impedía responder y/o, mucho menos, poner alguno de sus dichos en duda, hacía una pausa que disfrutaba y, si la memoria no me falla, en aquel caso puntual remató: “Cada fantasía surge de una pulsión para cumplir con un deseo insatisfecho, muy deseado, que corrija la realidad”.
Nunca recuerdo su nombre. En verdad, no tengo claro si alguna vez lo supe. Pero sí, sus anécdotas con pretensiones académicas y que se definía como “un libre pensador, diletante”. ¡Nos maravillaba! Aunque –debo admitirlo– teníamos dudas que no confesábamos sobre su presunta sabiduría por aquello de que entre los ciegos un tuerto es rey.
“¡Déjese de joder, farfullante…!”, recuerdo que le dijo –indisimuladamente molesto y a voz en cuello– un reconocido profesional y estudioso freudiano, de quien exclusivamente consignaré sus letras iniciales (G.G.), que incontenible por lo que también escuchó abandonó su café en una mesa cercana y lo increpó sin miramientos.
Un pesado silencio cubrió todas y cada una de las mesas. El increpado no atinó a responder. Se retiró cabizbajo –con sus tres libros bajo el brazo– enmudecido y sin plantarle cara. El increpante nos miró, se disculpó “por interrumpir la conversación sin que nadie me llame” y fue al punto: “Simple y sencillo, muchachos. La fantasía tiene que ver con el imaginario. Con lo que creemos o sabemos que muy difícilmente suceda. Con aquello que suponemos imposible y que, de alcanzarlo, imaginamos sería placentero, pero sabemos que no podrá ser. Desear es converger la fantasía con la realidad más deseada en algún momento de tu vida. ¡No entender esa diferencia es grave… y, pretender explicar desde la ignorancia y la confusión, no lo puedo dejar pasar!”.
Renovó su disculpa y volvió a su mesa. “Como una escuela de todas las cosas...”, como nos enseñó Discépolo cuando escribió aquel tangazo que llamó “Cafetín de Buenos Aires”, así era el bar La Paz. Fantasías. Deseos. Ilusiones. Me atrevo a añadir que, como entonces, en estos tiempos de imágenes exacerbadas y exacerbantes que circulan y atropellan en los avasallantes ecosistemas digitales que facilitan las comunicaciones reticulares contemporáneas, aquellas –junto con la vida y la muerte– emergen como inevitables pulsiones incrustadas en el día a día de nuestros días.
OXÍMORON
Claramente, forman parte de la condición humana. Pese a que, con el correr de los tiempos y a la democratización de las monarquías (¿oxímoron?), con mucho menos frecuencia que algún tiempo atrás y, en aquel contexto, escuchar decir “vida de príncipes”, sorprende porque pareciera ser una expresión que cae en desuso.
Aun así, hay quienes insisten con ella cuando se procura producir sentido respecto de alguna persona que –a juicio de quien así se expresa– tiene allanado el acceso a poderosos y poderosas o cuando dispone de bienes materiales en abundancia o cuando no debe preocuparse por necesidades que –como tales– sí lo son para la mayoría de la humanidad.
En ese contexto, tampoco el futuro debiera ser preocupante para quienes tienen –siempre a la vista de las otredades– tránsitos principescos o, acaso, propios de las realezas. Hambre, desocupación, falta de salud, de educación. En aquel contexto, se suponen alejados de aquellos y aquellas minorías vistosas. Sentires y decires. Pareciera, incluso, que nada ni nadie está exento, alguna vez, de emitir esos juicios o ser depositario de ese tipo de expresiones.
Hasta la muerte –en ciertas ocasiones, por la forma en que se produce y a quien afecta– hace que no sean escasas las voces que se atreven a afirmar que Mengana o Fulano “murió como un príncipe”. En el siglo XIX y buena parte del XX era frecuente que así se significara la partida de este mundo cuando las y los finados eran considerados socialmente como “patricios” o “ricos”.
