Monique Valcour
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A pesar de nuestra mejor intención, las conversaciones frecuentemente pueden llegar a territorio difícil, produciendo frustración, resentimiento y tiempo perdido.
Muchos líderes obstinados creen que si "ganan" una discusión –a través de la lógica, la fuerza o la resistencia– eso significa que sus contrapartes han aceptado el argumento y procederán a actuar. Sin embargo, esta raramente es una forma exitosa de encabezar un cambio real.
Abajo hay ocho estrategias que puede usar para reencauzar las conversaciones y moverlas hacia adelante:
– PASE DE OPOSICIÓN A ASOCIACIÓN: En medio de una conversación complicada, es fácil ver a su contraparte como un oponente. Trate de reposicionarse– tanto mental como físicamente– para estar lado a lado con la otra persona, de forma que estén enfocados en el mismo problema.
– REENCUADRE SU PROPÓSITO, DE CONVENCER A APRENDER: Cuando su propósito es hacer que la otra persona vea las cosas a su manera, probablemente ella se resistirá, bloqueando la conversación. Moverse conscientemente a un modo de aprendizaje puede ayudarlo a ganar la perspectiva que necesita para ser creativo, colaborar y mover la conversación hacia adelante.
– VERBALICE SU INTENCIÓN: la transparencia ayuda a facilitar conversaciones productivas. Comparta con su contraparte cuál es su propósito y lo que espera lograr en la conversación. Sea explícito, no solo acerca del tema y resultado deseado, sino también sobre el proceso.
– EVITE LAS SUPOSICIONES: Las suposiciones que hace sobre la intención de otra persona usualmente revelan más sobre usted que sobre lo que está sucediendo en la mente de la contraparte. Hacer suposiciones también limita su efectividad, porque evita que entienda plenamente la situación y reduce el rango de soluciones que podría considerar.
– SEA CURIOSO SOBRE LA PERSPECTIVA DEL OTRO: Para entender la perspectiva de su contraparte, apague la defensa y encienda la curiosidad. Haga preguntas abiertas en lugar de preguntas dirigidas. Agradézcale por sus respuestas sin rebatir lo que ella le dice.
– RECONOZCA SU PARTE: Es muy fácil identificar lo que la otra persona ha hecho mal. Reconocer su parte demuestra cómo tomar responsabilidad y alienta a los demás a hacer lo mismo.
– APRENDA SUS A-BCDs: Prevenga torpedear las conversaciones al evitar la culpa, el desprecio, el ponerse a la defensiva y el cerrarse. Si usted nota que está actuando de esta forma, reenfóquese en lo que trata de conseguir. Discuta los cuatro comportamientos con su equipo, y acuerde que se responsabilizarán entre ustedes para evitarlos.
– BUSQUE APORTES: Los humanos tendemos a rechazar información que amenace nuestra identidad; como resultado, no aprendemos de la retroalimentación. En lugar de excavar lo que sucedió en el pasado, dígale a la persona lo que usted espera aprender o alcanzar, y pídale sugerencias.
Practicar cualquiera de estas técnicas incrementará su habilidad para tener conversaciones productivas incluso sobre los temas más difíciles o conflictivos. La meta es eventualmente incorporar las ocho en su repertorio, incrementando su agilidad conversacional y mejorando su habilidad para influir en los colegas.
(Monique Valcour es instructora ejecutiva, conferencista y profesora de administración).