Al igual que lo que ocurrirá el próximo martes 15 de agosto, cuando asuma el presidente electo, Santiago Peña, hace 103 años una idéntica ceremonia se desarrolló en una fecha similar. Los diarios de la época describen lo que iba a ser aquella ceremonia del domingo 15 de agosto de 1920 con la asunción del presidente Manuel Gondra.

  • Por Juan Carlos dos Santos
  • Twitter: @Juancads

En la bahía de Asun­ción estaban fon­deados dos navíos militares, el monitor brasi­leño Pernambuco, a bordo del cual se llevó a cabo la recepción en la noche del 15 de agosto, y el Peters­field, con bandera del Impe­rio británico, que además de participar en la fiesta de trasmisión de mando presi­dencial, sus marinos juga­ron un encuentro amistoso de fútbol ante el equipo de Olimpia un día antes de la ceremonia.

Editorial del diario La Tribuna, 14 de agosto de 1920

Un periodo más en el gobierno de la nación

Un periodo más en la vida constitucional del país se acerca. Ante el futuro mandatario hácense mil conjeturas llegándose a extre­mos de optimismos que, por lo extremosos, tienen contacto con los otros, con las visiones fugaces acariciadas por los amigos de verlo todo según el color del cristal por donde miran, cuyo natu­ral es empequeñecerlo todo, necesitando siempre para ver, los cristales de aumento de la exageración.

Quedémonos, sin embargo, con los primeros, con aquellos que tie­nen fe en los mejores destinos de la patria y no miran otros fiados en la marcha ascendente del progreso.

Cierto que hay mucho que rectificar, conforme en que no está hecho ni la milésima parte de lo que debiera hacerse.

Pero esto no quita que la obra futura pueda estar en los programas gestados en un presente de energía, de perspicacia y sobre todo de fe en el hombre que va a ocupar la presidencia llamado por las necesidades de su patria e invitado a solucionar en la medida de sus fuerzas, de su indiscutible prestigio, los magnos problemas cuyas soluciones no pueden dejarse para otras ocasiones que las actua­les, ya que de no hacerse así, el tiempo venidero sería testigo de una debacle verdaderamente desastrosa, sin remedio, tanto que habría poner a la entrada del país algo así como un remedo de la sentencia infernal y dantesca: “No hay esperanza”.

Todo agorero del mal debe dejar sus augurios siniestros para mejor ocasión. No es el momento propicio a anticipados lamen­tos, cuando en el fondo de los corazones hay estar y en los labios se pronuncia con respeto un nombre que constituye una garantía de caballerosos procederes y elevadas miras.

Los graznidos de los cuervos solo encuentran eco en los cementerios allí donde los sepulcros más o menos blanqueados abundan y los rastre­ros gusanos se envuelven en sombras para mejor nutrirse de muerte.

El navío británico Petersfield se convirtió en una de las atracciones de la ceremonia de transmisión de mando en 1920

Delegaciones extranjeras

Se espera para mañana la lle­gada del crucero Uruguay

Como hemos tenido oportu­nidad de anunciar en nuestro extenso servicio telegráfico de los pasados días, en el cru­cero Uruguay viene la embajada especial de la República Orien­tal presidida por el poeta Zorri­lla de San Martín. La embajada está constituida de las siguien­tes personalidades: Embaja­dor de misión especial Dr. Juan Zorrilla de San Martín; Enviado Extraordinario y Ministro Pleni­potenciario

Don Alfredo Silva y Antuña, ads­cripto a la embajada; Secretario de embajada Julián Nogueira, periodista y autorizado crítico de arte de El Día; Agregado naval Capitán de Navío Fran Ruette, actual comandante del crucero Uruguay, oficial de la delegación don Rolando Herrero Caballero, adscrito a la embajada.

El acto de transmisión de mando

Este tendrá lugar mañana (15 de agosto de 1920) a las 9:30 en el Congreso, en cuya sala de sesiones se reunirán las Cámaras con asistencia de todos los poderes del Estado y los altos funcionarios, embajadas extranjeras y cuerpo diplomático acreditado. Una comisión nombrada al efecto recibirán en la sala de sesiones al Presidente y Vice de la República, después llegará al Presidente Electo y el Vice y acto seguido tendrá lugar la transmisión del mando.

Al tomar posesión de su cargo, el Presidente y Vice presentarán el juramento en manos del presidente del Senado, según previene la Constitución Nacional. El Presidente entonces leerá su programa de gobierno con lo cual queda inaugurado un nuevo periodo presidencial.

DELEGACIONES Y EMBAJADAS EXTRANJERAS

Las representaciones extranjeras que estarán presente en el acto de transmisión de mando son las siguientes: Argen­tina, Chile, Colombia, Estados Unidos, Uruguay, Gran Bretaña, Alemania, Portugal, Polonia, Bolivia, España, Italia, Brasil, Bélgica, Austria-Hungría, Suiza, Ecuador, Dinamarca, México, Colombia, Noruega y Holanda.

FORMACIÓN DE LAS TROPAS

Durante la ceremonia de la transmisión habrá formación de tropas en todo el trayecto comprendido desde el Palacio de Gobierno hasta la Catedral, es decir a lo largo de las calles Buenos Aires, Plaza Constitución y Asunción. Las fuerzas rendirán honores al paso del nuevo Presidente y su comitiva. El comando general estará a cargo del Coronel Rojas.

Terminada la transmisión del mando el Presidente de la República, acompañado del Vicepresidente y los Pode­res Legislativos y Judicial, cuerpo diplomático y altos funcionarios del Estado irá a la Catedral en donde se oficiará un Te Deum por el obispo monseñor Bogarín (Juan Sinforiano Bogarín). Terminado el acto el Poder Ejecutivo y su acompañamiento se trasladarán al Palacio de Gobierno.

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