Curioso, por cierto. Y tanto lo era (y es) que vaya a saber a quién y en qué situación tuvo la lucidez para destacar que “al final de la partida, reyes y peones vuelven a la misma caja”. ¿Sabiduría popular? Tal vez.
LA BODA DEL SIGLO
Aún recuerdo cuando el 29 de julio de 1981 –la tele satelital cuando el mundo era mundial y para nada global– puso “en el aire” (vieja expresión de uso común en la radiotelefonía de entonces, hoy casi olvidada), desde la catedral de San Pablo, en Londres, la que fue llamada como la “boda real o del siglo” porque, aquel día, el príncipe Carlos (32) –hijo primogénito de Isabel Alejandra María Windsor (1926-2022), la reina Isabel II del Reino Unido y de la Commonwealth desde 1952 hasta su muerte– contrajo matrimonio con la joven aristócrata llamada Diana Spencer (20).
Cerca de 800 millones de televidentes lo vimos. “¡Parece un cuento de hadas...!”, escuché decir a dos mujeres que – como otros muchos, frente a una vidriera colmada de televisores– vimos pasar a Carlos, por entonces príncipe de Gales, y Diana recién casados, a bordo del 1902 State Landau, como se conoce al carruaje que, en aquel año, el rey Eduardo VII –tío del contrayente– ordenó construir para ceremonias relevantes.
En la Argentina, desde poco menos de tres años, teníamos tele en colores. La novia, tanto en el ingreso a San Pablo –luego de descender junto con John, su padre, VIII conde de Spencer, de un carruaje vidriado– como en el momento en que salió de esa catedral con su esposo convertida en “alteza real”, tuvo que detenerse varios minutos para que las “damas de honor” acomodaran la cola de su vestido “de casi ocho metros de largo”, relataba la transmisión oficial.
¡Hermoso para ver! Un año y 22 días después –el 21 de julio de 1982– se anunció el nacimiento del príncipe Guillermo, heredero de la corona británica. El 15 de setiembre de 1984 –setecientos ochenta y siete días después que su hermano mayor– nació el príncipe Enrique.
Sin embargo, y como sostiene el dicho popular, “no todo lo que reluce es oro”. El 28 de agosto de 1996 –cinco mil quinientos nueve días después de aquella boda principesca– Diana y Carlos se divorciaron. Con el paso del tiempo la fantasía pública trocó en públicos desatinos vinculares. La princesa descubrió y confirmó que el príncipe tenía como amante a Camilla Parker-Bowles, una amiga de la Casa Real. ¡Crisis!
MULTITUD
Carlos pasó –para muchas y muchos– a ser el “realmente odiado”. Diana, en el transcurso de 1995, decidió no ocultar la situación. Habló con la BBC, la tele pública en el Reino Unido. “¿Cree que Camilla Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?”, preguntó el periodista Martín Bashir a “su alteza real”. La respuesta fue simple, breve y clara: “Bueno, éramos tres en mi matrimonio. Y eso es una multitud”. El 31 de agosto de 1997, Diana, Dodi Al-Fayed (1955-1997), multimillonario egipcio, y el chófer, Henri Paul, murieron en un accidente de tránsito ocurrido en el interior del túnel del Pont de l’Alma, en París.
Aquel príncipe, Charles Philip Arthur George (77), desde el 8 de setiembre de 2022, es Carlos III, rey del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones. Camilla Rosemary Shand, luego Parker-Bowles (78) –la tercera de aquel matrimonio principesco que “era multitud”, como lo sentenció Diana, “la princesa del pueblo”, como la categorizó para siempre el ex primer ministro Tony Blair, el 31 de agosto de 1997– es reina consorte.
Fantasías. Deseos. Ilusiones. Condición humana. Fantasías. Deseos. Ilusiones. “Cambia, todo cambia”, canta como nadie Mercedes Sosa. Los khasi –una minoría étnica originaria que habita en el estado de Meghalaya, noreste de la India desde antes de las invasiones dravídicas pobladoras del sur en ese mismo país– desconocen quiénes de sus antecesores y cuándo comenzaron a orientar las raíces de los árboles para construir con ellas “puentes vivientes”.
