Nico García irrumpió con su personaje de Remigio Cárdenas en la serie “El Reino” de Netflix, que cautivó a miles de espectadores en Latinoamérica. El actor paraguayo habla desde Buenos Aires, Argentina, con Augusto dos Santos para el programa “Expresso”, del canal GEN. Repasa su historia, lo que significa para él compartir escenario con actores y actrices de primer nivel y de las expectativas que genera el proyecto también argentino de “La 1-5/18, Somos uno”, donde comparte elenco con la compatriota Lali González.

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–Augusto dos Santos (ADS): Nico, cómo podés ayudarnos a diferenciar el Nico García del éxito de “7 cajas” con el Nico de hoy, con el éxito de “El Reino”.

–En primer lugar, es un Nico más viejo, me parece. Tiene menos pelos seguro. Pero creo que tiene que ver con el camino transcurrido. Son dos proyec­tos muy distintos, maravillo­sos cada uno de ellos en el espa­cio y el tiempo en que me tocó hacerlo. La gente maravillosa con la que trabajé, de quienes aprendí mucho. Son colegas maravillosos adelante y atrás de cámara. Creo que con todos estos proyectos, con más ense­ñanza capaz que veo como un acercamiento a algo que yo no estaba acostumbrado. Que me pasó en “7 cajas” y por ahí me pasó lo mismo con “El Reino”. “7 cajas” fue como entrar a una primera película grande y con gran expectativa en Paraguay y si bien “7 cajas” me lleva a un lugar de aprendizaje personal, verdad, porque era un perso­naje muy difícil, con una acep­tación difícil. Con Remigio me pasa todo lo contrario: es un personaje que por libro ya tiene un marco sólido de afi­nidad con el espectador, me parece, entonces creo que son cosas muy distintas, pero que me dieron un aprendizaje muy grande en mi carrera.

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–ADS: Pero para ir al ori­gen. La gente en Paraguay se dedica mucho más a ser abogada, economista, inge­niero, capaz de bodeguero, pero menos gente es artista, actor, actriz. ¿Cómo fue que te metiste en esto vos?

–Bueno, qué se yo. Yo creo que todo tiene su parte. Lo que que­rés, lo que te gusta. Creo que tiene que ver mucho con cada uno, con lo que tiene ganas, con las intenciones que tiene. Con lo que aspira, con lo que tiene ganas que le suceda en la vida. No sé si hay muchos o menos artistas, pero sé que hay artis­tas maravillosos en Paraguay, en música, en teatro, en cine, en pintura. Me parece un país sumamente rico con artistas emergentes y ya consolidados con un talento que se ve en todo el mundo. Hay artistas paragua­yos que dejan en alto el nombre del país. Creo que tiene que ver más con una cuestión personal, ni social, ni política ni econó­mica.

–ADS: ¿Cuándo te empe­zaste a ver con Argentina y qué hijos te dio esta historia hasta hoy?

–Cuando tenía 29 años tenía ganas de curiosear en otras cosas que tenía que ver con el arte, con el arte interpretativo, con sus distintas ramas, con sus distintos colores, entonces me vine a Buenos Aires que es como la ciudad número 1 en artes en Latinoamérica. Hay gente para estudiar, para investigar, para trabajar. Es una ciudad grande que tiene mucho para dar. Me mudo aquí en el 2005, hago un taller primero, a los 25 años, de clown, me enamoro del clown, como que tengo ganas de venir a la ciudad, me enamoro de la ciudad. Vivir esa vida de joven artista, con miles de sueños, expectativas. Me armé un plan y vine a vivir. Estoy acá hace doce años, tengo amigos y fami­lia maravillosa en este país. Me tocó conocer profesionales, maestros maravillosos en pro­yectos que me llenan de orgu­llo y de satisfacción. Y la verdad que estoy recontra contento con todo lo que sucedió y me sucede.

–ADS: ¿Cuáles son dos o tres puntos que considerás fue­ron altas en materia de pro­ducciones en tu vida estando en Argentina?

