Es como una verdadera finalísima de campeonato el partido por un lugar en la semifinal que enfrenta esta noche a Cerro Porteño y Olimpia en el Defensores del Chaco, clásicos y tradicionales rivales del fútbol paraguayo.
No hay margen de error, ni lugar para las especulaciones. Es la hora de la verdad, las estadísticas y el favoritismo “no juegan”. Los jugadores deciden en la cancha, aunque haya miles de factores por considerar. Un mano a mano del cual solo uno sale victorioso, el otro eliminado, al todo o nada, en la última versión del año entre azulgranas y franjeados.
Cerro Porteño, campeón del torneo Apertura, concluyó en tercera posición la fase regular. Sobre el cierre de la primera etapa soportó una serie de inconvenientes por lesiones, suspensiones y contagios de covid-19 del entrenador Francisco Arce y Claudio Aquino, su mejor jugador. Los dos vencieron al mal y están recuperados para la fase decisiva de la competencia. El Azulgrana viene de caer (2-1) en Itauguá frente al 12 de Octubre.
Olimpia también cedió frente a Libertad (2-1) en el clásico blanco y negro, se ubicó en la sexta posición. La propuesta futbolística no ha convencido en coincidencia la llegada de un resistido entrenador argentino Néstor Gorosito.
Los partidos hay que jugarlos y aquel equipo que sea capaz de ganar sus siguientes tres partidos podrá coronarse campeón del torneo Clausura. Cerro Porteño y Olimpia son siempre candidatos al título, por historia y tradición, sin importar los momentos. El arbitraje corre por cuenta del experimentado Éber Aquino, quien tiene la chance de dirigir su décimo superclásico, el quinto en forma consecutiva.