Maryam Kouchaki

Las personas se quieren sentir auténticas en el trabajo. Si un empleado o aspirante se preocupa acerca del medio ambiente, el acceso a la educación o de ser un padre afectuoso, por ejemplo, no querrá que sus responsabilidades profesionales interfieran con estos valores o lo obliguen a ponerlos en riesgo. Él quiere sentir que puede expresar plenamente su ser en el trabajo, sin ser juzgado negativamente o perder oportunidades para desarrollarse y avanzar; esa es la idea de permitirle a las personas traer la “plenitud de su ser” al trabajo.

Alinear los valores de su compañía con los de sus empleados también es importante por una razón específica: ayuda a prevenir fallas en la ética. Mi reciente investigación con Mahdi Ebrahimi y Vanessa Patrick sugiere que permitirles a las personas que traigan su plena identidad al trabajo les otorga un mayor sentido de autenticidad que lleva a comportamiento más ético, reduciendo riesgos empresariales.

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He aquí varias formas prácticas de promover la integración de identidad -la habilidad de contar con todo nuestro ser- para su gente:

1. Deles algo de control:

Permitir que los empleados construyan elementos clave de sus responsabilidades es un gran avance para impulsar su sentido de autenticidad. Dicha “construcción laboral” puede extenderse a tareas, relaciones e interacciones (como mentorías y reuniones), e incluso a la forma en que los empleados piensen acerca de sus roles.

2. Explique -y viva- su misión y valores:

Dejar en claro la misión y valores de su organización ayuda a que los empleados se conecten mejor con ellos, y debería ir mucho más allá de ponerlos en la pared o hablar de ellos en el reporte anual. Vivir en base a los valores declarados significa compartir historias de estos en acción, reconocer a las personas que los ejemplifican y trabajar con proveedores y otros socios que los compartan. Los empleados notan cuando las prácticas empresariales van en contra de la misión o valores de la organización, así que esté alerta respecto a formas obvias o sutiles (como el valorar el “respeto”, pero permitir interacciones negativas entre supervisores y empleados) en las que esto pudiera estar sucediendo.

3. Promueva transparencia acerca de los procesos y políticas:

El cómo se hacen las cosas debería estar claro para todos en la organización, ya sea en cuanto a contrataciones, ascensos, cadena de suministro u otras áreas. Afirmar una política de transparencia, con acciones para respaldarla, es una parte clave de la autenticidad que los empleados valoran y necesitan.

4. No la fuerce:

Tenga cuidado con hacer que todo se trate de satisfacer necesidades de autenticidad. No todos podrían sentirse convencidos respecto a la integración de identidad, especialmente empleados de generaciones de mayor edad. Busque promover la misión y valores, por ejemplo, pero no obligue a las personas a compartir su plena identidad en todas las interacciones. Hay un límite para el valor de los frecuentes ejercicios de construcción de equipos, por ejemplo. Reconozca que existirá heterogeneidad entre las necesidades de los empleados, y trabaje para entenderlas y atenderlas lo mejor que pueda, persona por persona.

Entender el valor de la autenticidad en el lugar de trabajo y dar pasos activos para promoverla puede reducir el riesgo de comportamientos poco éticos en su negocio. Satisfacer las necesidades de identidad integral de sus empleados ayudará a responder a la necesidad de su organización en cuanto a una ética sólida en todos los frentes.

(Maryam Kouchaki es profesora asistente de administración y organizaciones en la Kellogg School of Management, Northwestern University).

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