El Juzgado Penal de Ejecución N° 3 con sede en Luque, a cargo de la jueza María Rosalía González, realizó tres audiencias a través de medios telemáticos. En la oportunidad, se concedió la prisión domiciliaria a tres personas en situación de vulnerabilidad, conforme a la lista remitida por la máxima instancia judicial a los juzgados penales.
Tanto la fiscala de Ejecución Dora Irazábal, como el defensor público Juan Martínez, participaron del proceso, ambos son mayores de 60 años pero no fue impedimento para conectarse desde sus respectivos domicilios. Los internos también participaron desde los institutos penales. De esta manera, se cumple a cabalidad con las recomendaciones hechas por la máxima instancia judicial
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En la primera audiencia realizada, se concedió la prisión domiciliaria a tres internos, uno de ellos recluido en el Penal Regional de Emboscada, el mismo es mayor de 65 años de edad y padece de diversas patologías; los otros dos internos son de la cárcel de Tacumbú, de 72 y 56 años respectivamente.
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Sentencia de 28 años de prisión
El agente fiscal Leonardo Cáceres, de la Unidad Regional de Capitán Bado, representó al Ministerio Público en el juicio oral en el que Elvio Ramón Quiñónez Bogado fue hallado culpable y condenado a 28 años de pena privativa de libertad por la comisión del hecho punible de feminicidio. El hombre tenía prohibición de acercarse a la víctima por una denuncia de violencia familiar.
Según los antecedentes de la causa, Quiñónez mató a su expareja en diciembre de 2020 en el distrito de Capitán Bado. El hombre había llegado a la vivienda de la mujer efectuando varios disparos que impactaron en la víctima que resultó con heridas. Ella ingresó a la casa para refugiarse, luego perdió fuerzas y cayó al suelo, donde falleció.
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Se incautaron 300 armas y reclusos serán trasladados
La fiscala Sandra Díaz anunció que los protagonistas del amotinamiento registrado el miércoles en la penitenciaría de Pedro Juan Caballero (Amambay) serán trasladados a otras cárceles del país, luego de que se reportara la muerte de cuatro reos y la requisa de 300 armas blancas. Los fallecidos fueron sometidos a autopsia en la morgue judicial de Asunción.
“Estuvimos en la intervención del motín de los reclusos de la penitenciaría de Pedro Juan Caballero el día de ayer, que quedó con un saldo de cuatro fallecidos y tres heridos. Los cuerpos ya fueron trasladados hasta la morgue judicial de la ciudad de Asunción para la autopsia correspondiente”, relató a la 1020 AM.
La agente del Ministerio Público confirmó que durante el procedimiento se incautaron 300 armas blancas (puñales, machetillos) y un arma de fuego. Las evidencias están en poder del Departamento de Criminalística de la Policía Nacional. Detalló que tres de los reos recibieron heridas de proyectiles de arma de fuego y uno de arma blanca.
La interviniente confirmó que efectivamente se habría tratado de un enfrentamiento entre reclusos ligados al clan Rotela y al grupo criminal Primer Comando Capital (PCC). Explicó que el amotinamiento habría surgido a raíz de una confusión sobre el juicio oral que se estaba desarrollando en el edificio cuya información no habrían manejado los integrantes de las facciones criminales que posteriormente protagonizaron el enfrentamiento.
Aparentemente los reos de ambas bandas sospechaban que se procedería a algún tipo de traslado hacia otra unidad penitenciaria, por lo que reaccionaron con violencia. “Lo que preliminarmente me informaron es de que hubo en el penal un juicio oral que se prolongó por bastante tiempo y ahí hubo una confusión porque me imagino no tenían conocimiento de qué es lo que se estaba desarrollando en algún lugar del edificio”, manifestó. Díaz adelantó que los involucrados en la pelea interna serán remitidos a otros penales del país.