Lejos de aquellas selvas inigualables, recién se supo algo de los que se conocieron entonces también como “los puentes de raíces vivas de Sohra (Cherrapunji)”, cuando era avanzado el siglo XIX. Los exploradores occidentales se asombraron con aquel descubrimiento. En La Sociedad Asiática, un histórico periódico que se publicaba en Calcuta en 1844, se consignó la información. Desde aquellos tiempos, es polo de atracción hasta nuestros días.
“AMOR RECÍPROCO”
Hacia allí, unas tres semanas atrás, partieron en luna de miel el príncipe Raj Raghuvanshi (21) y la princesa Sonam Raghuvanshi (24). Eran marido y mujer porque sus madres –en esa sociedad matrilineal– así lo acordaron. Ambos pertenecían a la misma clase social y casta. Aquel enclave natural que, además, con unos 12.000 milímetros de lluvias anuales es, según Guinness, el lugar más lluvioso de cada año, era perfecto para manifestarse amor recíproco sin interferencias. La actuación crucial de la mehndi, la celebración musical previa, la ceremonia principal, la fiesta posterior quedaron atrás.
Me explican –por Whatsapp, desde Nueva Delhi, tres diplomáticos chimenteros que me pidieron anonimato– que los fastos nupciales se extendieron por cuatro días. Las dos familias en estado de tranquilidad. Espiritual, social y económico. No faltó nada. Se observaron todos los rituales. Homa (la ofrenda al fuego) se concretó. El Panigrahena, los unió como nunca antes. Las siete vueltas al fuego –el Satapadi– hizo celebrar a muchas y muchos, sonreír a las y los más refinados y desear, ilusionarse... soñar, a otros y otras.
Samskara se instaló en la flamante pareja. Luego, silencio. Los días pasaban y... más silencio. Pero irrumpió la angustia. Primero en el que fue el pueblo de ambos, luego en la provincia, la región y, finalmente, en todo el país. “¿Dónde están?” “¿Qué se sabe?”. La falta de novedades fue parte de las informaciones de la agencia de noticias nacional. Se iniciaron las búsquedas. Los supuestos ganaron el espacio público. Las ideas conspiranoides de poderosos y poderosas ingresaron en los circuitos informativos.
Nadie respondía a las incesantes llamadas a los móviles de Raj y Sonam. La policía y los servicios de inteligencia de la India los monitoreaban inútilmente. También el de uno de los hermanos de la princesa. ¡Nada! Pero, cuando nadie lo esperaba, todo cambió. El domingo pasado aquella novia obediente de los acuerdos y mandatos familiares que se mostró alegre, ilusionada, ante los unos y los otros; que fue objeto de los comentarios de sus vecinos e incluso blanco preferente a la vista de aquellas y aquellos que por ser de clases inferiores o de castas poco respetables no debieran haberla mirado, trocaron interrogantes y angustia sociales.
DIMES Y DIRETES
Desde algunos anocheceres en las sacudidas calles de aquel país con 1.400 millones de habitantes, se sabía por trascendidos –que más tarde se confirmaron– que el cadáver de Raj fue encontrado y recuperado de las profundidades de un precipicio con abundante vegetación. Fue el momento de los dimes y diretes. Se conoció el escabroso detalle de que el cuerpo lo encontraron con el cráneo partido con dos golpes duros aplicados con algún objeto contundente y cortante.
¡Horror! Rescatistas e investigadores tuvieron la convicción de que fue asesinado. Así lo dejaron trascender. No murió como un príncipe. Pero las honras fúnebres sí lo fueron para despedir a su alteza real. Sonam, esposa por un breve tiempo –geolocalizada desde el momento en que se comunicó con uno de sus hermanos– supo por quienes la hallaron que era viuda.
Gritó. Se ahogó en llanto. Insistió con el deshilachado argumento de que fueron víctimas de secuestro. Pero no tenía una coartada que generara, por lo menos, una duda. También supo que Rai Kushwaha, un chófer a su servicio, estaba preso en otra celda. Fue apresado en su pueblo natal, Madhya Pradesh. Contrastaron sus respuestas. Eran amantes desde tiempo antes de que Sonam y Raj protagonizaran una boda principesca.
