Luego de que Emilio Fúster, coordinador de la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando, haya pasado la pelota a las municipalidades respecto a la venta de combustible de contrabando en zona fronteriza, inició un desesperado operativo de confiscación en Nanawa, en el que apenas lograron decomisar 120 litros y algunos bidones.

En zonas como Falcón, Nanawa y Remansito hay un verdadero des­control de venta de combusti­ble de contrabando. Las rutas están minadas de puestos, a los que llegan un sin fin de vehícu­los de gama alta y baja, motoci­cletas que se acercan y llenan sus tanques.

Los vendedores operan libre­mente y prometen tener stock de combustible como para lle­nar un camión con un tanque de 800 litros, y todo esto a plena luz del día mientras las institu­ciones que deberían controlar y evitar el contrabando hacen caso omiso a esta actividad.

Emilio Fúster, ministro-coordinador de la UIC.

Este estallido de contrabando de combustible y el cuestio­namiento al pase de pelotas entre instituciones, ocasionó que Emilio Fúster, ministro coordinador de la Unidad Inte­rinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando (UIC), inicie un apresurado operativo de incautación de combustible de contrabando en la zona de Nanawa.

En el mega operativo de Fús­ter pudo decomisar apenas 120 litros de combustible y algunos bidones, algo bastante pobre teniendo en cuenta que un solo vendedor promete conseguir hasta 800 litros de gasoil.

En un primer momento, el ministro Fúster señaló que la venta de combustible en las rutas “no era técnicamente un contrabando sino una infrac­ción aduanera”, sin embargo, en la jornada de ayer ya había empezado a decomisar bidones de combustible que se vendían de forma irregular en Nanawa.

Este operativo de la UIC se enmarca dentro de un intento de resucitar el famoso Opera­tivo Barrera, un trabajo inte­rinstitucional entre la Direc­ción Nacional de Aduana (DNA) la Policía Nacional, la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Armada Paraguaya que prometía hacer controles por tierra, por agua, además de un gran despliegue de cámaras y drones que harían controles en zonas fronterizas.

Emilio Fúster y su desesperado operativo de incautación.

Sin embargo, a pesar de estos “esfuerzos”, somos testigos del auge del comercio de com­bustible de contrabando. De acuerdo a la declaración de los mismos vendedores, los com­bustibles de origen argentino son traídos en botes, y logran ingresar al país mediante “pagos y estrategias”.

“El gasoil te va a salir a G. 5.000 y la nafta a G. 6.000 el litro, hasta ahí te puedo hacer por­que nosotros gastamos mucho para hacer pasar, tenemos que pagar fletero, el bote, y ahí se gasta más, G. 4.500 por ahí me sale, G. 500 lo que va a ser mi ganancia”, es lo que señaló uno de los vendedores cuando el equipo de investigación le consultó si podría haber un descuento para una compra de 800 litros de combustible.

El precio del gasoil en zona fronteriza está a G. 5.000, mientras que la nafta súper de 97 octanos cuesta entre G. 5.500 y 6.000. La nafta es uno de los productos más deman­dados, cerca del mediodía los vendedores deben renovar su stock dado que los clientes no paran de llegar a los puestos.


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