Mary Abbajay

A pesar de los 15.000 millones de dólares que las compañías pasan cada año en desarrollo directivo y de liderazgo, los malos jefes son comunes en las fuerzas de trabajo estadounidenses. Un estudio de Life Meets Work encontró que el 56% de los trabajadores norteamericanos consideran que su jefe es mediana o altamente tóxico. Un estudio de la American Psychological Association encontró que el 75% dicen que “el jefe es la parte más estresante de su jornada laboral”.

De hecho, un mal jefe trae consigo muchos riesgos. Un estudio de 3.122 empleados varones en Suecia encontró que aquellos que trabajan para jefes tóxicos tenían 60% más de probabilidades de sufrir un ataque cardiaco u otra condición cardiaca que ponga en peligro su vida.

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Otros estudios en los lugares de trabajo estadounidenses muestran que las personas con jefes tóxicos son más susceptibles al estrés crónico, la depresión y la ansiedad, todos los cuales elevan el riesgo de un sistema inmune debilitado, gripas, ataques e incluso infartos. Algunos estudios muestran que pudiera tomar hasta 22 meses recuperarse física y emocionalmente de un jefe tóxico.

Si renunciar no es una opción inmediata, hay algunas cosas prácticas que puede hacer para mitigar el potencial daño de trabajar para un jefe tóxico. He aquí algunos enfoques generales que pueden ayudarlo a manejar la situación:

1. Olvídese de dar retroalimentación

Lo más probable es que un jefe difícil podría no estará abierto a escuchar retroalimentación acerca de sus errores. Por ende, trate de hacer solicitudes específicas para obtener lo que necesita. Sea específico acerca de los recursos y respaldo que usted necesita para hacer su trabajo, explique su argumento y articule cómo esto beneficiará a la organización.

2. Involúcrese con su red de apoyo

Una sólida red de apoyo es crítica al lidiar con una situación emocionalmente desafiante. Rodéese de amigos y personas que lo apoyen y alienten.

3. Ejercítese y duerma bien

Cuidar su bienestar físico y mental es esencial. Encuentre actividades fuera del trabajo que le den alegría y satisfacción. Considere prácticas de plenitud de conciencia y relajación, como el yoga y la meditación.

4. Explore otras oportunidades dentro de su organización

Podría haber formas de escapar a su jefe tóxico sin tener que irse de la compañía. Busque otros puestos en la empresa que le interesen, reúnase con colegas de otros departamentos y plantee el argumento en favor de su transición.

5. Considere consultar con Recursos Humanos

Antes de acercarse, investigue la reputación de su departamento de RH en cuanto a respaldar las quejas de los empleados. Si decide recurrir a ellos, explique claramente qué problemas está teniendo con su jefe y lo que ha hecho para tratar de rectificar la situación.

Por supuesto, esté preparado para aceptar que la renuncia podría ser la mejor solución. Hay algunas señales inequívocas de que es tiempo de moverse al siguiente trabajo. Si todos los días tiene temor a ir al trabajo, si se siente física o mentalmente inseguro en la oficina y si pasa más tiempo pensando en su jefe que en su trabajo, podría ser tiempo de irse.

Si el estrés del trabajo se transmite al resto de su vida y su autoestima se ha desplomado, debe darse a sí mismo el permiso de tomar un cambio en su carrera. Recuerde, está bien renunciar. Su futuro personal y profesional podría depender de ello.

(Mary Abbajay es presidenta y cofundadora de Careerstone Group).

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