- Por Hernán Penayo
- Nación Media
Olimpia se mostró un poquito mejor en cuanto a tenencia de la pelota. Diego Torres, picante y profundo, fue el más peligroso en la primera etapa. Flojo rendimiento de Guillermo Paiva, a quien le costó entrar en la sintonía del equipo.
Gómez y Quintana estuvieron imprecisos, en tanto Víctor Salazar muy atado en la marca no apoyó en ataque. “Ale” Silva intentó, pero no pudo aportar esa claridad de otros encuentros.
Por otra parte, e imponiendo un fútbol más directo, Luqueño tampoco especuló y tuvo en Marcelo Pérez el hombre más desequilibrante. El atacante con su potencia complicó en más de una oportunidad a la defensa olimpista.
Buena tarea de Rodrigo Rojas y Mendoza en la contención, aprovechando bien los errores para salir disparados al ataque. Ambos generaron sus oportunidades, pero tanto Juan Espínola como Gonzalo Falcón estuvieron atentos.
En el complemento, la visita intentó tomar los hilos nuevamente. Manuel Romero le dio frescura a la delantera, pero el Auriazul estuvo atento para contrarrestar los avances del rival. Luqueño, que apostó a esperar para hacer daño mediante pelotas robadas, no desaprovechó una gran jugada por izquierda de Charpentier y Diego Fernández, quien envió el centro e Iván Torres en su desesperación la metió en su propio arco.
Luego del 1-0, los dirigidos por Gustavo Florentín no pasaron sobresaltos y se quedaron con una gran victoria ante un Olimpia que perdió claridad y fue más empuje que buen juego. Esta nueva caída lo aleja aún más del líder Libertad y todo se complica en el Bosque.