–Bueno, sin duda que las dos cosas que hice con Malena Pichot, “Jorge” y “Por Ahora”, como que fue lo que me colocó en una vidriera o como se le quiera llamar, fue lo primero que hice y me colocó en un lugar. Después hice “La Leona” con Nancy Dupláa y Pablo Echarry, que fue un proyecto muy ambi­cioso, que también fue un per­sonaje que me dio un lugar. Fue la primera tira que yo hacía en Argentina y la verdad que fue un personaje que me llenó de satis­facciones. Y bueno, obviamente ahora “El Reino”, que me pone en un lugar de “mainstream” con Netflix, que es una plata­forma muy grande y bueno, se puede ver lo que pasa con el laburo de uno en algo así tan masivo, es como algo muy importante en mi carrera.

–ADS: Hablaste de Malena y te estuve viendo en una entrañable entrevista con ella. Hablanos de lo que sig­nificó para vos esa relación con una forma de transgre­sión tan inteligente como la que ella representa.

–Yo siempre fui como fan de su comedia, veía su stand up, las cosas que hacía por Youtube. Es una chica muy inteligente, que escribe muy bien, que tiene como un humor bastante característico, que también fue como mutando o transfor­mando, alienando a la gente a su alrededor con respecto a una clase de humor particular y que funcionaba muy bien y qui­zás parte de eso fue genial. Por­que también fue un aprendi­zaje maravilloso, verdad, estar con toda esa gente, a la que sigo admirando mucho y veo como que nunca tiene techo, que se van superando en lo que hacen.

–ADS: Acabás de mencio­nar el término humor. ¿Hay mucha marca generacional en el tema humor?

–Sí, generacional y de cada vez con más tabúes sobre lo que se puede usar para el humor o no y las discusiones y todo lo que nos sucede ahora, como que antes era mucho más libe­rado. Bueno, tenían algunas restricciones seguramente, siempre había algo que tal vez no se podía. Creo que el tema generacional es muy amplio como para decir cuál es el problema. A mí hay gente que no me da risa y bueno, no me río. Creo que va más allá en lo personal.

–ADS: Volviendo a “El Reino”. ¿Cuándo, cómo y por qué alguien te contactó y te dijo que vos podrías ser Remigio Cárdenas?

–A mí me llega el casting en el 2019 que estaban buscando un Remigio Cárdenas. Hago el cas­ting desde Paraguay. Le gustó al director, le gustó el ritmo que le di a las escenas, me acuerdo que para la escena en la que le estoy levantando al Chino Darín todo herido y una conversación con Tadeo. Le gustó al director eso. Viajé a Buenos Aires para una reunión y bueno, así empezó la historia. Ya empezamos con la lectura con respecto al perso­naje, como que coincidía bas­tante, había como que se podía tener un crecimiento ahí. Y me quedé con el papel.

–ADS: Hablanos un poco de toda esa constelación que está alrededor tuyo y lo que representa para vos este momento.

–Sí, realmente es un elencaso. Gente que admiro mucho. Soy muy fan de ellos, de Merce­des Morán, de Diego Peretti, me sé todas sus películas, los fui a ver en teatros. Con Mar­celo Piñeiro fue que me acer­qué al cine argentino, gracias a sus películas. Trabajar con él fue maravilloso. Reencon­trarme con Nancy Dupláa. A Chino Darín no lo conocía, pero había muy buena ener­gía entre los tres, fue cómodo, relajado. Y poder trabajar con toda esta gente es una suerte. Una suerte poder compartir con gente de la que aprendés y que también son muy gene­rosos a nivel crecimiento. La verdad que muy contento.

–ADS: Hiciste un gol enorme en un país apasionado, fut­bolero, en un país que se apa­siona. ¿Eso se siente en las calles?

–No me muevo mucho, pero en el barrio me muevo. Vivo en Chacarita y sí. Son todos ami­gos, me descuentan todo en el bar, en el café también.

–ADS: ¿Qué recoge la gente del personaje que interpre­tás?

