RHODA MEEK

Vivo con desorden bipolar, y no soy la única. Aproximadamente, 1 de cada 4 de nosotros quedará afectado por mala salud mental en el transcurso de nuestra vida. Esto significa que muchos tendremos que aprender a lidiar con problemas de salud mental en el contexto del trabajo. Sin embargo, casi ninguno nos sentimos libres para discutir estos temas en la oficina, o para buscar apoyo de nuestros empleadores o colegas.

Estadísticas de la Mental Health Foundation, una organización de caridad basada en el Reino Unido y que estudia la salud mental, muestran que cerca del 15% de las personas experimentan problemas de salud mental en los lugares de trabajo. Además, las mujeres que trabajan a tiempo completo tienen casi el doble de posibilidades que los hombres de tener un problema común de salud mental.

Como parte de la gran población trabajadora afectada por temas de salud mental, tengo suerte de trabajar para Olark, una empresa increíblemente comprensiva, hospitalaria y humana. Mis compañeros de equipo me apoyan plenamente. Cuando necesito tiempo y espacio extra para enfocarme en mis necesidades de salud mental, puedo tomarlo, sin consecuencias negativas o preguntas a contestar.

Tristemente, muy pocas personas son tan afortunadas como yo. Incluso cuando logran encontrar empleo, los trabajadores con problemas de salud mental seguramente enfrentarán desafíos constantes, por ejemplo, el que se les nieguen oportunidades de entrenamiento y ascenso.

MALAS PARA EMPLEADOS Y EMPLEADORES

Estas tendencias no son únicamente malas para los empleados con problemas de salud mental; también son negativas para los empleadores. Un reporte de la Organización Mundial de la Salud estimó que para el 2020 la depresión podría ser la segunda mayor causa de incapacidad, sobrepasada solo por ciertos tipos de padecimientos cardiacos. Las evidencias de la Mental Health Foundation sugieren que un mejor apoyo mental en los lugares de trabajo podría ahorrarle a las empresas del Reino Unido hasta 8 mil millones de libras esterlinas al año.

Tomé una decisión consciente de no esconder mi trastorno bipolar. Junto con mi compañera de equipo Madalyn Parker, he trabajado para normalizar los temas de salud mental aquí en Olark. Soy así de abierta porque tengo experiencia de primera mano con líderes que no brindan un espacio seguro para hablar acerca de la salud mental, y esa no es la clase de líder que quiero ser.

POR QUÉ DUDAR DE COMPARTIR ESTA CONDICIÓN

Aun así, muchas personas dudan de compartir con el equipo detalles respecto a su condición mental. ¿Por qué? La respuesta está enraizada en miedo: miedo de ser percibidos como el eslabón más débil, miedo a ser juzgados, miedo a decepcionar a los demás.

Como líder, quiero que mi equipo sienta que pueden ir conmigo y hablarme acerca cualquier cosa que afecte o pueda afectarlos a ellos o a su trabajo. Necesito que sepan que es un espacio seguro y lo que revelen no afectará mi percepción respecto a ellos.

Todos somos humanos, y entre más podamos abrazar ese hecho y ser honestos acerca de nuestras subidas y bajadas, más alentaremos el respeto y la confianza en los lugares de trabajo.

(Rhoda Meek es la directora de servicio al cliente en Olark Live Chat).

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