La actriz y comunicadora, una de las protagonistas de “Leal 2: Comando Yaguareté” con su entrañable personaje de Betty, habló con Nación Media sobre sus inicios en el mundo del espectáculo, su presente, el cine local y sus proyectos, además de lo que representa volver a encarnar a una mujer que representa el anhelo de quienes bregan por construir una mejor sociedad.

• Por Jimmi Peralta
• Fotos Nadia Monges y gentileza

En el contexto de una demanda global de productos para el entretenimiento, Paraguay tuvo en la última década un proceso de transición que podría encaminarlo al sur­gimiento de su industria cinematográfica.

El cine, como arte, tiene esa capacidad de transfor­mar en realidad los sueños, hace posible lo inalcanza­ble, y su combustible es la ilusión, el desafío y las his­tóricas proezas propias del séptimo arte.

Una de esas soñadoras del cine es la actriz Andrea Quattrocchi, quien tendrá nuevamente un rol pro­tagónico en el film nacio­nal “Leal”, que estrenará su secuela denominada “Comando Yaguareté” en el 2023.

Andrea, proveniente de una familia vinculada al arte y el mundo editorial, aporta con su labor actoral den­tro de esa usina de fanta­sías creadoras de historias, que es la productora HEi Films, donde se narra con la cámara para el mundo y con identidad nacional.

De niña bailarina, hoy ella tiene a la actuación como su centro, además de trabajar en televisión y radio. Encar­nará nuevamente a Betty, una agente que se empodera cada vez más en la trama de “Leal”. Nación Media habló con Andrea sobre su presente, las películas por estrenar y sobre cómo sueña que será el futuro del cine local.

–Mi relacionamiento con el arte se dio desde muy tem­prano gracias a mis padres. A los 3 años empecé a bailar y ya a los 12 años a estudiar actuación en la escuela de teatro de Margarita Irún. Mis padres me inculcaron la apreciación por el arte toda la vida. Además de impul­sar mis estudios desde chi­quita, me llevaron al teatro y al cine siempre, marcando mi pasión por el escenario desde muy temprano.

–Mi familia me animó a creer en mis sueños y a luchar por trabajar por lo que amo desde siempre. Fueron a todas mis obras de teatro, mis películas, vie­ron todos los capítulos de mis novelas, acompañaron mis estudios artísticos en el extranjero. Me llenaron de valentía para creer en mí y hasta el día de hoy con la empresa familiar ponen su granito de arena en los espectáculos teatrales que yo produzco. Les debo todo.

–Mi primera pasión artís­tica sin lugar a dudas fue la danza clásica. La Andrea adolescente lastimosa­mente se alejó del fuerte compromiso de esa dis­ciplina, pero me hubiera encantado seguir esa carrera si no fuera actriz.

–La televisión y la radio fueron un gusto adquirido en mi adolescencia en pri­mer lugar, desde la misma actuación, cuando vi los pri­meros capítulos de “Gonzá­lez vs. Bonetti”, y luego el periodismo de espectácu­los llamó mi atención a tal punto que decidí estudiar ciencias de la comunicación con énfasis en periodismo al mismo tiempo que estaba terminando mis estudios profesionales de actua­ción. Mi primer trabajo actoral profesional, luego de terminar la escuela de teatro, fue directamente en televisión, actuando en la primera novela diaria de la televisión nacional lla­mada “Papá del corazón”, en el año 2008, con 18 años, donde arrancó mi carrera actoral y al mismo tiempo mi pasión por la televisión.

–Mi primer trabajo en tele­visión, fuera de la ficción, fue en “Baila conmigo Para­guay”, en que estuve como participante famosa bai­lando y llegué a la final del certamen en el 2010. Como conductora arranqué en el 2015, a mi vuelta de vivir en Buenos Aires, en el pro­grama de verano “A 40 gra­dos”, con Raúl Vega, en Uni­canal, y en la radio en el mismo verano del 2016 en radio Urbana.

–La magia del cariño del programa “Será un gran día” en las pantallas de Trece yo creo que radica en la buena energía de un equipo heterogéneo, que en verdad se divierte tra­bajando, y la gente lo siente. Por el momento, luego de 6 años ininterrumpidos en la señal de radio de HEi Now, ahora mismo estoy tomán­dome un descanso en la gri­lla para poder dedicarme a pleno a todos los proyectos actorales que se vienen.