–Muy triste. La gente cuando me ve reacciona como triste de la suerte del personaje. Como que me dan un apoyo moral (risas) de bondad, de búsqueda, de un antihéroe. Te ven y como que se reaviva ese momento que vieron ellos. Es lindo lo que pasa, no es un reconocimiento de locura, de amor, sino que le lleva a la gente a un lugar que sintió y es como bastante per­sonal. Es sensible lo que sucede. Lo estoy disfrutando bastante por el barrio.

–ADS: Planes inmediatos a partir de esto?

–Yo estoy rodando la “1/5-18″, donde estoy actuando con Lali González. Estamos grabando hace cuatro meses. Con eso estoy hasta enero. Después tengo otra vez unos compro­misos acá y después veo cómo continúo. Pero ahora mi cabeza está en la “1/5 18″ con un perso­naje que me gusta mucho. Se va a ver en Paraguay y en todos lados.

–ADS: ¿Tiene un gusto espe­cial una historia que tiene en su contexto lo paraguayo? Si bien Remigio está más neu­tral, nadie decía que era un paraguayo.

–Sí, Remigio es muy neutro, pero habla bastante nuestro tono. Igual no habla jopara ni mucho menos. Ahora mi per­sonaje, que se llama Lautaro, hago de pareja con Lali y entre nosotros hablamos jopara y es muy divertido y lindo. Y hay una decisión de parte de pro­ducción y dirección darnos luz libre con esos textos y confia­mos en que a la gente aquí les guste esta parte. Estamos con­tentos y expectantes.

–ADS: Igual no es muy for­zado pensar en que se trata de poner a un paraguayo en un contexto social e histó­rico de una Buenos Aires que también fue construida por nosotros. Y digo nosotros en que no fue un albañil nomás que se fue a trabajar, sino que toda una cultura se instaló en la ciudad.

–Sí, esa parte histórica es linda para esto, para saber, para recordarnos. Pero dentro de todo somos todos patriotas en nuestra tierra. Nosotros en Paraguay también somos así. Como que lo que se hace en Paraguay nos gusta más que lo otro. Pero la verdad que en Latinoamérica todos estamos viviendo en esta gran huerta con costumbres y raíces muy parecidas, todo lo que nos sucede, nuestra sangre, nues­tros antepasados, sucede tam­bién con esto, no. La verdad que la relación en Buenos Aires tiene demasiada gente de todas partes del mundo y como que la convivencia se hizo mucho más normal en todos los sentidos.

–ADS: Supuestamente la cúspide actoral de un actor masculino llega a los 40 años ¿Qué nivel de maduración ves en vos?

–Vos sabés que mi profesor de teatro me decía otra cosa. A par­tir de los 50 años te van a llegar buenos papeles, me decía.

–ADS: Bueno, tampoco no es mucho.

–Los papeles interesantes de teatro son personajes a partir de 50 años. El resto es entrena­miento hasta llegar a los 50.

–ADS: ¿Qué directores te marcaron?

–Tana Shémbori y Juan Car­los Maneglia sin dudas, cada uno desde un lugar distinto en “7 cajas”, pero súper enrique­cedor, eso sin dudas. Con Hugo Cataldo me pasó que fue como la primera vez que tuve que desa­rrollar algo desde cero y que tuve la confianza para hacer una película, se llamaba “Semana capital”, que tenía una carga fuerte sexual, entonces como que había algo que se necesitaba la contención y la confianza del director que también fue otro director que me marcó en Para­guay. En Argentina, bueno, con Dani Barone, con el que hice el “Tigre Verón” 1 y 2, logré una gran comodidad en la cual podía probar cosas, tenía la confianza para probar cosas. Era muy ameno el ida y vuelta con él y ahora obviamente con Piñeiro en “El Reino”, que es un amante de los actores. Escucho todo y veo lo claro que tenía todo y cómo me fue llevando por el camino de Remigio.

–ADS: Y lo clásico de la aca­demia hoy, si el actor vive el papel de su personaje o sos de la corriente de que lo inter­preto y la vida continúa.