SEGUIRÁN LAS INVESTIGACIONES
El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, indicó que ya existe un informe preliminar presentado tras el incidente que se generó en la tarde del miércoles en el penal de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, en el cual fallecieron cuatro personas privadas de libertad. Continuarán las investigaciones.
Detalló que el incidente se inició alrededor de las 15:20 entre dos reos, uno que volvía de una audiencia por medios telemáticos, perteneciente al clan Rotela y otro reo que se encontraba en el pasillo del pabellón Milagro, este no pertenece a ninguna de las facciones criminales.
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Cerca de destrabar proceso penal de Abdo y su gavilla
El proceso penal por siete hechos punibles que enfrentan el expresidente de la República Mario Abdo Benítez y su gavilla, por la filtración de información de la Seprelad, debe destrabarse en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Los integrantes de la sala son los ministros Luis María Benítez Riera, Manuel Ramírez Candia y César Diesel.
Los altos magistrados deben resolver la recusación que presentó el abogado Felino Amarilla, defensor del imputado Carlos Arregui, contra los camaristas María Belén Agüero, Jesús Riera y Arnaldo Fleitas.
El ministro Benítez Riera es el preopinante en el presente caso y el mismo ya emitió su voto sobre la recusación contra los camaristas. Ahora, el expediente pasó al gabinete del ministro Diesel, quien deberá votar igualmente, ya sea en el mismo sentido o en disidencia, para luego emitir su voto el ministro Ramírez, sobre el planteamiento dilatorio de la defensa del imputado Arregui.
Una vez que se tengan los votos de los tres altos magistrados, se tendrá la resolución sobre la recusación que pesa sobre el Tribunal de Apelación. En caso de ratificarse la competencia de los camaristas, estos deben decidir sobre la recusación de la jueza Cynthia Lovera. Esta, a su vez, una vez que sea confirmada, deberá estudiar doce chicanas más presentadas por los abogados de los imputados en el presente caso.
Hasta el momento, los abogados defensores de los imputados solo se dedican a presentar incidentes dilatorios, debido a que la imputación fiscal está bien elaborada y sostenida, conforme a los elementos de prueba que se recolectaron durante la etapa investigativa.
Entre las chicanas que se presentaron en el referido expediente judicial, se encuentra el recurso de reposición con apelación en subsidio en contra de la providencia de fecha 14 de marzo de 2024, que admite el acta de imputación. Todos los imputados presentaron este recurso que es al solo efecto de dilatar el caso.
IMPUTACIÓN
En el presente caso, están imputados Mario Abdo Benítez, Carlos Arregui, Arnaldo Giuzzio, René Fernández, Carmen Pereira, Daniel Farías, Guillermo Preda, Francisco Pereira y Mauricio Espínola.
Los supuestos delitos cometidos que se les atribuyen son: revelación de secretos de servicio, revelación de secretos privados por funcionarios o personas con obligación especial, inducción a un subordinado a un hecho punible, denuncia falsa, simulación de un hecho punible, usurpación de funciones públicas y asociación criminal.
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Algunos medios de comunicación aún no logran digerir sus derrotas
No debe haber nada más tóxico que el periodismo que supura sus heridas por las llagas de los fracasos electorales. Y, para peor, que sus operadores no asuman sus líneas partidarias (porque hasta se involucraron abiertamente en las internas de la Asociación Nacional Republicana), con la actitud de los pusilánimes que tiran la piedra y esconden la mano, pretendiendo presentarse ante la sociedad con la hipócrita vestimenta del tratamiento imparcial de los hechos y la ecuanimidad en la publicación de las noticias. Todo lo que tocan contaminan con la manipulación aviesa y torpe de los acontecimientos. Ahí donde ponen la mano dejan el rastro de la deliberada distorsión de los sucesos. La ética de la responsabilidad para con el público la han tirado al tacho de los deshechos. Sus intereses son exclusivamente comerciales. Y sus fracasos políticos, la razón de sus enconos. No existe lealtad con la verdad. Ni compromiso con la nación. Recortan el horizonte de la patria a la miopía de los fanáticos impenitentes y la rabia indisimulada de los derrotados que no logran o no quieren vislumbrar los eventos más allá de la estrechez de sus sesgadas visiones.
