En esta entrevista con La Nación/Nación Media, la viceministra de Educación Básica, María Gloria Pereira, reflexiona a propósito del Día Internacional de la Lengua Materna sobre la alfabetización de la población escolar en su primera lengua en el marco de una educación bilingüe y un contexto multicultural.

El Día Internacional de la Lengua Materna, que se recordó el pasado 21 de febrero, fue establecido por la Organiza­ción de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) con el fin de resaltar el papel de las lenguas en la promoción de la inclusión y la consecución de los Objetivos de Desarro­llo Sostenible.

En este 2024 el lema fue “Educación multilingüe: un pilar del aprendizaje interge­neracional”, destacando la educación plurilingüe como herramienta para la educa­ción inclusiva y la preserva­ción de las lenguas indíge­nas.

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Pereira sostiene que entre los principales logros alcan­zados en estos años de edu­cación bilingüe cabe resaltar que pocos dudan de la impor­tancia del guaraní, una len­gua viva y con muchos hablantes que puede apor­tar un enorme potencial a la industria cultural del país.

–¿Cómo se encuentra actualmente el Paraguay en materia de alfabetiza­ción en lengua materna y en educación bilingüe?

–Iniciamos la reforma edu­cativa con mucho entu­siasmo e incluso el diseño curricular fue preparado para una propuesta consi­derando la lengua materna del estudiante. Pero luego con el paso de los años, un poco por la falta de previ­sión presupuestaria por­que una educación bilingüe requiere inversión, se fue debilitando el proceso. Sin embargo, desde los inicios de la reforma hasta ahora se generó muchísima concien­cia a favor de la importancia de la enseñanza de la lengua materna del niño. Hoy en día eso ya nadie discute y noso­tros estamos con la tesitura de que todo lo que hagamos para promover la lectoes­critura y la alfabetización, tiene que basarse en la len­gua materna del niño.

PRINCIPIO BÁSICO

–¿Cuáles son los princi­pales avances y materias pendientes que pueden destacarse en este pro­ceso?

–Entre los principales avan­ces acabo de mencionar uno. Hoy en día ya nadie discute en general la importancia de la lengua materna desde los postulados de la Unesco, que establecieron que la ense­ñanza de la lengua materna no se puede discutir por­que es un principio básico para el aprendizaje del estu­diante hasta hoy. Nosotros en el Ministerio de Educación hemos también instalado el uso del guaraní. Hemos colaborado muchísimo para el rescate social de la len­gua porque durante mucho tiempo hemos tenido una imagen del guaraní exclusi­vamente asociada a la rurali­dad, a la pobreza, al contexto coloquial y familiar. Entonces, desde el Ministerio de Educación hemos impulsado el uso del guaraní para las áreas académicas. Tenemos materiales en lengua gua­raní, que es la lengua que tratamos de promover para que pueda ser utilizada en todos los contextos. Y tene­mos materiales para el uso del guaraní para las áreas académicas. Esto lo fuimos construyendo con mucho esfuerzo y de a poco insta­lando esta situación. Hoy en día también la provisión de los materiales educativos del Ministerio contempla eso.

PERCEPCIÓN SOCIAL

–¿Cuáles son las principa­les diferencias que se pre­sentan a la hora de abor­dar la alfabetización en español y en guaraní?

–Como lengua no hay dife­rencia porque todas las len­guas tienen la misma validez, tienen su propia estructura, su sistema fonético, su sis­tema gramatical. Los pro­blemas que surgen con res­pecto a las lenguas tienen que ver con la percepción de las personas acerca de su uso. Las lenguas tienen más precisión, otras menos. Por razones históricas, por pro­blemas de carácter más bien social, nosotros con el gua­raní el único problema que tuvimos en los inicios y que todavía persiste en algunas personas es que no le consi­deran una lengua útil para la promoción social de las per­sonas. Porque lo comparan con el inglés, por ejemplo. Entonces ahí es que noso­tros analizamos y volve­mos hacia los fundamentos y decimos “¿tiene tanto o más valor que cualquier otra len­gua materna en el mundo?”. Porque si nosotros no senta­mos las bases de los apren­dizajes en la lengua materna del niño, ninguna otra lengua después puede construir el pensamiento que no se cons­truyó en sus inicios con la lengua materna. El esfuerzo se retarda, los procesos son más lentos. Hay adultos que dudan en hablar hoy en día porque no están seguros de hablar porque no es su len­gua materna. Cuando la len­gua materna es la guaraní y de repente se les va a dar la posibilidad de comunicarse en esa lengua, inmediata­mente se sueltan y tienen mucho más fluidez en sus ideas.

