Resultados prometedores de un nuevo tratamiento abren perspectivas positivas para al menos reducir los efectos del deterioro cognitivo que genera esta enfermedad, que afecta a más de 40 millones de personas alrededor del mundo.

  • Estados Unidos. AFP

El laboratorio esta­dounidense Eli Lilly anunció el miércoles pasado resul­tados prometedores de su medicamento experimen­tal contra el alzhéimer, algo que los expertos calificaron de “notable” a pesar de que algunos pacientes experi­mentaron efectos secun­darios graves. El ensayo clínico, que incluyó a 1.200 participantes con formas tempranas de la enferme­dad, mostró una reducción del 35 % en el deterioro cog­nitivo en pacientes tratados con donanemab, según un comunicado de la compañía.

Eli Lilly planea solicitar la aprobación de la agen­cia reguladora de los medi­camentos en Estados Uni­dos, la FDA, este trimestre y en todo el mundo “lo más rápido posible”. Sin embargo, el tratamiento puede causar efectos secun­darios graves como edema o hemorragia cerebral. Tres participantes en el ensayo clínico murieron.

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El ensayo clínico también midió la capacidad para rea­lizar tareas cotidianas como conducir, conversar, tener pasatiempos o administrar las finanzas. Durante 18 meses, los participantes que recibieron el tratamiento mostraron una reducción del 40 % en la disminución de su capacidad para reali­zar estas tareas.

Estos resultados fueron recibidos con entusiasmo por los expertos, que seña­laron un punto de inflexión. “Estos resultados confir­man que estamos entrando en la era del tratamiento del alzhéimer”, dijo Cathe­rine Mummery, del Hospi­tal Nacional de Neurología y Neurocirugía de Londres. Ahora será posible “esperar de manera realista poder tratar y estabilizar a una persona con enfermedad de Alzheimer, con un manejo a largo plazo, en lugar de cui­dados paliativos y de apoyo”, agregó.

ESTANCO

La investigación en la lucha contra la enferme­dad de Alzheimer estuvo estancada durante déca­das. Pero recientemente se aprobaron en Estados Unidos dos nuevos tratamientos, desarrollados por la farmacéutica japo­nesa Eisai y la estadou­nidense Biogen: Leqembi (cuyo ingrediente activo se llama lecanemab) y Adu­helm (aducanumab).

La autorización del aducanumab fue controvertida por­que algunos expertos seña­laron la falta de evidencia sobre su efectividad, mien­tras el lecanemab fue el primero en demostrar una reducción del deterioro cog­nitivo (en un 27 %) en el con­texto de un ensayo clínico.

En la enfermedad de Alzheimer, dos proteí­nas clave, tau y beta ami­loide, se acumulan en pla­cas que causan la muerte de las células cerebrales y conducen al encogimiento del cerebro. Esto provoca la pérdida de memoria y una creciente incapacidad para realizar las tareas cotidia­nas. Al igual que el lecane­mab, el donanemab es una terapia de anticuerpos dirigida a la beta amiloide.

Los expertos dijeron que los resultados de ambas drogas validaron la teoría de que eliminar la beta amiloide mejora el curso de la enfer­medad, y que las futuras terapias dirigidas a ambas proteínas podrían tener incluso mejores resultados. El alzhéimer afecta a más de 40 millones de personas en todo el mundo.

Pérdida de acetilcolina

El nuevo fármaco abre esperanzas para un tratamiento paliativo de los efectos de la enfermedad.FOTO:AFP

Según la información proveída desde el Ministerio de Salud, el alzhéimer es una alteración neurodegenerativa primaria que suele aparecer a partir de los 65 años en promedio, aunque también puede presentarse entre gente más joven. Cada 21 de setiembre se recuerda el día de la lucha contra esta enfermedad.

Cuando una persona padece la enfermedad de Alzheimer, experimenta cambios microscópicos en el tejido de ciertas partes de su cerebro y una pérdida progresiva pero constante de una sustancia química, vital para el funcionamiento cerebral, llamada acetilcolina. Esta sustancia permite que las células nerviosas se comuniquen entre ellas y está implicada en actividades mentales vinculadas al aprendizaje, memoria y pensamiento.

Señala Salud que es difícil determinar quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, puesto que se trata de una alteración compleja, de causa desconocida, en la que, al parecer, intervienen múltiples factores.

