La herencia de Juan Manuel Brunetti fue una infraestructura escolar indigna donde niños, niñas y adolescentes fueron expuestos a condiciones extremas para poder desarrollar el programa educativo en el 2022, porque durante su gestión al frente del Ministerio de Educación solamente ejecutó el 28% del presupuesto para construcciones y reparaciones edilicias, provocando la pérdida de G. 82.143 millones para infraestructura escolar. Muy por el contrario, cuando se trata de su progreso, en cuatro meses se adjudicó 3.300 hectáreas de un inmueble del Indert en el Chaco donde desarrolló su negocio ganadero.

  • Unidad de Investigación Nación Media

Juna Manuel Brune­tti, actual precandi­dato a la Vicepresi­dencia de la República por el oficialismo de la Asociación Nacional Republicana – Par­tido Colorado, se benefició en tiempo récord con 3.300 hectáreas de tierras del Ins­tituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) entre marzo y julio del 2018, y que están ubicadas en la zona de la colonia Pozo 40, en el distrito de Mariscal Esti­garribia, departamento de Boquerón. Esta velocidad y eficiencia de gestión estuvo ausente en la implementa­ción de mejoras al sistema educativo cuando estuvo como ministro de Educación, de marzo del 2021 a marzo del 2022, pues solamente ejecutó el 28% de los rubros de cons­trucciones, mantenimientos y reparaciones edilicias.

El valor del inmueble adju­dicado por parte del Indert, según documentos oficia­les, fue de G. 1.732 millones, ya que el costo por hectárea para dicho sector de la Región Occidental se estableció en G. 525.000 por hectárea. Aun­que, ya para estas alturas, el valor del inmueble ronda los G. 2.200 millones, según la declaración jurada de bie­nes y rentas que Brunetti presentó ante la Contralo­ría General de la República (CGR) en marzo pasado, terreno que es usufruc­tuado para la crianza de 1.177 animales, valorados en G. 2.494 millones.

Durante el 2018, el Indert en cuatro meses ya finiquitó el proceso de compra de tierras en favor del actual precandidato a la Vicepresidencia, pues para el 31 de julio del 2018 ya se tituló.

Un detalle no menor en esta meteórica transacción que se adjudicó Brunetti es que en el 2015 una mujer ya había ini­ciado los trámites de adqui­sición de las mismas tierras, pero el 27 de marzo del 2018 la mujer remitió una nota al entonces presidente del Indert a fin de renunciar a su solicitud de compra de inmueble por la “excesiva demora en el proceso de for­malización del título”.

DEFICIENTE GESTIÓN

La gestión de Juan Manuel Brunetti al frente del Minis­terio de Educación y Ciencias (MEC) no solamente legó una infraestructura escolar en pésimas condiciones, sino que es aún peor, hubo recor­tes importantes del presu­puesto para los rubros de construcciones y manteni­mientos por la baja ejecución presupuestaria. Hablamos de G. 82.143 millones que se dejó de asignar a la cartera.

Informes del Ministerio de Hacienda destacan que para el Ejercicio Fiscal 2021, al Ministerio de Educación se destinó G. 175.856 millones para construcción de obras, reparaciones y mantenimien­tos edilicios. Como ya se men­cionó en anteriores publica­ciones, el actual precandidato a la Vicepresidencia sola­mente ejecutó el 28% de los recursos asignados.

Está pésima gestión de inver­sión en infraestructura pro­vocó que estos recursos, que ya eran escasos, terminen reduciéndose aún más para el PGN 2022, pues según lo consignado en el presupuesto vigente se destinó G. 93.713 millones para los mismos rubros. En global, estamos hablando de G. 82.143 millo­nes menos, lo que en prome­dio representan 820 salones de clases nuevos.

La historia de la baja ejecu­ción presupuestaria de Bru­netti es conocida porque niños, niñas y adolescentes tuvieron que volver en el 2022 a la presencialidad, pero con aulas que no estaban en con­diciones para albergar a los estudiantes.

Juan Manuel Brunetti fue el ministro de Educación que menos invirtió en construcción, mantenimiento y reparaciones edilicias. Apenas ejecutó el 28% de su presupuesto para estos rubros.

SIN SUSTENTO

El 16 de febrero de este año, el entonces ministro de Educa­ción había declarado a la 650 AM “tenemos 6800 escuelas oficiales en el Paraguay. Hay necesidad de reparaciones y ampliación. Si sumamos todo lo requerido, los fondos no son suficientes”.

Pero este pretexto de la des­idia hacia las necesidades estructurales no se ajusta al real compromiso porque, aunque los fondos no sean suficientes, la administra­ción del MEC durante el ejer­cicio fiscal 2021 dejó de ejecu­tar G. 126.774 millones que estaban destinados para nue­vas edificaciones, ampliacio­nes y también reparaciones.

Y como si fuera poco, esta bajísima ejecución pre­supuestaria del Minis­terio de Educación con Brunetti derivó que en el PGN 2022 haya recorte de G. 82.143 millones para mejoras edilicias.

EL QUE MENOS INVIRTIÓ

Los detalles comparativos entre el presupuesto vigente y la ejecución presupuesta­ria que realiza el Ministe­rio de Hacienda dan cuenta también que el actual candi­dato del oficialismo a la Vice­presidencia fue el de menor ejecución presupuestaria en cuanto a rubros de la cons­trucción y mantenimiento.

Brunetti solamente destinó G. 49.081 millones para estos rubros, para luego excusarse ante la nación que los “fon­dos no son suficientes”. Sin embargo, esto también fue una constante del gobierno de Abdo, como lo demuestran los números estadísticos.

En el ejercicio fiscal 2018 para ambos rubros (cons­trucción y mantenimiento) la cartera educativa tenía presupuestado G. 357.518 millones y ejecutó G.151.274 millones, la más importante de los últimos años. En este período hasta el 15 de agosto, el ministro de Educación fue Raúl Aguilera Méndez; y de agosto a diciembre asumió Eduardo Petta San Martín.

El PGN 2019 destinó G. 290.920 millones y se invirtió G. 122.274 millo­nes (42%); y aunque para el 2020 volvió a incrementar los rubros destinados para edificación y refacciones a G. 306.926 millones, la uti­lización fue de G. 109.754 millones, lo que representó un 36% de ejecución.

Por último, y a modo compa­rativo, para el año pasado el presupuesto bajó a G. 175.856, y este año fue de G. 93.713 millones. Todo como conse­cuencia de la baja ejecución presupuestaria, que dejó como herencia una infraes­tructura escolar que hace aguas por todos lados.

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