–¿Cómo tiene en cuenta la educación bilingüe las otras lenguas maternas que existen en el país?

–En realidad nosotros en el currículum hablamos de la lengua materna gua­raní como lengua obliga­toria constitucionalmente instalada por el Estado. Las comunidades indígenas tie­nen la posibilidad de utili­zar sus lenguas como len­gua materna y sobre ella la lengua que elijan, que sería guaraní o castellano. No tenemos una normativa acerca del funcionamiento de las comunidades con otras lenguas maternas si las hubiera. Generalmente, en los grupos de migrantes los adultos mayores son los que han tenido su len­gua original como lengua materna, pero sus hijos hoy en día están utilizando la lengua, pero ya no la tie­nen como la lengua materna exclusiva como la tenían sus padres. Hablo de la comuni­dad de colonos japoneses, de los rusos, de los alema­nes, etc., en donde en comu­nidades pequeñas siguen hablando su lengua, pero no necesariamente ya es una lengua materna y la com­parten hablando al mismo tiempo con el castellano o con el guaraní según el con­texto.

SALVATAJE

–¿Cuáles son los criterios con los que se evalúa la salud de la lengua materna y cómo estamos en ese sen­tido en el Paraguay, espe­cialmente respecto a las lenguas indígenas?

–Desde la experiencia con los pueblos indígenas nota­mos una acelerada pérdida de la lengua materna en favor de otras lenguas, pero hay también un vivo interés de varios de los pueblos de recuperar y mantener su len­gua materna, pensar en una campaña como para poder utilizar en el sistema edu­cativo sus lenguas mater­nas porque notan que eso puede ser un medio de sal­vataje para su propia lengua materna. También la Secre­taría de Políticas Lingüísti­cas hizo un trabajo de recu­peración con varias de esas lenguas, pero no sé hasta qué punto los hablantes de algunas de ellas están en condiciones de transmitir a las generaciones que tienen ahora de jóvenes y de niños toda la sabiduría de sus len­guas. Sé que hace unos años, por ejemplo, la lengua sana­paná perdió sus hablantes originarios y quedan como vestigios nada más.

–¿Alguna reflexión final que quiera realizar?

–Creo que tenemos que seguir luchando bastante para que algunos grupos sociales puedan desmon­tar los prejuicios que tienen con respecto a la lengua gua­raní. No solamente hay que ver la visión utilitaria, sino verla como una herramienta súper interesante para que el Paraguay se desarrolle por­que detrás de la lengua gua­raní hay mucha riqueza y toda una industria cultural que se puede explotar por­que la lengua está asociada a una cultura que está viva en el país y sobre todo por­que sigue siendo una lengua con muchos hablantes. El guaraní paraguayo tenemos para rato.

PERFIL

María Gloria Pereira es escritora, traduc­tora, guionista y educadora. Es profesora de Educación Idiomática y licenciada en Len­gua Guaraní.

Enseñó castellano y guaraní en diversos colegios y fue docente universitaria durante 20 años.

Ejerció el cargo de directora general de Desa­rrollo Educativo y actualmente es vicemi­nistra de Educación Básica.

Cuenta con numerosos estudios de posgrado en diversas univer­sidades nacionales e internacionales en temáticas relaciona­das a las lenguas, los derechos humanos y las políticas públi­cas.

En el Ministerio de Educación y Ciencias se destacó por for­mar parte del equipo de investigación de la Uni­versidad Christian Albretchs de Kiel, Alema­nia, que produjo el “Atlas lingüístico guara­ní-románico. Sociología”.

Tradujo al guaraní varias obras, como las célebres tiras cómicas “Mafalda”, de Quino; “El Principito”, de Antoine de Sain-Exu­péry; “Cuentos para la humanidad joven”, de Augusto Roa Bastos, y “Cuentos de la selva”, de Horacio Quiroga.

Es miembro de número de la Academia de la Lengua Guaraní. Elaboró materia­les educativos para todos los nive­les educativos.

Es autora de diversas obras como “El guaraní hoy: una aproxima­ción a su lexicología”; “Mborayhu reñói; Amor down y otros cuen­tos”; “Fábulas de hoy”; “Morangu pyahu”; “Un país sin escritores y otros cuentos”. Así también, es coautora, junto con Mirta Roa, de seis tomos de cuen­tos infanti­les “Valores para con­tar”.

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