Rebecca Knight

El hogar es un santuario para resguardarse del estrés laboral, ¿cierto? No siempre.

Lidiar con el estrés es un hecho de la vida laboral, y cuando usted es la mitad de una pareja de carrera doble, tiene que manejar tanto su propio estrés como el de su ser querido. Eso no es necesariamente algo malo, de acuerdo con Jennifer Petriglieri, profesora asistente de comportamiento organizacional en el INSEAD.

“Dos carreras pueden significar el doble de estrés, pero también pueden implicar el doble de empatía y entendimiento,” explica. Más aun, añade, ayudar a su pareja a enfrentar el estrés le ayudará a usted a lidiar mejor con este.

La clave, dice John Coleman, coautor de “Passion & Purpose,” es alejarse de la noción de que “son dos individuos manejando el estrés” y moverse hacia la idea de que “son socios manejándolo en conjunto”.

He aquí algunos consejos de cómo llegar ahí:

Cuando la pareja llega a casa del trabajo y comienza a contar su más reciente irritación en la oficina, muchos de nosotros tendemos a sólo “medio escucharla” dice Petriglieri. Ello probablemente la dejará incluso más frustrada. En lugar de esto, ella sugiere “dedicarle a su pareja su absoluta atención.” Escuche y “realmente enfóquese en lo que su pareja dice.” No interrumpa.

Es crítico “mostrar involucramiento en lo que su pareja dice”, señala Coleman. “No solo la mire fijamente”. En lugar de ello, “diga cosas que la apoyen y use un lenguaje de respaldo”. Enfatice y muestre empatía, pero no compare su estrés con el de su pareja. “Cuando su pareja comience a quejarse, no responda ¡Oh, tú crees que tu día fue malo, escucha con lo que yo tuve que lidiar! Eso no ayuda”.

“El beneficio de tener una pareja es que esta lo conoce tan bien como usted a sí mismo” –quizá incluso un poco mejor, dice Coleman. “Por ello, si siente que su pareja no está interpretando bien una situación laboral o avanza en la dirección equivocada, usted debe decir algo”. Él sugiere “hacer buenas preguntas, que amplíen” la perspectiva de su ser querido. Ofrezca consejo– pero sea gentil al respecto, dice Petriglieri.

También es importante estar consciente del tipo de estrés que está experimentando su pareja, de acuerdo con Petriglieri. Hay dos clases de estrés laboral. “Está el estrés esporádico, que es resultado de una mala reunión o el proyecto para un cliente que salió mal” y hay “estrés crónico, que burbujea bajo la superficie” durante un periodo prolongado. El estrés crónico, ella explica, es una señal de que su pareja podría “estar en el lugar equivocado”.

“No puede ser el único depósito del estrés de su pareja”, dice Coleman. “Típicamente la pareja es en la que más dependemos. Sin embargo, depender demasiado entre sí puede amargar una relación”. Por eso necesita “ayudar a que su pareja tenga vida fuera de la casa y el trabajo”, señala.

Finalmente, necesita cultivar “su hogar como un santuario”, dice Coleman. “Necesita haber momentos del día en los que ambos alejen sus teléfonos móviles; necesitan definir en qué momento un dispositivo del trabajo puede usarse en casa”.

(Rebecca Knight es una periodista independiente en Boston y académica en la Wesleyan University).