La reina del pop habló sobre lo que sintió al ver el documental sobre ella. Sharon Stone cuenta en un libro sus “dos” vidas. La familia real de Dinamarca se juntó a pintar huevos de Pascua, y Michael Douglas habla de sus problemas de memoria cercana.

BRITNEY SEGÚN BRITNEY

Desde que se emitió hace unas semanas el documental “Framing Brit­ney Spears” han sido miles las personas que han opinado, hasta famo­sos y periodistas que aprovecharon la ocasión para dar su versión per­sonal de los hechos. Al fin y al cabo, esta es una historia conocida, pues es pública. La historia de la caída y el renacimiento de la artista pop está en una vidriera, pero nadie sabía lo que ella misma sabe sobre su realidad. Después de guardar un silencio profundo sobre ello, a media­dos de la semana pasada, la artista se decidió a hablar a través de sus redes sociales, donde ha publicado uno de sus famosos videos bailando acompañado de un emotivo texto en el que, entre otras cosas, Spears reconoce haberse pasado dos semanas llorando por culpa del famoso documental. “Se ha especulado mucho sobre mí. Me he sentido juzgada y observada durante toda mi vida.

Por eso bailo canciones de Steven Tyler cada noche: para cuidar mi salud mental y también para sentirme valiente, humana y viva”, confiesa. “He estado siempre muy expuesta actuando delante de la gente. ¡Tienes que ser muy fuerte para con­fiar en el universo a pesar de tus vulnerabilidades reales! Esas por las que siempre se me ha juzgado e insultado tanto, por las que me han avergonzado los medios. Y todavía hoy lo siguen haciendo”, se queja. “Mientras el mundo gira y la vida continúa, seguimos siendo perso­nas frágiles y sensibles. No he visto el documental entero, pero por los pocos fragmentos que sí he visto reconozco que me siento abochor­nada por la atención que se ha puesto sobre mí. Estuve llorando por eso durante dos semanas. ¡Bueno, aún lloro de vez en cuando!”, afirma. “Yo hago lo que puedo con mi propia espiritualidad e intento mantener mi propia alegría y el amor por la vida. Por eso bailar a diario me hace tan feliz. No estoy aquí para ser perfecta. Las cosas perfectas son abu­rridas. Estoy aquí para transmitir amabilidad”, dice al despedirse con emoticones de besos.

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SHARON Y SUS DOS VIDAS

Sharon Stone ha publicado sus memorias, donde habla de abusos, acoso y engaños. La estrella de “Bajos instintos” recuerda sus traumáticos inicios en Hollywood. A los 63 años recién cumplidos, Sharon Stone decidió no callarse nada y en su libro de memorias “The beauty of living twice” (“La belleza de vivir dos veces”), la actriz saca a la luz el lado oscuro del estrellato en Hollywood y muestra una realidad en la que abundan los acosos y abusos sexuales de los cuales ella también fue víctima.

Además, saca los trapitos al sol y recuerda cómo la engañaron para filmar la famosa escena de “Bajos instintos”, la pelí­cula que la lanzó a la fama, donde se cruza de piernas frente a un grupo de poli­cías. El libro de Stone está disponible en librerías y en formato online desde el 30 de marzo. En sus memorias, la actriz repasa una cantidad de situaciones desagradables que le tocó vivir. También basa su historia en la relación familiar denunciando, con la aprobación de su hermana, los abusos a los que de niñas les sometió uno de sus abuelos. El libro, que ha dedicado a su madre, habla con lujo de detalles cómo padeció un ACV en el año 2001 y estuvo “muerta” en terapia intensiva y luego, cómo tuvo que aprender todo nuevamente, desde a hablar, caminar, etc. Por ello, lo de nacer “dos veces”.

La actriz que es todo un sex symbol a sus 63 años, sigue adelante superando el mal sabor de su segundo matrimonio con un importante periodista que terminó mal, pero ella no puede hablar de eso, porque firmó un acuerdo de confidencialidad cuando tuvo que recuperar a su hijo adoptivo de dicho marido luego de su enfermedad, ya que este quiso la tenencia total del niño pues ella no estaba en condiciones, lo que luego de pelear en tribunales, ella logró la tenencia compartida, pero a cambio de no hablar sobre lo que había pasado.

PASCUA EN DINAMARCA

FOTO: AFP

La familia real danesa ha querido enviar sus mejo­res deseos para estas fiestas compartiendo unas imágenes que la muestran compartiendo impor­tantes momentos. La reina Margarita, el prín­cipe heredero Federico de Dinamarca, su esposa Mary y sus cuatro hijos, Christian (15), Isabella (13), Vincent (10) y Josephine (10), han pasado juntos una jornada en el Palacio de Marselisborg. A unos 300 kilómetros de Copenhague, la familia se ha reunido en la residencia donde suelen pasar las vacaciones, para disfrutar del comienzo de la primavera y realizar una de las tradiciones más arraigadas del país: pintar huevos de Pascua. La casa real ha mostrado en numerosas imágenes a la familia reunida alrededor de una amplia mesa para llevar a cabo la tarea de dar color y belleza a los huevos a punta de pinceles, pintura y agua, todo sobre unas hojas de diarios para no manchar nada. El lugar elegido para realizar esta divertida tarea ha sido uno de los salones principales del palacio que cuenta con grandes ventanales. Los cuadros, obras y objetos de matiz rococó deco­ran minuciosamente la estancia. A pesar de que es una actividad que entretiene, sobre todo a los más pequeños de la casa, la monarca Margarita, a sus 80 años, se ve muy contenta intercambiando palabras y risas con su hijo. Los príncipes herede­ros, Federico y Mary, parece que se tomaron muy en serio su tarea. A causa de las restricciones por la pandemia, son muchas las familias que deci­den pasar estos días de descanso en sus segundas residencias. Han aprovechado las limitaciones de movilidad y de reunión para pasar momentos jun­tos y disfrutar de la calidez de la familia.

MICHAEL Y LA MEMORIA

FOTO: AFP

El icónico actor estadounidense Michael Douglas habló de su niñez, su carrera en Hollywood de más de 50 años y de la pande­mia, además de revelar su problema con la memoria a corto plazo. El actor de 76 años de edad, ganador de un Emmy y un Oscar, habló con la revista AARP sobre su longevi­dad en Hollywood y sobre lo que le mantiene en forma. La estrella de “Wall Street” admitió que durante la pandemia ha estado haciendo “muchas más cosas en el sofá” y está “sor­prendido por la reducción de mi resistencia”. “Mi memoria a largo plazo está bien, pero mi memoria a corto plazo no. Solía culpar a la marihuana por eso. Pero tengo algunos ami­gos que llevan fumando tanto tiempo como yo y tienen una memoria fabulosa, así que no creo que ese sea el problema”, se cuestiona Douglas, quien vive en Westchester, Nueva York, con su esposa Catherine Zeta-Jones, de 51 años, y sus dos hijos, Dylan, de 20 años, y Carys, de 17. “Estoy investigando”, agregó.

El actor y productor de cine estadounidense está encantado de volver a trabajar en “El método Kominsky”, de Netflix, para perfec­cionar esas habilidades una vez más. En “El método Kominsky” interpreta a un profesor de actuación que ya ha dejado atrás su mejor momento y que se enfrenta a la interrogante de qué es lo que realmente importa en la vida a largo plazo; asuntos que Douglas, sobrevi­viente de cáncer, ha dejado de lado para darle la bienvenida a su segundo nieto, prepararse para un nido vacío cuando se muden sus hijos y, tras vacunarse contra el coronavirus, aban­donar el sofá.

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