Como en el caso de Carlos y Diana –con Rai– también se constituyeron en multitud. El amante capturado también confesó. Señaló a los tres criminales que asesinaron al príncipe –sus cómplices– a los que convenció para que ejecutaran al joven esposo de la mujer que también amaba.
Los sicarios fueron apresados. Abrumados, admitieron. La exprincesa viuda dejó de ser víctima para ser victimaria. La justicia la acusa de ser quien incitó a su frustrado enamorado de la necesidad de asesinar a Raj. Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
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Este finde, la cita es en el Festival del Chipa Pirayú
Arte, turismo, gastronomía y artesanía se fusionan en el evento emblema de la histórica ciudad.
La edición número 10 del Festival Nacional del Chipa Pirayú arrancó ayer con gran entusiasmo en la histórica ciudad de Pirayú, en el departamento de Paraguarí. La emblemática estación ferroviaria alberga este tradicional evento organizado por la Municipalidad local y por la Asociación Pirayuense de Apoyo Cultural con acceso totalmente libre y gratuito. Para hoy se anuncia un gran espectáculo a partir de las 19:00 con números de música, canto, humor y danza, con la participación de artistas locales, departamentales y nacionales.
Se presentarán en escenario el famoso dúo cómico local Jagua ha Pirãi, la banda El Monchi Papá, la Retrocumbia, Kchorros de la Línea 3, grupo Vy’arã Folk, Elenco Folklórico Jeroky, Ballet Municipal de Limpio, Elenco Municipal de Luque, Orquesta del Ministerio de Defensa Nacional, Ova Huerta, Ballet Bailarte Adultos, Elenco Tajy Poty, Arte & Movimiento Studio Dance, entre muchos otros. La fiesta continuará mañana, domingo, desde las 10:30, con el desarrollo de una amplia programación que irá hasta las 22:00, aproximadamente. Se contará con servicio de asado a la estaca.
PROMOCIÓN CULTURAL
Arte, gastronomía, turismo y artesanía se fusionan en esta celebración que convoca anualmente a cerca de 50.000 personas en tres días de intensas actividades pensadas para toda la familia. “Es un importante espacio de promoción y valoración cultural del país por lo que desde su nacimiento fue declarado de Interés Nacional, Cultural y Turístico por el Congreso Nacional, la Secretaría Nacional de Cultural y la Secretaría Nacional de Turismo”, destaca la intendenta Cynthia Godoy de Egusquiza.
Cuenta a La Nación del Finde que este festival rinde homenaje a las chiperas que antiguamente recibían con sus famosas “Chipa Pirayú” a los pasajeros que llegaban a la estación de la ciudad, a bordo del ferrocarril. Ellas formaban parte del paisaje y la identidad de esta histórica localidad que cumplió un rol clave en la Guerra Grande.
FERIA Y TURISMO
Este evento también será una importante vidriera para la artesanía ya que habrá una exposición de ñanduti, aopo’i y otros productos artesanales hechos en cuero, madera, además de cuadros y pinturas. Habrá igualmente una feria de emprendedores gastronómicos, agrícolas y de otros rubros que aportarán sabor, color y variedad a este encuentro que celebra el arte, la cultura y las tradiciones del Paraguay.
Sin dudas, visitar la ciudad de Pirayú este finde largo es un plan ideal para disfrutar con la familia de uno de los destinos turísticos con más atractivos del noveno departamento. Esta localidad alberga sitios de una riqueza histórica invaluable dignos de ser visitados, así como de lugares rodeados de una ensoñadora naturaleza. Tanto la ciudad como las compañías aledañas cuentan con establecimientos gastronómicos de primer nivel así como de hospedajes y posadas turísticas encantadoras que aseguran el disfrute de una estadía inolvidable.
Tradicional evento que espera reunir a cerca de 50.000 personas propone variadas actividades y la presentación de exponentes de la música, el canto, el humor y la danza de distintos puntos del país.