Toni Roberto

Este domingo Toni Roberto recuerda las experiencias de la educación por el arte de la que fuera parte a mediados de los 70 y su relación con lo tecnológico.

“¿Usted enseña robótica, profesora?”, era la pregunta que le hacía a una docente amiga de uno de los colegios privados católicos más importantes. Esta pregunta se suma a la charla que el hoy nuevo ministro de educación tuvo con Augusto dos Santos en la que decía palabras más, palabras menos: “En la pandemia nos dimos cuenta de que los chicos cuando dan clases telemáticas prestan más atención, por eso en el colegio estamos haciendo un estudio de filmación”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

LA EXPERIENCIA EDUCACIÓN 75

Todo esto me llevó de nuevo a la educación por el arte y a las palabras, ya dichas en uno de los artículos de las ya más de 400 publicaciones de domingo, sobre este ideario en la revista Educación 75 publicada por Bartolomé Vanrell, Olga Blinder, Melquiades Alonso, Maricha Heisecke y otros. En él cuentan la experiencia del primer grupo de educación por el arte al que pertenecí en aquellos años, entre 1974 y 1975. Recorrimos el barrio, vimos quiénes eran los vecinos, conocimos al farmacéutico, fuimos al mercado, a la despensa, todo a pie. Después hacíamos una charla en la que contábamos nuestras experiencias. Eso nos dio el conocimiento para ubicarnos dónde estábamos y a dónde íbamos.

Después, al volver del colegio, me sentaba con mi abuela y mi bisabuela a ver qué hicimos en las clases. Al final, agarrábamos la guía telefónica y leíamos los nombres de las personas que habitaban la ciudad, los doctores, la dirección de las iglesias, los clubes, etc. Eso hizo que me interese por la ciudad, aprender a leer y a conocer quiénes eran los vecinos, las calles, el sentido de ellas, hasta de las ciudades del interior, lo que derivó directa o indirectamente en la colección que pretende ser el Museo de la Guía Telefónica del Paraguay, al que hoy me encuentro abocado.

Decía un pedagogo: “Uno olvida pronto aquello que aprende, pero no olvida nunca aquello que aprende después de haberlo observado”. Al mirar el plano trazado para recorrer los barrios de Asunción elaborado por Maricha Heisecke en 1974 se me nublan los ojos al recordar aquellas semanas por los barrios de Asunción, observando cada detalle. Al final teníamos que dibujar lo que nos impresionó de estos viajes.

Colegio Cristo Rey. Asunción, 1975. Foto: Jesús Ruiz Nestosa

UNA CAÍDA ALEGÓRICA

Cuando en una alegórica foto vimos en todos los medios la caída de una conductora en la escalinata de la calle Manuel Domínguez podíamos observar el resumen del fracaso de la “reforma educativa” implementada allá por 1992. Decía la afectada, palabras más, palabras menos: “Tenía el Google Maps que me indicaba seguir ese camino, eso fue lo que me llevó a seguir derecho y caerme en la escalinata”. ¿Es normal que se siga con una educación que está pensada en París, Londres o Roma? O ¿dando clases con la base de un estudio de televisión? No.

Mientras muchos alumnos de diseño de las clases que da Celeste Prieto en París vienen al Chaco a investigar los signos de los pueblos originarios o Mito Sequera estudia los sonidos de ellos, nuestra educación sigue partiendo de lo tecnócrata y, lo que es peor, las experiencias transitadas exitosamente por la educación por el arte se confunden con educación artística, que es solo una parte del todo en la educación. En esto siempre enfatiza la educadora Patricia Ygarza Cuquejo, miembro paraguayo del CLEA (Comité Latinoamericano de Educación por el Arte). Por acá seguimos fanáticos de las clases de robótica, que es parte del aprendizaje, pero no el todo.

Pero las experiencias de las vivencias barriales, de las clases dando vuelta por la ciudad, de dibujar las observaciones de los recorridos jamás podrán ser superados por lo tecnológico. El resultado positivo, unos alumnos dispuestos a observar, investigar y aprender, o lo otro, la señorita que fue dirigida por el Google Maps cayendo estrepitosa y alegóricamente en la escalinata.

Siendo que el mundo está volviendo a la escuela de la tiza y el pizarrón, señor ministro de Educación: “Humanótica de barrio, ¡por favor!”.

Colegio Cristo Rey. Asunción, 1972. Foto: J.M. Blanch
Educación 75. B. Vanrell, O. Blinder, M. Alonso, M. Heisecke y otros. Asunción, 1975
Ilustración para Educación 75. Maricha Heisecke. Asunción, 1975
Ilustración de Maricha Heisecke para Educación 75. Asunción, 1975

Dejanos tu comentario