Como si fuéramos una sociedad de cretinos que no sabe diferenciar la realidad de la falacia infame. Esta actitud miserable excreta todo su resentimiento, frustración y agresividad y vomita su impotencia contra todos quienes considera sus enemigos, expresión de rabia patológica, sin percatarse de que en su obnubilada ira dispara contra su propia credibilidad. La sociedad que aprendió a discernir entre lo que es y lo que se pretende que sea les ha retirado a estos medios toda confianza. Esa es la razón principal de que la hegemonía de ayer se haya reducido hoy drásticamente en tiradas y en audiencia. Dejaron de ser los “dueños de la verdad” cuando la ciudadanía descubrió que en primer lugar están sus negocios o negociados y, en el último, la salud económica, social y cultural de la población.
Estamos hablando de los mismos medios de comunicación y sus periodistas que durante los cinco años del desgobierno de Mario Abdo Benítez no abrían la boca ni emitían sonido crítico alguno, aunque sea refunfuñando, por generosos contratos del Estado con los propietarios y los millones de guaraníes desembolsados desde el fisco y las hidroeléctricas binacionales que financiaban hasta periódicos digitales de los “amigos” del mismo corral, para no utilizar la otra conocida frase. Se cumplía así la popular expresión: “Nadie muerde la mano del que le da de comer”. Por ello se explican los ánimos alterados de algunos y algunas (periodistas) cuando les fueron retirados, por la administración de Santiago Peña, sus espurios privilegios y canonjías que anteriormente servían para repudiables entrevistas en las que el invitado nunca era incomodado por preguntas indiscretas.
De ahí hay que extraer la furia de los presupuestívoros que ganaron mucho dinero por no hacer cuestionamientos comprometedores y que hoy sienten la lengua reseca por falta de la vital mamadera pública. Y más grotesco todavía cuando, apelando a una histérica vocinglería, se esfuerzan por mostrarse como los propietarios de la moral y la honestidad intelectual, cuando sabemos que es totalmente del revés. Mientras más se desgañitan, intentando disfrazar sus felonías de “interés público” y “defensa de la patria”, más se hunden en la vorágine de la impostura y la infamia. El futuro les depara un destino como el que vivieron: sus humos de vedettes se disiparán en el más absoluto anonimato y ostracismo. Porque efímera es la fama de los impostores y de nuevos Efialtes de un pueblo que solo quiere bienestar y paz social.
El periodismo militante de la patraña y la distorsión consciente de los hechos, que los presentan como ellos quieren y no como realmente son, va desgastándose irremediablemente en su seriedad y prestigio, hasta convertirse en cenizas o esporádicos rescoldos que recordarán aquellos buenos tiempos, después de renegar de la dictadura que sostuvieron por varios años, que fueron dilapidados por la barbarie de la mendacidad y la mediocridad lacerante de quienes se enceguecieron con las veleidosas luces de neón. Hoy, por ejemplo, se obstinan en seguir dando pábulos a la movilización de los universitarios para obstaculizar cualquier negociación con el Gobierno. La ruin consigna es mantener encendida la llama del conflicto, porque, evidentemente, continúa ardiendo en sus espíritus innobles el fuego de la derrota. Les cuesta asimilar que, a pesar de los poderosos medios y recursos de los cuales disponen (imperio construido durante la dictadura de Alfredo Stroessner), ya no son “dueños de la verdad” ni pueden manipular a voluntad la conciencia ciudadana. No pueden digerir que sus montadas campañas de desprestigio fueran sepultadas con miles de votos de aquellos que entendieron que los intereses sectarios de estos medios no representan los intereses del pueblo.