Que Diego Gavi­lán es, desde hace varias fechas, resistido por la propia hin­chada de Cerro Porteño no es ninguna novedad. Pero luego de un nuevo empate (1-1) del equipo, el domingo pasado ante Nacional, las críticas a la gestión del téc­nico al frente del plantel se acentuaron.

Recurriendo al conocido cántico “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, la hinchada manifestó su des­contento por este momento gris del equipo, que suma 5 empates consecutivos. Ni hablar en las redes socia­les, donde el descontento fue generalizado. Y el apun­tado principal fue el técnico, quien reconoció en confe­rencia de prensa que el ren­dimiento de sus dirigidos no es el esperado, aunque reafirmó su compromiso de tener “fuerzas para seguir”, pese a pedido unánime de la gente, que pide su renuncia o destitución.

De todas formas y luego de que sonara con fuerza la noche del domingo su dimi­sión, no hubo movimiento en carpas azulgranas por parte de la directiva y –por ahora– el Pampero se man­tiene al frente.

Gavilán solo registra dos triunfos desde que asu­mió luego de la salida de Facundo Sava y el interi­nazgo de dos partidos de Víctor Bernay. De 21 pun­tos posibles sumó 11.

El Ciclón suma 17 unidades, se mantiene en segunda posición y está tres pun­tos abajo de Libertad, que suma 20, pero tiene un par­tido menos. Recordemos que el Guma postergó su partido de esta fecha ante Olimpia y de ganar el compromiso de regularización marcado para el miércoles 27 de setiembre podría ampliar la diferencia a seis, siempre y cuando siga ganando sus demás partidos.

Así como pinta el pano­rama, el partido clave para Gavilán será el duelo de la próxima fecha ante Guaraní, el domingo a las 19:00 en Dos Bocas, que indefectiblemente deberá ganar para mante­ner sus chances de pelearle a Libertad el título del Clausura.