El bullicio, colorido y mucha vibración pintaron la calu­rosa jornada del super­clásico en La Nueva Olla, que tuvo la primera mayor concurrencia en la era de la pandemia en el torneo local, a excepción del juego de la Albirroja.

En la semana fue buena noticia la determinación de la presencia del 50% de la capacidad del estadio y muy pronto se agotaron las entra­das. Es que los puntos en juego eran importantes para ambos rivales, el Ciclón lucha por la consagración, mien­tras que el Decano por salir de una incómoda posición.

El Ciclón, la mascota de Cerro estuvo en las gradas apoyando al equipo.FOTO:JORGE ROMERO

Así, la fiesta se fue calentando, hasta que llegó el momento de volver a erizarse la piel, a romper la garganta con los alientos y sudar de emoción en cada acción ofensiva de los respectivos equipos.

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El partido fue intenso y muy bien jugado, por lo que el esfuerzo valió la pena para disfrutar de un gran espectá­culo y ser parte de la historia del tradicional clásico.

El ambiente entre la hinchada de Olimpia estuvo tenso, con algunos empujones y nervios.FOTO:JORGE ROMERO
Una larga cola se tuvo en las inmediaciones del estadio en la previa al acceso a la cancha.FOTO:JORGE JARA
Un particular mensaje de la hinchada: “Contra equipos chicos venimos pocos”.FOTO:NÉSTOR SOTO

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