–Yo soy de la corriente de Denis Diderot. Actúo, y en la calle y la vida soy otra persona. No vivo ni me afecta en el escenario ni frente a una cámara.

–ADS: ¿Qué película te gus­taría hacer en Paraguay si tuvieras la oportunidad en algún próximo tiempo?

–Tengo proyectos lindos para hacer en Paraguay. Para hacer en coproducción, personales, creo que todavía no van a ver la luz. Me gustaría sí hacer cosas his­tóricas. Hay historias muy her­mosas en Paraguay para contar. De gente maravillosa que buscó cosas en la vida, desde personas que superaron trabas siniestras que le puso la vida, pero sí tengo ganas de trabajar en Paraguay con historias que tengan que ver con nuestro país y con coproduc­ciones con Argentina.

–ADS: ¿Cómo ves la escuela de actores en Paraguay y qué viviste en esa misma materia en Argentina?

–Está bien creo. Pero lo que pasa en Paraguay es que somos pocos, pero hay maestros maravillo­sos. En Paraguay vive un tipo que se llama Héctor Silva, que si vos querés ser actor y querés entender un poquitito el sistema Stanislavski te vas y estudiás. Vive en Paraguay, vos podés lla­marle si querés ser actor. Y des­pués hay escuelas como la de Agustín, Margarita, de Tana, que son escuelas ya de una tra­yectoria y entendimiento de la formación del actor y muy fun­cional de acuerdo a lo que pasa hoy en el mundo. El problema no es eso. El problema en Para­guay es después. Cómo hacemos nuestra obra, a quién le pedimos plata, en qué sala hacemos nues­tra obra, cómo hacemos que la gente vaya. La formación artís­tica en Paraguay es maravillosa. Hay escuelas y docentes exce­lentes y talento nato.

–ADS: ¿En Argentina cómo se vive este momento de la industria?

–Es muy grande. Hay 400 salas de teatro. Hay un fondo que te da plata para hacer 150 películas al año, apuestan al cine. Están adelantados años luz en cuanto a la educación del público y para tener fondos para hacer teatro y cine. En Paraguay es muy difícil, todo es autogestión, todo finan­ciamiento privado. Pero bueno, está en camino el instituto, creo que ya se está luchando el presu­puesto del Fondec, de la Secre­taría, para poder seguir desa­rrollando el arte en Paraguay.

–ADS: Si tuvieras que reem­plazar “Mi pobre angelito” por otra película que se repite todas las navidades en la televisión paraguaya, ¿cuál pondrías?

–Ufff... mi película favorita es. Me parece una joya. Pero si hay que reemplazar “Mi pobre angelito” en Navidad, lo reemplazaría por “Volver al Futuro II”, algo perfecto a nivel estructura. “Mi pobre angelito” es una película perfecta.

–ADS: A ver, ¿por qué te gusta?

–El guion es perfecto, el casting es perfecto. Hizo la música con el tipo que más sabe de música en Hollywood. Es el mejor casting del mundo para todos los personajes. Todo está pensado. Es una película que me parece casi te diría perfecta. También me pasa eso con “Volver al Futuro II”, todo está bien pensado en los planos, todo es genial. O sino pondría “7 cajas”. O también podría poner “Las Herederas”, que es una joya del cine nacional. Y que es un orgullo mostrarle a cualquier cineasta porque la sutileza que maneja Mar­tinesi es un cine maravilloso.

–ADS: Un tipo exitoso como vos es evidente que es de Cerro Porteño. ¿En Argen­tina de qué equipo sos?

–(Risas) No, en Paraguay son hincha de Olimpia, campeón del mundo. Y en Argentina estoy viendo muchos equipos. Soy de Racing, por un amigo, me gusta Ferro porque viví en Caballito y ahora me gusta mucho Defensa y Justicia.

–ADS: Nunca un River o Boca, eh...

–Defensa y Justicia y Comu­nicaciones son mis equipos ahora.

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