Surgen pequeñas e imperceptibles pérdidas de memoria, pero con el paso del tiempo esta deficiencia se hace cada vez más notoria e incapacitante para el afectado, que tendrá problemas para realizar tareas cotidianas y simples, y también, otras más intelectuales, tales como hablar, comprender, leer o escribir. Se presenta mayormente en las mujeres.

SÍNTOMAS NEUROLÓGICOS

• La enfermedad de Alzheimer afecta a la memoria en sus diferentes tipos. Estos son los deterioros sufridos:

• Pérdida de memoria a corto plazo: incapacidad para retener nueva información.

• Pérdida de memoria a largo plazo: incapacidad para recordar información personal como el cumpleaños o la profesión.

• Alteración en la capacidad de razonamiento.

• Afasia: pérdida de vocabulario o incomprensión ante palabras comunes.

• Apraxia: descontrol sobre los propios músculos; por ejemplo, incapacidad para abotonarse una camisa.

• Pérdida de capacidad espacial: desorientación, incluso en lugares conocidos.

• Cambios de carácter: irritabilidad, confusión, apatía, decaimiento, falta de iniciativa y espontaneidad.

PREVENCIÓN

Las recomendaciones de los expertos se centran fundamentalmente en dos puntos clave: detección precoz de los primeros síntomas, y ejercitar la memoria y la función intelectual. Además, mantener una dieta equilibrada, baja en grasas, protege frente al deterioro cognitivo; además, la vitamina E ejerce un efecto protector. En general, mantener unos hábitos de vida saludables puede reducir el 40 por ciento de los casos de alzhéimer, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

La enfermedad se diagnostica con datos recabados sobre los problemas del paciente de memoria y aprendizaje, para llevar adelante la vida cotidiana y preguntando a familiares o personas que conviven con el supuesto enfermo. Los análisis de sangre y orina descartan otras posibles enfermedades que causarían demencia y, en algunos casos, también es preciso analizar fluido de la médula espinal.

Pasar tiempo al aire libre ayuda a los adultos mayores a mejorar la salud

La farmacéutica, con sede en Indianápolis, fue creada en 1876 por el coronel Eli Lilly, farmacéutico y veterano de la guerra de Secesión.FOTO:ARCHIVO

Las actividades al aire libre se relacionan con una mejor salud y calidad de vida de los adultos mayores. De hecho, está científicamente demostrado que la naturaleza otorga beneficios psicológicos, emocionales y físicos, por lo que médicos en todo el mundo recetan a los pacientes con más de 65 años pasar tiempo en espacios verdes.

Desde ir de paseo al parque, pasar tiempo en el patio de la casa o viajar un fin de semana al campo alivian los niveles de estrés, disminuyen la presión sanguínea y aumentan la expectativa de vida. Una investigación publicada en la revista científica Leisure Sciences informó que al fomentar las conexiones sociales en torno a la naturaleza, los adultos mayores gozan de bienestar en general.

El estudio comprobó que las personas que disfrutan de la naturaleza, en comparación a las que pasan más tiempo encerradas, tienen un mayor sentido de propósito en la vida, lo que se relaciona con una mejor salud física y mental. “La mejora del sentido del propósito está relacionada con un mejor funcionamiento físico y cognitivo, una mayor calidad de vida y un menor miedo a la muerte”, señala el informe científico.

Solo se necesita de 60 o 90 minutos en la naturaleza por día para obtener estos beneficios. Es por ello que muchos médicos recomiendan a sus pacientes de tercera edad incorporar como estilo de vida actividades en torno a la naturaleza para prevenir enfermedades, mejorar el estado de ánimo y fomentar las conexiones sociales.

La música tiene efectos muy positivos como combatir la ansiedad, estrés e incluso la tendencia a la depresión. Por eso, los especialistas recomiendan las caminatas al aire libre con música o las actividades de jardinería, que ayudan a los adultos mayores a sentirse realizados, aportándoles una mayor confianza en ellos mismos.

Con estas actividades, las personas mayores de 65 años se sienten más en contacto con la naturaleza, pero también es un hecho lo bien que les hace estar rodeados de personas y compartir historias. Esto ayuda al entretenimiento de los mismos y contribuye al buen estado de ánimo. Otra opción bastante válida es hacer ejercicio al aire libre, que no solo mejora la salud física, sino también aporta al equilibrio de emociones a medida que los años avanzan.

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