–El impulso nació de mí misma. Desde chica dis­frutaba muchísimo de películas y de diferentes expresiones artistas desde que tengo memoria. Es mi sueño ser actriz y trabajar de esta pasión. Y mis padres tenían como una exigencia el estudio de las artes en edad escolar, por eso estu­dié muchas disciplinas de pequeña.

–Actuar en cada uno de estos escenarios tiene su propia magia. Actuar en un escenario en vivo tiene una adrenalina incomparable, donde se crea una trans­misión de energía latente con el público, donde cada noche se entrega todo. Sin embargo, actuar en una ficción de televisión tiene la magia de vivir por lar­gos periodos de tiempo una vida paralela, donde incluso por años se man­tiene vivo un mismo per­sonaje. Pero actuar en cine, así como películas o series en esta época de platafor­mas de streaming, el tra­bajo más puntilloso y estu­diado permanece plasmado en el tiempo con la posibi­lidad de llegar a los incal­culables espectadores del mundo.

–100% actriz. La actua­ción es sin lugar a dudas mi pasión y vocación.

–A nivel local, mis maes­tras, Margarita y Paola Irún; a nivel internacional, su majestad Meryl Streep y la gran Elizabeth Moss.

–En el año 2023, estreno dos películas, “Leal 2: Comando Yaguareté” y “El apartamento”. Se viene una serie televisiva y otros proyectos audiovisuales a concretarse y, de acuerdo a ellos, la confirmación de las propuestas teatra­les que tengo. Me encan­taría tener la oportunidad de volver a producir teatro, ya que tenía grandes pro­yectos antes de la pande­mia que quedaron en pausa y que luego fueron también postergados por mi mater­nidad.

–El cine en general está aún sanando las heridas de la misma pandemia, no solamente el cierre de los cines y la postergación de varios proyectos, sino el gran fortalecimiento de las plataformas de strea­ming a nivel mundial en detrimento de las salas de cine, lo que complica al negocio de la industria. De a poquito el cine nacional está dando tímidas pre­sencias y esperemos que con los estrenos naciona­les que aún tenemos en la lista de espera volvamos a su esplendor.

–Además de ser la tercera película más taquillera del cine nacional, “Leal” fue la primera película para­guaya en formar parte del catálogo de Netflix y de esa manera logró cruzar fron­teras de una manera impac­tante. El cariño de la gente en el país como internacio­nalmente fue abrumador. El público demostró que disfruta de este tipo de entretenimiento nacional, de acción, con elementos de comedia y romance, como los grandes blockbusters de Hollywood, que es lo que hoy nos permite ser la pri­mera secuela de la indus­tria del cine nacional.

–La verdad que apenas salió “Leal” y vimos el éxito que pudimos cosechar, a todo el equipo de HEi Films nos nació el sueño de una secuela. Hace varios años veníamos esperando esta posibilidad y yo siempre supe la gran importancia de Betty en la historia, esta mujer paraguaya valiente, fuerte y leal, que merecía seguir demostrando su valía. Fue un orgullo para mí volver a interpretar una vez más a esta mujer que representa a las incansa­bles mujeres paraguayas luchando por un país mejor. Y en lo personal, protago­nizar esta gran producción fue un placer enorme, un sueño más cumplido, que además conlleva una gran responsabilidad.

–Trabajar por primera vez con Mauricio Rial y Armando Aquino, los directores de esta secuela, fue un enorme placer, un trabajo muy duro, pero inmensamente gratifi­cante. Me sentí súper cui­dada, contenida, guiada en cada paso y tan orgullosa de nuestra sinergia en el set, una experiencia hermosa que quedará siempre mar­cada en mi corazón.

–Y con respecto a la pro­ducción, al ser parte de la familia de HEi Network hace tantos años, siento que esta película es un esfuerzo enorme de todos como grupo y me siento feliz de acompañar el enorme crecimiento de la productora desde su naci­miento. El cine paraguayo tiene aún tanto que con­tar, tantas historias nues­tras que merecen llegar a las pantallas de cine, nues­tra historia en sí, nuestras luchas, retratos de nuestra sociedad como testigos de nuestro tiempo y existen­cia en el mundo que nos dan una identidad que perdura. Quiero un cine paraguayo diverso, de exploración de diferentes géneros, experi­mental y acompañado por el público. Que se conozca aún más el talento para­guayo en el exterior y que podamos producir nuestra propia serie clase A de pla­taforma para el mundo.